Este dramático episodio puso nuevamente en el centro de la discusión pública la situación de los campamentos en Chile, un fenómeno que ha ido al alza con el pasar de los años.
En los últimos dos ejercicios, la cifra de campamentos en el país pasó de 1.091 a 1.432, es decir un incremento de 31%, explicado principalmente por las dificultades que existen para acceder a una vivienda formal, exacerbado por la crisis migratoria.
De acuerdo a datos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), en la Región Metropolitana existen actualmente 168 campamentos distribuidos en distintos puntos de la ciudad. Sin embargo, pese a la creciente preocupación de las autoridades, solo 11 de estos asentamientos cuentan con procesos de desalojo en curso (6%).
“Los campamentos son una problemática muy compleja. Y no solo por la naturaleza de la problemática, sino porque tiene distintas aristas. Incluso, hay algunos que están siendo objeto de actividades ilícitas (...) No es fácil (erradicarlos), esto no se soluciona con una sola vía”, indicó a Diario Financiero la Seremi Metropolitana de Vivienda y Urbanismo, Carolina Casanova.
Si se mira con lupa los 11 campamentos que tienen en curso un proceso de desalojo -los cuales agrupan a 1.806 familias afectadas-, se puede ver que están distribuidos en nueve comunas de la Región Metropolitana: dos en Puente Alto, tres en Quinta Normal, uno en Lo Barnechea, otro en La Florida, además de Huechuraba (1), Maipú (1), Pudahuel (1) y Lampa (1).
Según datos del Minvu, cuatro campamentos están en terrenos de actores privados, y siete en paños públicos; uno propiedad de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado, otros cuatro bajo el alero de municipios, y dos están en manos del Serviu.
Seremi Metropolitana de Vivienda y Urbanismo, Carolina Casanova. Foto: Manuel Urzua
Desalojo
La Seremi de Vivienda explicó que desalojar un campamento no es un proceso fácil. Para dar inicio a este procedimiento se pueden tomar dos caminos, dependiendo si el asentamiento está en un terreno público o en uno privado.
En el caso de un campamento ubicado en un terreno público, se necesita de una resolución administrativa -mandatada por la entidad respectiva dueña del paño- ordenando el desalojo de la propiedad. Si es uno privado, la expulsión solo puede llevarse a cabo a partir de una orden judicial que solicite este acto.
Cuando ya están emitidas las órdenes -tanto judiciales como administrativas-, Casanova indicó que se arma una mesa de trabajo con distintas autoridades para hacer efectivas estas resoluciones, y se despliega una serie de líneas de trabajo.
“Esta es una problemática multidimensional, la vía necesaria de enfrentar esto es contar con distintas autoridades. Cuando se abre el proceso de desalojo empezamos un estudio más fino, para ver si es posible una relocalización o un asentamiento en ese mismo lugar. De repente hay terrenos que se están desalojando que pueden ser objeto de compra por parte del ministerio. Hay muchas aristas que se abordan en el proceso”, indicó Casanova.
La autoridad además explicó que, en paralelo, están trabajando con los respectivos gobiernos locales para ver la posibilidad de desplegar otra batería de beneficios que no son necesariamente ligados a la vivienda, sino más bien enfocados a la precariedad con la que viven las familias.
Además, detalló que como autoridades también se encuentran impulsando a estas familias a comenzar el proceso formal para poder acceder al Plan de Emergencia Habitacional.
“El plan puede, y debe por una cuestión de ethos del Ministerio, ser parte de la solución de la problemática de los campamentos. Pero el plan está pensado para el déficit habitacional, no es la solución a la problemática de asentamientos precarios. Las personas que están en los campamentos tienen que entrar en los procesos regulares. Lo importante de entender es que no vamos a excluirlos, pero no los vamos a poner antes en la lista de tantas familias que están esperando hace mucho tiempo por su vivienda, y que sí han cumplido con todos los requisitos”, recalcó la autoridad del Minvu.
Zoom a los campamentos
La Seremi explicó que esta problemática es una realidad en toda la Región Metropolitana, tanto en comunas rurales como urbanas. De las 52 localidades que existen en la región, 32 cuentan con al menos un campamento.
La comuna que acumula la mayor cantidad de asentamientos es Lampa, con 21. A esta le sigue Puente Alto con 12, Huechuraba y Maipú con 11 cada una, y Colina con 10.
En el otro extremo, Lo Espejo, Conchalí, La Pintana, Recoleta y Pudahuel son las comunas que tienen menos campamentos, localidades que cuentan con solo un asentamiento en sus paños, respectivamente.