Ministro de Hacienda parte con un "optimismo realista" 2021: "Hay incertidumbre, pero buenas bases para una recuperación importante”
Secretario de Estado señala que el Fisco tendrá la flexibilidad para reasignar recursos si la situación empeora. Dice que la vacuna contribuye a un sesgo al alza a la proyección de 5% de crecimiento.
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De menos a más es el rumbo que el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, anticipa para la economía este nuevo año. El inicio del proceso de vacunación, el aprendizaje de las instituciones y la ciudadanía para enfrentar la pandemia se conjugan con un Presupuesto expansivo de más de US$ 70.000 millones, un Fondo Covid de US$ 12 millones acordado con la oposición y el programa de subsidios al empleo de US$ 2.200 millones para intentar dejar atrás la vorágine que fue 2020.
"Veo un escenario 2021 de optimismo realista, porque hay incertidumbre, evidentemente, pero tenemos buenas bases para pensar en una recuperación importante y que en nuestro escenario central lo ponemos en un 5% de crecimiento", destaca.
Y, en la medida que el país pueda recobrar su cotidianidad, confía en que haya espacio para levantar la mirada de mediano plazo -en el polo opuesto de la inmediatez a la que obligó la crisis sanitaria- y pensar en una agenda social y económica "ambiciosa" de cara a las demandas que emanaron del conflicto social en octubre de 2019.
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Briones considera que es "fundamental poner la palabra crecimiento económico en el centro de nuestro léxico nuevamente. No solo para 2021, que es un año de rebote y de normalización gradual de las cosas, sino que en los años a venir, porque la verdad sea dicha la pérdida de dinamismo económico la veníamos observando hace años".
- ¿El inicio del proceso de vacunación le agrega un sesgo al alza al 5%?
- Con todo lo demás constante, sin duda es una noticia que contribuye. El plan del Gobierno es en el primer trimestre hacer lo posible por tener vacunadas a cerca de 5 millones de personas, que es la población de riesgo, adultos mayores, enfermos crónicos, a la primera línea de la salud y, en un segundo nivel prioritario, también los profesores, personal de jardines infantiles.
Todo eso contribuye a que, si bien no lograremos la inmunidad de rebaño aún el primer trimestre, se protege a los grupos de riesgo y se contribuye a reducir la propagación del virus, facilitando además que haya ciertas actividades críticas que se pueden empezar a normalizar.
Creo que tenemos un año con perspectivas positivas, de un optimismo realista y no voluntarista habida cuenta de que sigue habiendo focos de incertidumbre, aunque más acotados.
- ¿Se podrán recuperar todos los empleos perdidos en 2021?
- Hay que hablar con mucha honestidad. No vamos a recuperar automáticamente los 1,8 millones de empleos perdidos. Esto no es con piloto automático. Hay una parte más estructural del desempleo que va a ser más pegajosa, que va a requerir una palanca de política por varios años. Lo sabemos de crisis anteriores, acá hay efectos permanentes. En lo inmediato, el programa de subsidio al empleo es súper importante y es una buena noticia que tengamos más de 300 mil inscritos en 3 meses. Esperamos que siga aumentando.
Aprovecho de decir que la Ley de Protección al Empleo, que en algún momento la criticaron tanto, fue una tremenda política pública que permitió salvar cientos de miles de empleos. Somos afortunados en Chile de haber tenido esta institucionalidad robusta, creada en gobiernos de distinto signo que nos permitió tener un colchón de ahorro para proteger los empleos de las personas. Una parte importante de los trabajadores suspendidos ha vuelto a sus lugares de trabajo y, de ellos, una fracción baja se asocia a desvinculaciones.
- Desde el mundo de la mujer hay preocupación, aún los porcentajes de postulaciones al subsidio son muy bajos. ¿Ha pensado en reevaluar los montos?
- Honestamente, creo que el tema no es el monto, ya que cuatro de cada diez subsidios ha sido para mujeres. El mayor valor para la mujer ha tenido un efecto. Lo segundo es que acá tenemos un problema que nuevamente no es tanto de si el subsidio apunta a tal o cual género, sino que tiene que ver con cómo el shock ha impactado a industrias que tienden a ser más intensivas en empleo femenino.
La vacunación de profesores, profesoras, cuidadoras en un sentido prioritario respecto del resto de la población -después de adultos mayores y enfermos crónicos- puede generar un gatillo importante, donde actividades como salas cuna, colegios y jardines infantiles pueden retomar y facilitar la reincorporación de la mujer. Lamentablemente, aunque es una realidad que quisiéramos que fuera distinta, las mujeres hoy se están llevando la mayor parte de la carga del cuidado de los niños.
"Sabor ingrato"
- ¿Y en caso de que el escenario cambie, habrá más apoyos?
- Este año vamos a seguir haciendo un esfuerzo fundamental en materia de apoyos, que son los subsidios al empleo. Tenemos también un IFE que, hablando de actuar con sentido de urgencia, lo metimos en la Ley de Presupuesto y agradezco a la oposición por allanarse a ese camino. Esto no es un ingreso universal permanente, es de emergencia y asociado a la imposibilidad de las personas de poder salir a trabajar debido a restricciones de carácter sanitario. Así quedó establecido en el acuerdo del 14 de junio.
