El Gobierno de EE.UU. anunció
hoy el
levantamiento de la moratoria a las perforaciones petroleras en
aguas profundas en el Golfo de México, menos de un mes después de
sellar el pozo que produjo el vertido de crudo de BP.
"He decidido que es apropiado levantar la moratoria a las
perforaciones petroleras en el Golfo de México", dijo en una
conferencia de prensa el secretario del Interior, Ken Salazar, que
basó su decisión en un informe del encargado de regular las
perforaciones, Michael R. Bromwich.
La moratoria, emitida a finales de mayo, se levanta con más de un
mes de antelación, ya que no expiraba hasta el próximo 30 de
noviembre, en medio de intensas presiones de la industria y de
protestas por el daño económico que suponía para la región.
El
levantamiento queda sujeto a la condición de que las empresas
apliquen nuevas reglas de seguridad elaboradas en los últimos meses
por el Gobierno federal, subrayó Salazar.
El secretario del
Interior explicó que su decisión de imponer la
moratoria estaba pendiente de la investigación de Bromwich, director
de la Oficina de Gestión, Regulación y Control de la Energía Marina
(BOEM), quien entrevistó a expertos de todo el país y le entregó un
informe el pasado 1 de octubre.
"He revisado ese informe muchas
veces y creo que las regulaciones
que recomienda son suficientes para garantizar la seguridad de las
perforaciones", indicó Salazar.
La mayor parte de esas
recomendaciones se hicieron públicas hace
dos semanas, cuando el Departamento de Interior emitió nuevas reglas
en áreas como el cimentado de los pozos, los sistemas de prevención
de derrames, las certificaciones de seguridad, las respuestas a
emergencias y la formación a trabajadores.
Entre las reglas más
estrictas se encuentra la necesidad de
detallar minuciosamente los planes de exploración de cada una de las
plataformas, con una descripción de las mejoras emprendidas para
prevenir una explosión y el plan de contingencia en caso de que se
produzca, explicó Brownwich en la conferencia.
Las 36 plataformas
que detuvieron su actividad con la moratoria y
las compañías que quieran iniciar nuevas exploraciones deberán
contratar también a un agente independiente para que evalúe y
describa el diseño de su sistema de prevención de derrames, cuyo
fallo detonó la catástrofe en el caso del pozo de BP.
Además, un
ingeniero profesional deberá certificar la seguridad
del cementado del pozo.
"Algunos dirán que hemos puesto el listón
muy alto. Querrán que
ignoremos lo que hemos vivido y volvamos atrás, pero esa no es una
opción", dijo Salazar, quien aseguró que la experiencia de la
respuesta a la crisis de BP ha surtido a la región de "suficientes
recursos para hacer frente incluso a dos vertidos simultáneos".
Salazar
reconoció que "siempre habrá riesgos" de nuevos
accidentes, pero consideró que el Gobierno los ha reducido
"significativamente" y que es necesario recuperar "el petróleo y el
gas que necesitamos para nuestras casas y coches".
La gran
incógnita que ha dejado el anuncio es el plazo de tiempo
en el que las plataformas podrán demostrar que cumplen con las
nuevas regulaciones y volver efectivamente al trabajo.
Tanto
Salazar como Bromwich rechazaron hablar de plazos, y
subrayaron que la escasez de inspectores para revisar los proyectos
y el laborioso proceso de presentación de las solicitudes retrasarán
considerablemente la reanudación.
"Creo que podremos tener
permisos de perforación para el final
del año, pero puedo decir cuándo ni cuántos", concretó Bromwich.
Según
un informe oficial, la moratoria ha causado la pérdida
temporal de entre 8.000 y 12.000 empleos en la región.