Hermann González, vicepresidente del Consejo Fiscal Autónomo (CFA): “En 2026, desde ya, hay una necesidad por hacer un ajuste fiscal de entrada”
El economista aclara que dicho panorama toma en consideración las actuales metas de balance fiscal del Ejecutivo, las que podría modificar una próxima administración.
Por: Sebastian Valdenegro | Publicado: Lunes 4 de noviembre de 2024 a las 04:00 hrs.
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Foto: Julio Castro
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El martes pasado, el Consejo Fiscal Autónono (CFA) subió la apuesta. El organismo presidido por Jorge Rodríguez Cabello endureció su discurso y advirtió sobre el complejo panorama que enfrentan las arcas fiscales del país.
Esto, derivado de un cóctel de mayores presiones de gasto, nulas holguras para los próximos años, un alto nivel de incertidumbre de si se cumplirán las metas fiscales y de ingresos, y una reducción de los ahorros del Estado, principalmente los depositados en el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES).
El vicepresidente del CFA, Hermann González, aterriza los principales mensajes del organismo y expone los riesgos de que no se sigan las recomendaciones que entregaron.
“Hay muchas variables que podrían llevarnos a incumplir las metas fiscales. Y ahí el Consejo Fiscal tiene un rol muy importante porque la ley nos mandata a actuar cuando se esté cerca de desvíos fiscales”.
Debate por estimaciones de Hacienda: “¿Qué pasó este año? La verdad es que la interna no la conozco, pero lo que muestran los números es que hubo una sobreestimación particularmente alta de los ingresos fiscales. No sé exactamente por qué pasó, pero fue un error de proyección”.
- ¿Este informe es más duro en su tono respecto a otros que han presentado?
- No percibo una intencionalidad por ser más duro, sino más bien pienso que el Consejo Fiscal, que es una entidad nueva que se ha ido formando, ha ido ganando relevancia en el tiempo y está recibiendo más atención y se le está exigiendo más. Había mucha expectación por la presentación que haríamos en el Congreso.
- Más allá de si hay intencionalidad o no, ¿por qué el contexto fiscal ameritaba un mensaje del calibre que entregaron en el Congreso?
- El contexto fiscal tiene demasiadas variables que son de riesgo y a las que hay que prestar atención. Hay una combinación de dos cosas: en el escenario hay muchas variables que podrían llevarnos a incumplir las metas fiscales. Y ahí el Consejo Fiscal tiene un rol muy importante, porque la Ley nos mandata a actuar cuando se esté cerca de desvíos fiscales.
Es casi inminente y, de hecho las propias proyecciones de Dipres lo muestran, que este año no se va a cumplir la meta de balance estructural. Y nosotros decimos que eso puede ser incluso peor. Creemos que eso también genera un desafío para el 2025 en un Presupuesto que se está discutiendo. Y también vemos riesgos importantes de superar el nivel prudente de deuda en el mediano plazo.
Entonces, el contexto nos obliga a pronunciarnos de esta forma.
- Ahora, ustedes hacen una serie de recomendaciones, algunas de las cuales no han sido recogidas por Hacienda. ¿Ustedes se sienten escuchados por el Ejecutivo y el Legislativo?
- Nosotros hacemos recomendaciones que no son vinculantes. Creo que está bien que sea así, pero también pasa que cuando se van acumulando recomendaciones y no hay respuesta razonable a esas recomendaciones por parte del Ejecutivo, uno tiene que insistir y ya las insistencias aparecen un poco más fuertes en la discusión.
Por ejemplo, en algunos aspectos no vemos una respuesta satisfactoria. Por eso, es muy distinto cuando tú haces por primera vez una recomendación, que cuando va pasando el tiempo y ves que no hay respuesta o no hay una reacción frente a eso.
- ¿Ya estamos pasando a una nueva etapa, se superó el concepto de estrés fiscal?
