Claudio Loser : “Existe el mito de que la deuda de Argentina bajó, pero hoy está de vuelta a los niveles de 2005”
La caída de las reservas podría provocar un nuevo impago y el próximo gobierno debe tomar medidas urgentes.
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Claudio Loser es un economista argentino. Como director del FMI para Latinoamérica, a comienzos de 2000 vivió de cerca la crisis del default. Una década después de que Néstor Kirchner rompió relaciones con el organismo, advierte que el país está otra vez al borde de un colapso. El próximo presidente deberá actuar rápido para evitarlo.
- ¿En qué posición está Argentina frente al deterioro externo?
- Como está aislada, los capitales no entran ni salen y un alza de tasas de la Fed no la afecta directamente, pero sí en forma indirecta. Por otra parte, sí es vulnerable a lo que ocurre en China y a la caída en los commodities. También está muy expuesta a la recesión en Brasil y a los problemas en otros países de la región. En ese sentido el contexto internacional es muy negativo para Argentina.
- ¿Qué debería hacer entonces el próximo gobierno?
- Cualquier gobierno tendrá que actuar primero sobre el cepo cambiario, que genera una brecha muy grande en el tipo (oficial e informal), quita competitividad a las exportaciones y frena las importaciones. Eso provocará un shock, porque siempre que hay una devaluación genera empobrecimiento. Los argentinos van a ser más pobres, pero es inevitable.
Lo segundo es volver a un manejo macroeconómico razonable. La deuda viene aumentando y aunque el déficit parece pequeño no tienen cómo financiarlo. Habrá que recortar los subsidios indiscriminados y hacer un cambio del sector público hacia la inversión productiva. Eso también afectará a los más pobres y habrá que hacerlo con cuidado, pero hay que hacerlo. Lo otro es un banco central que funcione y no dependa del Ejecutivo para reducir la expansión monetaria. Debe tomar en serio la inflación, porque con las estadísticas equivocadas, la elevada inflación está creando problemas muy serios para la economía.
El cuarto punto es negociar urgentemente con los acreedores y recuperar la confianza en el mercado de capital. En el exterior la gente no se ha olvidado de Agentina. Es un país importante y atractivo para invertir, pero tiene que haber señales claras de que a aquellos que inviertan no se les van a confiscar sus dólares para pagarle a los acreedores.
Y, por último, el eslabón más débil son las reservas internacionales, las más bajas de América Latina.
- ¿Cuál es el riesgo de la caída en las reservas?
- Aunque Argentina ya está en un default técnico, podría encontrarse con que nuevamente no pueda pagar sus deudas. Los amigos de Argentina, que son Rusia, China y Venezuela, tienen sus propios problemas y ya no puede seguir ayudando. Si no se arregla esto realmente puede haber una crisis financiera muy seria.
- ¿Hasta cuándo alcanzan las reservas?
- Yo pensaba que hasta principio de 2015 pero me equivoqué porque recurrieron a préstamos de China, pero la magia no puede seguir. No alcanzan más allá del primer semestre de 2016.
- El candidato oficialista Daniel Scioli plantea un ajuste paulatino…
- No creo que pueda hacerlo. La inflación es alta, el producto no crece y la balanza de pagos es el gran limitador que no permite el lujo de ir despacio porque no va a tener margen. No le van a prestar dinero a menos que haga cambios importantes y necesita fortalecer la balanza de pagos. Dicen tener
US$ 30 mil millones de reservas, pero si se descuenta lo que deben a China son muy bajas para un país como Argentina.
El legado de los Kirchner
- Néstor Kirchner rompió con el FMI en 2005. Una década después, ¿qué logró con eso?
- Argentina está mejor que en 2002, cuando iba saliendo de su peor recesión desde los años ’30, pero eso fue por el auge de materias primas y el tipo de cambio más competitivo y eso ya se lo gastaron todo. El nivel de pobreza, después de una mejora importante hasta 2008, está aumentando fuertemente. Hay un mito de que la deuda bajó, pero eso fue porque dejaron de pagar y reestructuraron, pero ahora está de vuelta a niveles de 2005. No hay crecimiento, el PIB per cápita viene cayendo desde hace tres años, las exportaciones caen, y la producción de petróleo y de gas cae.
- ¿Cristina Fernández tendrá influencia en un gobierno de Scioli?
- La presidenta intenta anclarse al poder pero no lo logrará. La experiencia muestra que en el peronismo, una vez que llega al poder una nueva figura, le da una patada al costado a la anterior. En el peronismo lo que importa es el poder y el dinero. A pesar de lo que ella piensa no es ni Domingo ni Eva Perón. Si Scioli gana, apenas tenga control del presupuesto y pacte con gobernadores que se dicen kirchneristas pero que en realidad sólo quieren mantener el poder, eso se va a acabar.