El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, inició ayer un recorrido que se extenderá desde el sudeste del país hasta el cinturón industrial, y que podría servirle para tomar la temperatura a una potencial aspiración presidencial para 2016.
Si decide sumarse, Biden ingresará a una campaña en la que el senador autoproclamado socialista Bernie Sanders sigue quitando votos a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
Una encuesta de Reuters/Ipsos mostró que pese a que Clinton tiene un amplio apoyo, los votantes no están comprometidos con ella, por lo que su campaña podría sufrir un duro revés si Biden decide postular.
Sin embargo, el tiempo se está acabando para el vicepresidente, ya que el primer debate presidencial demócrata se realizará el 13 de octubre.
Sanders: la sorpresa
El senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, es la gran sorpresa de la carrera demócrata, capturando la atención de los segmentos más jóvenes y con un discurso marcadamente más de izquierda que el de Hillary Clinton.
Sanders, quien se ha descrito a sí mismo como un "socialista demócrata", tomó las banderas dejadas por su colega senadora Elizabeth Warren, entre las cuales sobresalen su foco en la desigualdad económica, los "abusos" del sistema financiero, la expansión del sistema de seguridad social y contra el establishment político.
Su campaña hasta el momento ha estado caracterizada por la austeridad, siendo financiada solamente por donaciones particulares menores. El senador ha rechazado públicamente el sistema de financiamiento de los "Súper PAC", que son fondos controlados por terceros y donde generalmente se reciben millonarios aportes anónimos de parte de grandes empresarios.
Al iniciar su campaña, en mayo pasado, muchos lo vieron como otro competidor pequeño, sin ninguna posibilidad de quitar protagonismo a Clinton. De hecho, en ese momento las encuestas lo situaban en torno a 10%.
Sin embargo, en los últimos meses su crecimiento ha sido explosivo y ya algunas encuestas lo dan como ganador en una de las primeras primarias del partido.
Con una estrategia basada fuertemente en las redes sociales y en movimientos ciudadanos, Sanders obtiene el 44% de las preferencias en Iowa, mientras Clinton logra el 37%.
Aunque a nivel nacional la ex secretaria de Estado aún tiene una ventaja de más de 20 puntos sobre el senador, las distancias se siguen acortando.
El principal escollo para Sanders es que hasta el momento su base es principalmente blanca. Para ganar necesita a la minoría afroamericana, donde hasta ahora no llega a los dos dígitos de respaldo.
Clinton: sigue caída en sondeos
Hillary Clinton parecía correr sola por la nominación demócrata a principios de año. Pero la postulación del senador Bernie Sanders le resta cada día más votos del ala más izquierdista del partido, que no ve de forma favorable sus conexiones con Wall Street.
La ex secretaria de Estado sigue siendo la candidata más popular del partido gobernante, con más de un 44% de apoyo, según datos de una encuesta de Reuters/Ipsos divulgada el martes. Sanders tiene un 25% de respaldo y Biden un 17%. Pero la ventaja de la ex primera dama se ha reducido.
Las personas encuestadas explicaron que su confianza por la candidata ha caído luego de la controversia que desató la revelación de que Clinton usó su email privado para asuntos de interés nacional mientras se desempeñaba como jefa de la diplomacia estadounidense.
El FBI está investigando el asunto y si se reveló información clasificada a través de esta vía. Clinton negó que haya hecho algo malo y aseguró que usó la cuenta privada por comodidad, pero su actitud de negación ha sido ampliamente criticada porque ha generado mayor atención mediática y revuelo.
Otro dolor de cabeza para la ex senadora ha sido el inesperado "fenómeno Trump": el alto apoyo, desconcertante para muchos, que ha recibido el multimillonario Donald Trump, quien lidera en las encuestas del Partido Republicano haciendo de la espontaneidad su sello de campaña.
A diferencia del magnate y celebridad televisiva, Clinton es asociada con los símbolos de la elite política del país -pasó sus vacaciones de verano en los Hamptons-, lo que la hace ser percibida como poco auténtica por los votantes.
"Ella es comida procesada cuando la gente quiere comida orgánica", describió un ex funcionario de la Casa Blanca a Financial Times. "Ella es la anti-Trump, percibida como una candidata no auténtica".
Biden: contra el tiempo
El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, inició ayer la primera gira desde que se intensificaron los rumores de que estaba considerando postular a la presidencia en 2016. El viaje se extenderá hasta el 7 de septiembre e incluye a South Florida, Atlanta y Pittsburgh, y entregará un feedback a Biden sobre el respaldo que existe en el partido Demócrata para que desafíe a Hillary Clinton en la nominación presidencial.
Fuentes cercanas a su agenda dijeron a Bloomberg que no sostendrá reuniones en relación con su potencial campaña, pero su itinerario lo acercará a grupos que han sido clave para el partido, como activistas judíos, donantes de Florida, jóvenes y trabajadores organizados, que podrían terminar de convencerlo para que postule. "Hay muchas personas que quieren escuchar lo que dice el vicepresidente", afirmó Andrew Weinstein, líder de la comunidad judía y recaudador de fondos para el partido Demócrata de South Florida, a Bloomberg. "Ciertamente hay interés nacional en el hecho de que el vicepresidente viaje al estado más determinante en las elecciones en un período en que está decidiendo lo que quiere hacer, pero creo que esto es una coincidencia y no fue diseñado así".
Biden, de 72 años, es percibido como sincero y espontáneo, a diferencia de Clinton, que se muestra más fría, con respuestas más calculadas. El vicepresidente ha estado consultando con asesores si debe lanzar su candidatura, pero primero está evaluando si está preparado emocionalmente para una campaña, luego de la muerte de su hijo Beau de cáncer en mayo. Otro aspecto a considerar es si será capaz de conseguir respaldo financiero, dado que Clinton y Bernie Sanders iniciaron su campaña en abril.
Una encuesta publicada el martes por Reuters/Ipsos mostró que un 38% de los votantes demócratas optarían por Biden como su candidato preferido si las encuestas indicaran que Clinton perdería ante un candidato republicano. Un 30%, en tanto, apoyaría al senador por Vermont Bernie Sanders.