- Seguimos viendo que hay una situación de estrés o de estrechez fiscal que es bien evidente. No estamos hablando de un peldaño adicional en esta situación. Cuando uno mira las cifras, es bien evidente que esto continúa en 2024, pero podría tener efectos en 2025, principalmente por el riesgo de que los ingresos terminen siendo menores de lo que proyecta Hacienda y que eso sea la base de la proyección del 2025.
Pero también cuando uno mira las proyecciones de mediano plazo, ve que no hay holguras fiscales para los siguientes cuatro años, lo que significa que el gasto compatible con la meta es igual a los gastos comprometidos. Incluso, en 2026 desde ya hay una necesidad por hacer un ajuste fiscal de entrada.
Entonces, el escenario de estrechez fiscal se mantiene y se ve ratificado con el posible incumplimiento de la meta de balance estructural este año, con lo complejo que se ve cumplir una meta más exigente de balance estructural en 2025, y con la ausencia de holguras fiscales que se ve para el mediano plazo.
- ¿El Gobierno que ingrese en marzo del 2026 deberá partir con un ajuste de gasto en las circunstancias actuales?
- Así es. Eso es considerando las metas que está usando Hacienda hoy para el mediano plazo.
Para ser bien preciso -y esto es parecido a lo que ocurrió en 2018-, cuando el Gobierno asuma en 2026 va a tener que revisar la situación fiscal y determinar sus propias metas de balance estructural, que no tienen por qué ser las mismas que están hoy en el Informe de Finanzas Públicas.
Entonces, dadas las metas que hoy se suponen por parte de Hacienda, se tendría que hacer un ajuste en 2026 solo para cumplir las metas, dado los gastos que ya están comprometidos.
- ¿Y cómo podría ser un ajuste de esa magnitud?
- Hay una combinación de posibilidades, con ajuste fiscal o ganancias de eficiencia del gasto; con mayores ingresos; o con metas fiscales distintas de las que hay hoy. Pero las metas son una decisión que va a tener que tomar el próximo obierno.
El problema es que para generar más espacio de gasto, lo que se necesitaría es relajar las metas de balance estructural. Es decir, postergar la convergencia del balance. Y eso generaría una presión fiscal mayor hacia adelante. Y nosotros hemos recomendado que al menos se avance hacia cerrar el déficit estructural.
¿Y por qué decimos eso? Porque convergiendo al balance estructural, efectivamente se estabiliza la deuda como porcentaje del PIB, que es una de las cosas que queremos que ocurra, pero necesitamos además recomponer el FEES. Y si solo avanzamos hacia el balance estructural de 0%, eso no es compatible con recomponer el FEES. Entonces, vamos a seguir con una fuente de vulnerabilidad, que es que el FEES se ha ido agotando con el paso del tiempo.
- Ustedes hacen recomendaciones bien enfáticas en ese sentido.
- Una recomendación que creemos que es necesario tomar en cuenta, que hay que recomponer ese fondo, no se cumple solamente con una convergencia del balance.
Entonces, tenemos ahí un desafío importante también, que se acentuó este año con el retiro de fondos que hizo el Gobierno, de alguna manera autorizados por el Congreso.
Incumplimiento de las metas fiscales
- ¿El CFA se siente escuchado en sus sugerencias? Los mismos parlamentarios se lo consultaron al presidente del Consejo el martes.
- Sí, nos sentimos escuchados. En todo caso, primero quiero decir que me siento un poco responsable de la creación de esta institucionalidad y hay cosas que uno va aprendiendo en el camino. Por ejemplo, uno saca el aprendizaje de que cuando se crea el Consejo Fiscal, uno piensa en una institución pequeña, con atribuciones bien definidas en la Ley, y se piensa que hay una contrapartida en la Dirección de Presupuestos que tiene que proveer información, porque no tenemos acceso directo a la información presupuestaria, sino que tenemos que acceder por Dipres. No se pensó, por ejemplo, que sería necesario también fortalecer la Dipres para crear una unidad que fuera contraparte del Consejo Fiscal, porque con los mismos recursos a la Dipres se le suma un nuevo demandante de información. Siento que el ministro Marcel tiene una buena evaluación del Consejo, que valora la institucionalidad.