Y el Presupuesto que tenemos es flexible en su naturaleza. Tenemos un crecimiento muy sustancial de la inversión pública, pero naturalmente si la situación sanitaria recrudeciera -realmente esperamos que no- es lo mismo que pasó en 2020: las inversiones comprometidas no se pueden ejecutar en tiempo y forma, por lo tanto, se liberan espacios de gasto para otras necesidades. Entonces, hay una suerte de seguro en el mismo Presupuesto que ocurre de forma espontánea si la situación recrudece. La reasignación siempre ha sido el margen para adaptarnos en función de la necesidad.
Pero nuestro escenario central es uno donde tenemos una recuperación, los proyectos de inversión los podremos ejecutar y desplegar con fuerza, donde la economía va de menos a más, donde vamos a seguir apoyando el empleo a través de los subsidios y a las familias que sufren cuarentenas en caso de rebrotes.
- ¿No le deja un sabor amargo que, pese a estas cifras, los chilenos hayan usado unos US$ 30.000 millones de sus ahorros previsionales durante la pandemia?
- Claro que me deja un sabor ingrato, por las consecuencias a futuro que sabemos tiene en las pensiones. Además, acá se esgrime un argumento político que no tiene mucho sustento, cuando se dice que esto es necesario para paliar las caídas de los ingresos de las personas. Al menos en términos agregados, la economía habrá retrocedido en 2020 unos US$ 14.000 millones, cuando hace doble click sobre eso, los ingresos laborales de las familias caerán en el agregado US$ 7.000 millones. Esa es la pérdida de ingresos a compensar. Y lo cierto es que el gasto fiscal en transferencias directas a las familias ha ascendido a cerca de US$ 7.000 millones. Para poner la cifra en perspectiva, el aumento del Pilar Solidario nos costó
US$ 1.000 millones al año y se celebró como la mayor reforma desde 2008. Pero claro, al lado de los casi US$ 40.000 millones que pueden llegar a ser los dos retiros parece chico.
Lo segundo es que US$ 40.000 millones es más de 15% del PIB. No conozco ningún país del mundo en que el Estado haya puesto 15 puntos del PIB en transferencias directas a las familias.
Lo responsable es siempre poner los números en perspectiva, seamos serios. Por supuesto que la crítica es bienvenida, esa crítica de buena fe nos ha permitido mejorar los instrumentos y su despliegue, pero no pongamos en paralelo cuestiones que en realidad no son comparables ni realizables en ningún país del mundo.
Pensiones: "Tenemos que ver fórmulas para hacer una mayor contribución obligatoria en el tiempo"
El ministro Briones no pierde el optimismo frente a la posibilidad de lograr un acuerdo para reformar el sistema de pensiones. Reconoce que es difícil -requiere consensos entre distintos bloques políticos y al interior de estos-, pero tiene presente que es la principal demanda de la ciudadanía prepandemia.
"Hoy vemos una ventana de tiempo acotada, que es enero, y la idea es ocupar esa chance para generar un acuerdo marco, porque luego de eso viene toda la complejidad de redactar las indicaciones", enfatiza. Su esperanza se sustenta en que el diálogo no se ha cerrado con la oposición. Pero sabe que, a medida que avanza el año, el ciclo electoral puede desdibujar las prioridades y cambiar la agenda. Quizá el poco tiempo, agrega, "juegue a favor para que lleguemos a algo que sea razonable y bueno para los chilenos".
- ¿Hay algo intransable para ustedes?
- Partimos de la base de que hay 6 puntos de mayor cotización, podemos discutir con qué gradualidad se van recaudando en el tiempo, sobre todo cuando tenemos un mercado laboral que va a estar complicado.
En segundo término, tenemos que ver fórmulas para hacer una mayor contribución obligatoria en el tiempo, de forma de también paliar parcialmente el efecto de los retiros, que no son neutros.
Es crucial, además, pasar del debate del aumento de la tasa de cotización a aumentar la estrecha base de cotizantes del sistema, problema que la informalidad laboral exacerba. Sin eso, nos estamos haciendo trampa en el solitario.
Para nosotros es un punto importante que, dentro de esta cotización adicional, haya un reconocimiento al menos de que una parte relevante sea nominativa, asociada a la persona y a la rentabilidad que tenga.
- ¿Cambiar gradualidad también implica una cotización mayor a 6 puntos?
- Hay que discutir fórmulas para hacerse cargo de ese problema. Hay que entender que el tema de las pensiones es algo dinámico, el mismo proyecto del Gobierno que salió de la Cámara considera un organismo que va revisando y evaluando esto.
Pero el principal desafío que tenemos en el país no es cuántos puntos adicionales de cotización se necesitan, sino cuántas personas adicionales van a cotizar. Tenemos el desafío de ampliar la base de cotizantes. Como señaló la comisión Bravo, hoy de cada diez trabajadores, es como si tres cotizaran todo el tiempo y los otros siete no lo hicieran nunca. Por mucho que usted aumente la tasa, va a tener un problema de pensiones promedio siempre. Eso implica avanzar mucho en formalización del mercado laboral, que es un problema y uno de los desafíos futuros fundamentales de Chile.
El segundo elemento que puede ayudar es buscar formas distintas de recaudar. Hemos planteado recaudar a través del consumo, que parece muy extraño para muchos, pero conceptualmente no debiese serlo, sobre todo ahora que tendremos un IVA con boleta electrónica, donde aparece un IVA separado del valor del producto y perfectamente podría haber una línea adicional donde aparezca una contribución para las pensiones.
Y hay fórmulas para hacerse cargo de la crítica de la regresividad que tiene el IVA. Usted podría tomar esa cotización a través del consumo y repartirla por persona, eso sería muy progresivo.