La economía chilena aún no muestra del todo la recuperación anticipada en septiembre, a lo que se suma el impacto negativo que el retroceso de la Región Metropolitana a la fase dos -con cuarentenas los fines de semana- tendrá en el repunte.
Esa es una de las principales conclusiones del Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, que el instituto emisor acaba de publicar y que presentará a las 10:30 ante la comisión de Hacienda del Senado.
En el documento, la entidad empeoró prácticamente todas las perspectivas para este año, pero para el próximo aumentó el techo de su estimación de Producto Interno Bruto (PIB).
Empeora el pronóstico 2020, pero techo será más alto en 2021
La perspectiva de Producto para este año se ajustó a la baja en relación al informe de septiembre, pasando de una caída entre 5,5% y 4,5% esperada en el IPoM de septiembre, a una merma entre 6,25% y 5,75%.
De esta manera, el emisor se ubica entre las proyecciones más pesimistas del mercado, considerando que el Ministerio de Hacienda anticipa una baja de 5,5% este ciclo y los departamentos de estudios consultados por Consensus Forecast ven la merma en 5,8% este año.
Eso sí, para el próximo año el banco aumentó el rango de expansión de la economía, pasando de entre 4% y 5% hace tres meses, a entre 5,5% y 6,5% para este IPoM.
Para 2022, en tanto, la estimación se mantuvo en un rango entre 3% y 4%.
Recuperación ha sido más lenta de lo anticipado
A diferencia del IPoM de septiembre, en esta oportunidad el Consejo enfatizó que la situación sanitaria en el país ha empeorado y la actividad no ha mostrado el nivel de repunte esperado hace tres meses.
"En Chile, pese a que los contagios han disminuido y la movilidad ha aumentado respecto de mediados de año, las mejoras de la actividad han sido más lentas que lo previsto en septiembre. Esto ha resultado especialmente relevante para los sectores más afectados por el distanciamiento social, como la construcción y buena parte de los servicios", señaló el emisor.
Eso sí, señaló que dos rubros han recuperado ya los niveles de actividad previos a la pandemia: "La industria manufacturera ya alcanzó sus niveles de actividad previos a la pandemia y el comercio incluso los superó. Este último ha estado fuertemente impulsado por el retiro de ahorros previsionales, con ventas que registraron máximos históricos en líneas como el equipamiento para el hogar, vestuario y calzado y materiales de construcción".
Al igual que en el comunicado de la Reunión de Política Monetaria del lunes, la entidad advirtió del impacto negativo que podría tener el retroceso de fase en la Metropolitana.
"El recién anunciado retroceso de la Región Metropolitana a la etapa 2 del plan "paso a paso" puede retrasar en algo el proceso de recuperación de la economía, pero también puede reducir el riesgo de acciones más drásticas a futuro", enfatiza el instituto emisor.
Las cuarentenas no serán tan duras como a mediados de año, pero economía saldrá débil
El Consejo sigue sosteniendo que la economía comenzará una fase de recuperación hacia el cierre de este año y principios del próximo, asumiendo que las restricciones no serán tan duras como las cuarentenas totales de mediados de este año.
"En lo venidero, el escenario central prevé que la economía seguirá mejorando, que las restricciones a la movilidad no retornarán a niveles como los de mediados del 2020 y que continuará el impulso fiscal y monetario", señala el banco.
De todas maneras, el instituto emisor advierte que las huellas que deje la pandemia serán profundas en la economía chilena.
"El desgaste generado por la profunda caída de la actividad, y el necesario uso de las holguras públicas y privadas para superar la emergencia, incrementa la vulnerabilidad a escenarios de riesgo y plantea desafíos significativos para recuperar tasas de crecimiento cercanas a la tendencial", enfatizan los consejeros.
Asimismo, recalca que un aumento en las infecciones del virus son un riesgo presente con implicancias posibles en la actividad.
"El riesgo de un aumento significativo de los contagios sigue plenamente vigente, y podría tener efectos económicos relevantes si se deben reimponer medidas sanitarias más restrictivas", aseguran los consejeros, no descartando que en ese escenario se requieran nuevas medidas de estímulo.
Demanda interna da un paso atrás
El emisor prevé que la demanda interna se contraerá un 9,1% este año, dos décimas por sobre lo que esperaba en el informe más reciente de septiembre.
En el desglose, la inversión caerá 13%, 2,4 unidades peor al último IPoM; mientras que el consumo total caerá 6,3%, 1,9 puntos porcentuales pero al pronóstico anterior.
En línea con el techo más alto para el PIB, hacia 2021 el banco también revisó al alza los principales componentes: la demanda interna crecerá 9,4%, 3,8 puntos porcentuales superior a lo pronosticado en septiembre, con una inversión avanzando 7,3% -siete décimas peor a lo esperado- y un consumo creciendo 10,3%, 3,5 puntos porcentuales superior al último reporte.
Se resienten las compras internas
Las exportaciones tendrán un mejor desempeño al esperado este año, al caer 1,7%, desde la merma de 2,2% previsto hace tres meses. En tanto que las importaciones exhibirán una caída más pronunciada al ceder 12,6%, muy superior al 9,4% de baja esperado hace tres meses.
De cara al próximo año, el escenario es el siguiente: los envíos avanzarán 4,3% (5% en último IPoM), mientras que las compras desde el exterior se expandirán 16%, casi el doble en comparación al reporte de septiembre.
Mayor inflación en el corto plazo
En medio del mayor consumo esperado por los retiros de fondos previsionales, el Banco Central prevé mayores presiones inflacionarias de corto plazo, de la mano de las políticas de apoyo a los ingresos familiares.
Así, proyecta que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerrará el año en 2,8%, cuatro décimas sobre lo esperado en septiembre. Para 2021, la estimación se redujo de 2,8% a 2,6% y se mantuvo en 3% para el año posterior.
"El fuerte impulso al consumo de bienes durables llevó a que se redujeran de modo importante los inventarios en algunas líneas de productos, presionando sus precios", expresa el informe del banco.
De todas maneras, la entidad prevé que las presiones para el costo de la vida serán transitorias.
"El impulso al consumo de bienes transables por el retiro de ahorros previsionales provocó el alza de algunos precios en los últimos meses, llevando la inflación por sobre lo esperado. Sin embargo, estos aumentos de precios difícilmente repercutirán sobre la inflación a mediano plazo, dada la amplia brecha de actividad abierta por la pandemia", argumenta el banco.
Cobre más alto
El Banco Central también se hizo eco de la mejoría en los precios de las materias primas, principalmente el cobre, que en los últimos meses se ha consolida en niveles sobre US$ 3 la libra.
Así, revisó al alza en 10 centavos el precio promedio del metal rojo para este año, situándolo en US$ 2,8 la unidad. Para 2021, la mejora fue de 40 centavos a US$ 3,2 promedio, mientras que para el 2022 el incremento es de 20 centavos, para cotizarse en US$ 3,1 por unidad.