Además, la política fiscal siempre está a cargo del Ejecutivo.
- Ahora, ¿no ven un riesgo de que sus recomendaciones no sean tomadas en cuenta? ¿En qué se puede traducir eso para las finanzas públicas?
- Ahora que tenemos una regla dual, que está por Ley, cuando hablamos del cumplimiento de las metas de balance estructural, ese cumplimiento es necesario para detener la dinámica creciente de la deuda pública, que es una dinámica que no es sostenible.
Por eso, sabemos que hay que estabilizar la deuda como porcentaje del PIB y para eso se requiere converger hacia el balance estructural.
Entonces, los riesgos que estamos viendo de incumplimiento de la meta de este año ponen una nota de alerta sobre la posibilidad de seguir cerrando el déficit estructural en los próximos años.
El siguiente es un año electoral y, por lo general, en todos los países hay mayores presiones de gasto. Si a eso se le suma que ha habido errores importantes en la proyección de ingresos fiscales este año, que todavía no sabemos cómo va a cerrar, vemos efectivamente riesgos de que se incumplan las metas fiscales, lo cual tendría como consecuencia una dinámica de la deuda distinta de la que hay en el escenario base.
Nosotros mostramos que si todos los años se incumplen las metas en 0,4% del PIB, vamos a superar el nivel prudente de deuda en los próximos años. Y eso genera preocupación de parte de los inversionistas globales.
Chile tiene un activo muy grande en materia de manejo fiscal responsable y eso hay que tratar de cuidarlo y mantenerlo en el tiempo.
“Errores de proyección”
- ¿Cuánto preocupan los errores de estimaciones que ha habido de los ingresos fiscales para este año?
- Ocurre algo llamativo. En el pasado, en la discusión del Presupuesto del año siguiente no nos concentrábamos tanto en el cierre del año anterior. En este Presupuesto están pasando dos cosas: tenemos una incertidumbre mayor a lo habitual respecto de cómo va a cerrar el año; y nos parece razonable que se tenga la mejor información posible sobre el cierre del año en la discusión del Presupuesto del 2025, porque eso constituye la base con la cual se proyecta el próximo año.
Y tenemos ahí una incertidumbre bien grande, porque el Gobierno dice que hay una meta de déficit estructural de 1,9% del PIB este año, pero su proyección es 2,3% y el mercado no cree siquiera en ese 2,3%. Nosotros no hacemos proyecciones, pero en nuestro informe decimos que hay riesgos importantes de que no se cumpla la proyección de Hacienda.
Y eso también impacta para 2025, ya que Hacienda tiene una meta de déficit estructural de 1,1% del PIB, que se hace más exigente y requiere un esfuerzo mayor si no se cumple la meta de este año.
- Pero ustedes fueron duros con Hacienda. Incluso hicieron un llamado a ser más “prudentes” en las proyecciones de ingresos. ¿Ha faltado realismo ahí?
- En la discusión fiscal hay normalmente un desbalance entre las proyecciones de ingresos y las proyecciones de gasto. ¿En qué sentido? Que las proyecciones de ingresos son altamente inciertas porque dependen de supuestos, dependen del escenario macro, pero no solo del escenario macro. Es normal que haya este desbalance entre la certeza que uno tiene sobre los gastos y la incertidumbre que tienen sobre los ingresos y, por lo tanto, es un desafío fiscal que está permanentemente en todos los países.
Frente a eso, una recomendación que hacemos es ser prudente, Es decir, ‘mire, si tiene incertidumbre respecto a los ingresos, mejor que sea prudente, porque si los ingresos después no llegan, se genera un desequilibrio fiscal mayor’.
¿Qué pasó este año? La verdad es que la interna no la conozco, pero lo que muestran los números es que hubo una sobreestimación particularmente alta de los ingresos fiscales. No sé exactamente porqué pasó, pero fue un error de proyección.
- Ustedes propusieron una mesa de trabajo a Hacienda y Dipres para ver la manera de mejorar las proyecciones. ¿Han tenido feedback al respecto?
