Trabajadores del grupo lechero Chilterra se movilizan en planta de Prolesur y piden mejores precios
La semana pasada, el sindicato bloqueó los accesos a las faenas en Los Lagos y apuntan a que las tarifas que les pagan por la leche son responsables de la crisis de la firma.
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El pasado lunes 12 de septiembre, el sindicato del grupo agrícola y lechero Chilterra bloqueó los accesos de la planta de Prolesur -unidad de Soprole- en la comuna de Los Lagos. Dos días más tarde la protesta se depuso e inició un diálogo entre ambas partes, que se está llevando a cabo actualmente.
Una particularidad de esta movilización es que los trabajadores de Chilterra no tienen ningún vínculo contractual con Prolesur. Entonces, ¿cuál fue el motivo de la manifestación?
A principios de julio, Chilterra entró en un proceso de reorganización judicial. La empresa ligada a la familia Ríos y capitales neozelandeses -y uno de los principales productores de leche a nivel nacional- apuntó a las alzas en los costos de los insumos producto de la pandemia y la guerra en Ucrania, además de la violencia en el sur del país.
El sindicato considera que el mecanismo que regula la venta de leche, por el que empresas procesadoras como Soprole -perteneciente a la neozelandesa Fonterra- o Nestlé publican pautas de pago con los precios a pagar a los productores, es parte importante del problema.
Según señalaron los trabajadores de Chilterra a DF, estas compañías tienen “un poder comprador extremadamente poderoso e imponen condiciones arbitrarias a los productores”, por lo que la movilización busca “precios justos, que cubran los gastos y permitan a los productores pagar a sus trabajadores sueldos también justos y dar sostenibilidad a la industria láctea nacional”.
El sindicato dijo que no se puede fijar el precio a través de un sistema arbitrario que no considera las variables del mercado internacional, por lo que buscan ajustar los precios.
En una declaración enviada a este medio, Soprole afirmó que la relación comercial con sus proveedores está “enmarcada de forma estricta por normas de libre competencia” y que se ciñe a los criterios establecidos por los reguladores, como el Tribunal de Defensa de Libre Competencia (TDLC) y la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
“Desde Prolesur creemos que es comprensible que los trabajadores de Chilterra estén preocupados por la crisis de la empresa y busquen respuestas. Sin embargo, es errado tratar de explicar la crisis a partir del precio de la leche”.
La compañía agregó que el mercado de compra de leche es muy competitivo y que Soprole y Prolesur representan cerca del 20% de este, compitiendo con fuertes empresas locales e internacionales.
La crisis de los lecheros
Desde el sindicato cuentan que la reorganización se vive con mucha incertidumbre y “con el miedo real de perder nuestra fuente laboral”, ya que el rubro cada día cierra más puertas. Señalan que, según datos de Fedeleche, en 1997 había 17.500 productores de leche y, en 2017, quedaban solo 4.500.
“Los agricultores, como tomadores de precio, han estado expuestos a leyes imperfectas del mercado y dejados en el abandono históricamente”, dijo la organización, añadiendo que la situación del rubro afecta a los trabajadores, sus familias y los empleos indirectos que genera el sector.
“Sin una actitud solidaria por parte de todos los actores involucrados, la crisis será insostenible y sus consecuencias tendrán un impacto social difícil de dimensionar”, sostuvieron los trabajadores.
La movilización buscaba establecer una mesa técnica informativa entre trabajadores y Prolesur, además de las comunidades mapuches del territorio y representantes del gobierno regional y local. La empresa aceptó recibir un correo electrónico con las inquietudes del sindicato, el cual recibió este martes 20 de septiembre, según confirmaron ambas partes. “Por este mismo intermedio, si fuera procedente, se comprometió una respuesta”, aseguró Soprole.
Sin embargo, aclararon que no existe ningún acuerdo para formar parte de una mesa de trabajo o similar, porque “no corresponde que Prolesur forme una instancia de este tipo con trabajadores que no son parte de su dotación”.
La firma subrayó que no está en sus manos que “Chilterra supera la crisis financiera que la aqueja” y que siempre se mantendrán “abiertos y dispuestos a participar en las iniciativas sectoriales convocadas por los gremios para buscar las mejores estrategias en pro del desarrollo de este importante sector productivo”.