Una cuota de tranquilidad pero en ningún caso de autocomplacencia pusieron ayer las principales autoridades económicas del país ante el desplome en los mercados bursátiles que siguió a la confrontación entre Arabia Saudita y Rusia, en medio de la debilidad económica con la que amenaza la expansión del coronavirus.
Tras participar en el comité políticó en La Moneda, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, reconoció el “shock fuerte” generado en el exterior, pero enfatizó que el Estado tiene las herramientas para enfrentarlo.
“Estamos bien preparados institucionalmente”, explicó, apuntando a que “tenemos una regulación financiera robusta, tenemos los mecanismos de coordinación con todos los reguladores económicos y financieros”.
Por la tarde, el mismo Ministerio de Hacienda convocó a una reunión extraordinaria del Consejo de Estabilidad Financiera (CEF) para monitorear la situación local e internacional.
Tras la cita, la instancia destacó a través de un comunicado que la flexibilidad cambiaria y la profundidad del mercado de capitales son factores que facilitan el ajuste de la economía chilena frente a shocks externos.
Asimismo, el ministro Briones destacó que el país cuenta con “una institucionalidad financiera robusta, un sistema financiero sano, así como las herramientas necesarias para lidiar con una situación de mayor volatilidad financiera internacional”.
El superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, indicó que en el marco de su política de monitoreo diario de las inversiones de los fondos de pensiones y dado los antecedentes disponibles, la instancia ha reforzado su política de seguimiento sobre el desempeño de los activos previsionales e intensificando su comunicación con las administradoras para garantizar el correcto funcionamiento del sistema de pensiones.
El presidente del Banco Central Mario Marcel, subrayó que el ente rector cuenta con los instrumentos para hacer frente a nuevos desafíos y recordó que se encuentran en plena aplicación las facilidades extraordinarias de provisión de liquidez en pesos y en dólares, que pueden ser ajustadas a las necesidades de la economía; el programa de intervención cambiaria sigue vigente y puede reactivarse ante un resurgimiento de la volatilidad de origen interno; la política monetaria se encuentra en una disposición claramente expansiva y cuenta con espacio para reaccionar ante cambios en las perspectivas para la inflación en el horizonte de 24 meses.
Las autoridades dijeron que continuarán monitoreando coordinadamente la evolución de los mercados financieros internacionales, evaluando medidas para mitigar los potenciales efectos sobre los mercados financieros locales y velando por la continuidad operacional de ellos.
Más incertidumbre
Antes que terminara la reunión del CEF, el Banco Central se sumó a las señales hacia el mercado y admitió a través de un comunicado que la expansión del también denominado “Covid-19” en el mundo ha “elevado significativamente la incertidumbre”, tanto por sus efectos sobre la población, como por el impacto económico de las medidas de contención aplicadas por las autoridades.
“Esta situación ha comenzado a generar efectos reales en los países más afectados y ha gatillado caídas significativas en los mercados financieros globales”, recalcó junto con plantear que “la protección que ofrece el marco político e institucional de la economía no debe dar lugar a la autocomplacencia”.
Al contrario, dijo la autoridad monetaria, “el escenario actual debería fortalecer el sentido de urgencia para la implementación de las medidas sanitarias, económico-sociales y de política pública relacionadas con las causas de fondo de la mayor incertidumbre y debilitamiento de la actividad”.
Al referirse al “conflicto” entre los productores de petróleo, sostuvo que configura una situación externa “delicada, donde la alteración de las cadenas de valor, la alta incertidumbre y el deterioro de la demanda por motivos precautorios, elevan la posibilidad de un ajuste relevante en algunas de las mayores economías”.
El banco dijo que “en el caso de Chile, es necesario sopesar el posible impacto positivo de un menor precio del petróleo sobre nuestros términos de intercambio, con el eventual efecto contractivo de condiciones financieras externas más adversas y un deterioro de la actividad mundial”, dijeron.
En su argumentación, la autoridad se abrió a retomar la intervención del mercado cambiario anunciada a fines de noviembre para contener el alza del dólar frente al peso local y agregó que la política monetaria se encuentra en una disposición claramente expansiva y cuenta con espacio para reaccionar ante cambios en las perspectivas para la inflación en el horizonte de 24 meses.
Junto con señalar que continuará “velando por la estabilidad de precios y resguardando la estabilidad financiera que constituyen su mandato”, el banco manifestó que “seguirá aplicando sus capacidades profesionales para analizar la situación económica del país, y estará disponible para utilizar los instrumentos con que cuenta, con la oportunidad y efectividad que han sido reafirmadas en los últimos meses”.
Exportaciones chilenas sumaron su segundo mes de caídas
Un 6,6% cayeron las exportaciones chilenas en febrero en comparación con igual mes del año anterior, registrando su nivel más bajo en monto desde abril de 2017 al marcar US$ 5.134 millones. Con esto suma un segundo mes consecutivo en rojo, según informó el Banco Central.
Los envíos de cobre retrocedieron 2,3%, mientras los despachos de la minería lo hicieron un 1,8%. Las exportaciones del metal rojo reflejan los efectos de la menor demanda por parte del principal socio comercial del país, China, como consecuencia del coronavirus (Covid-19). En monto, el cobre también registra su nivel más bajo desde abril de 2017, al registrar envíos por US$ 2.484 millones.
Adicionalmente, las exportaciones agropecuarias fueron las más afectadas en el segundo mes del año con un retroceso de 8,9%. Eso sí las cerezas mantuvieron su racha positiva, con un crecimiento de 28,8%. En contraposición, por producto la pera, ciruela, el arándano y uva cayeron 28,5%, 25,8%, 12,4% y 10,6%, respectivamente.
Los envíos industriales cayeron un 12,2%, siendo los envíos de celulosa los más afectados con un retroceso general de 38,9%.
En tanto, las importaciones continúan con la tendencia negativa sumando seis meses de caídas. En febrero cedieron un 18,1%.
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