- Creemos que hay espacio para mejorar, hemos ofrecido la posibilidad de un trabajo conjunto para hacer propuestas, hay organismos internacionales que pueden hacer recomendaciones para mejorar las proyecciones de ingresos, para ver los riesgos que hay en las proyecciones.
Ahora, esto no es algo que le pase solo a Chile, en todo el mundo hay incertidumbre respecto a las proyecciones de ingresos. Todavía no hemos tenido respuesta.
Igual, los errores siempre van a existir, los comete el Banco Central también por ejemplo.
“Uno debiera ver cómo ajustar el gasto, no buscar el FFES como fuente de financiamiento alternativo”
El vicepresidente del CFA cree que es contrario a la responsabilidad fiscal utilizar los ahorros del Estado en un año que no ha estado marcado por crisis económicas.
- ¿Hubo un tirón de orejas del CFA al Ejecutivo y al Congreso de no autorizar que de nuevo se use el FEES para financiar gasto en un año que no es de crisis económica?
- Hasta los cambios a la Ley de Responsabilidad Fiscal aprobados este año, el Ejecutivo podía usar libremente el FEES. Desde que existe el FEES el año 2007 en adelante no han existido restricciones para eso y los ministros de Hacienda lo han utilizado normalmente para enfrentar crisis, como la financiera global, el estallido social y la pandemia. Y en años de no crisis, el FEES no se usó.
Entonces, este año, al igual que siempre, el ministro de Hacienda tenía la posibilidad de usar el FEES para financiar el déficit, pero una práctica de los ministros de Hacienda había sido no hacerlo excepto en años de crisis.
Entonces, no necesitaba una autorización del Congreso, pero el Presupuesto de este año, como quedó diseñado, consideraba como fuente de financiamiento del déficit fiscal el uso del FEES, y eso creemos que no debió haber sido así.
- ¿Y eso por qué ocurrió?
- La discusión que hubo el año pasado era que el Gobierno estaba pidiendo mucho espacio para endeudamiento. Entonces, al final le redujeron el espacio de endeudamiento justo en US$ 3.000 millones, pero le pusieron el FEES como alternativa de financiamiento y eso deteriora la posición financiera neta igual.
Por lo tanto, si esa disyuntiva vuelve a aparecer en el futuro, lo que uno debiera hacer es ver cómo ajustar el gasto, no buscar como fuente alternativa de financiamiento el FEES. Además, queda muy poca plata hoy en ese fondo. La autorización para financiar el déficit de este año con el FEES fue una autorización dada en la Ley de Presupuesto del 2024. Por lo tanto, consensuado entre el Congreso y el Ejecutivo y va en la dirección opuesta de lo que necesitamos, que es recomponer el FEES y no seguir gastándolo, menos en un año normal como este, que no es un año de crisis.
Entonces, desde el punto de vista de la responsabilidad fiscal, hubiera preferido que el gasto se ajustara a los ingresos y al espacio de endeudamiento que se aprobó y no se considerara además un uso del FEES.
- ¿Esta autorización también viene en la ley de Presupuestos 2025?
- No que yo sepa. Y precisamente nuestra recomendación es que no se repita eso.
- El diputado Karim Bianchi propuso que algunas de las sugerencias del CFA sean incorporadas como indicaciones a la Ley de Presupuesto 2025. ¿Le parece una buena idea?
- Esta es una opinión personal, porque no la hemos conversado al interior del Consejo, pero esa idea me parece atractiva, porque es una forma también de llegar a acuerdos con el Gobierno cuando hay tensiones en torno a las proyecciones de ingresos y si se va a cumplir o no la meta.
La idea de que haya indicaciones a glosas que obliguen al Ejecutivo a hacer un seguimiento más estricto de los ingresos o cómo se va ajustando el gasto para cumplir la meta, puede ser una vía de escape para que se pueda aprobar la Ley de Presupuesto y tener un grado de certeza mayor de si se irán cumpliendo las metas fiscales.