El investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), Lucas Sierra, no tiene una mirada apocalíptica, como él mismo asegura, de la crisis política que enfrenta el país. En conversación con DF analiza los pasos que se están dando en lo que él llama el "reordenamiento institucional" y de qué manera el Congreso ha asumido las recomendaciones de la Comisión Engel en la que participó.
- ¿Cuál es el corazón de la agenda de probidad y transparencia y que usted llama reordenamiento institucional?
- El corazón está compuesto por algunos elementos, pero hay un núcleo compuesto por la forma en que regulamos el sistema electoral, el financiamiento de la política -campañas electorales y de los partidos políticos fuera de campaña-, la Ley de Partidos Políticos y la institucionalidad reguladora de la política -una combinación que es el órgano administrativo regulador que hoy día se llama Servel y el mecanismo jurisdiccional vinculado a esto que es el Tricel-.
- ¿Se está cumpliendo el objetivo de mejorar la institucionalidad con la agenda de probidad y transparencia?
- En términos generales, sí. Hay cuestiones que son riesgosas, algunas que son erróneas; pero en conjunto se está avanzando y tengo la esperanza de que una vez más se aproveche la crisis como oportunidad y no como peligro.
- ¿En qué se avanza?
- En la Ley de Partidos Políticos, tenemos una regulación que viene de la dictadura y que ya es tiempo de cambiar. Es innecesario, sin embargo, que los partidos se conviertan en personas jurídicas de derecho público.
- ¿Por qué?
- Los partidos políticos son una mezcla curiosa: por una parte, cumplen funciones públicas de la mayor importancia, pero por otra, son concreciones del derecho de asociación y de libertad de opinión. Esta mezcla se preserva bien en la medida en que tengan dimensiones privadas importantes y ciertos controles públicos.
Veo riesgoso que la combinación que se esté haciendo hoy, en el sentido de hacerlos personas jurídicas de derecho público con financiamiento fiscal –aunque me parece muy positivo que tengan financiamiento fiscal-, vaya a exponer a los partidos, eventualmente, a un control excesivo.
La idea de persona jurídica de derecho público, más financiamiento fiscal, le abrirá la puerta a la Contraloría, a la regulación de transparencia. Creo que eso es malo.
- ¿Por qué es malo? Esa mirada va en contra de lo que la mayoría cree.
- Porque la regulación de transparencia tiene que estar enfocada hacia las autoridades públicas y los partidos no lo son. Sus militantes pueden llegar a ser autoridades, pero inmediatamente se ponen en un estatuto que ya está controlado. Si reciben financiamiento fiscal debe estar fiscalizado y súper controlado, pero no como una autoridad sujeta al control de transparencia, porque los partidos deben tener ciertos espacios de privacidad para tomar sus decisiones, que después serán controladas públicamente.
- ¿Será que la autoridad está motivada por la situación política y tiende a exagerar?
- Se ha producido una histeria por los hechos que han ocurrido, que hay que distinguir, porque no son todos iguales; pero que claramente son un llamado de atención importante para seguir mejorando las instituciones. Hay otros hechos, que no son muchos, que pueden tener carácter de delito, que deben ser perseguidos y sancionados en conformidad a la ley. Pero me da miedo que en esta situación de histeria que se ha producido vayamos a sobrerregular.
- ¿Se estaría dando eso ya?
- En algunos casos sí. Por ejemplo, poner a un partido como persona jurídica de derecho público me parece un caso de sobrerregulación. Pero se están haciendo otras cosas buenas como mayores estándares de transparencia para los partidos, lo que no significa someterlos a la ley de transparencia, sobre todo asociado al hecho positivo de que van a recibir mayor financiamiento fiscal.
- ¿En qué graficaría esos mayores estándares de transparencia?
- A que informen actualizadamente sobre sus estructuras de gobierno, de las personas que ocupan los cargos de poder al interior, que tengan mejores normas de democracia interna, mejores tribunales internos también. Los partidos tienen órganos ejecutivos, legislativos y jurisdiccionales y en esos tres componentes se tienen que hacer mejoras y creo que ha avanzado.
- ¿Y qué le parece la polémica que se suscitó por los requisitos de constitución de partidos?
- La Comisión de Constitución de la Cámara dio una muy buena señal, que espero se convierta en ley, que es volver a subir de 0,25% a 0,5% por dos razones: hay que facilitar la constitución de partidos, pero no hay que incentivar la constitución artificial de partidos. Hoy tenemos un nuevo sistema electoral que va a facilitar la atomización de los partidos y va a haber financiamiento fiscal para los partidos y esa combinación unida a la rebaja de requisitos va a generar incentivos para la Pyme política.
- Entonces, ¿qué se hace?
- Como en todo, una combinación que tiene que ser razonable en que haya libertad para constituir partidos, pero no se debe incentivar artificialmente la creación de partidos, porque los recursos fiscales que son tan importantes para los partidos se deben usar bien y no en aventuras más empresariales que políticas y porque aún tenemos un sistema presidencialista de gobierno. Y un sistema presidencialista no funciona bien cuando hay demasiada atomización de partidos, en la historia de Chile eso siempre ha terminado mal.
- ¿Comparte las críticas de Eduardo Engel y otros integrantes de la comisión respecto del trabajo que se está haciendo en el Congreso con las propuestas que ustedes hicieron?
- Nosotros hicimos muchas propuestas. Es difícil que se hagan cargo de todo. Además, no hay que legislar con ansiedad, la legislación que hoy se diseñe no es para salir del paso, hay que mirar a futuro. Hay que tratar de hacerlo sin prisa, pero sin pausa.
- ¿Cómo ve lo que se está haciendo en financiamiento de la política?
- A mediano plazo, lo más riesgoso y más criticable es lo que se está haciendo con el financiamiento de la política. Ahí es donde sea ha reaccionado con la mayor histeria.
- ¿En qué aspecto exactamente?
- Estoy muy preocupado por el financiamiento de las campañas.
- Planteó que no está de acuerdo con prohibir el financiamiento de personas jurícas a las campañas, ¿mantiene esa postura?
- Sigo creyendo eso. En vez de prohibir las personas jurídicas, hay que incentivar que donen a las campañas más que las personas naturales. Que además de las empresas, puedan hacerlo los sindicatos, las ONG, por ejemplo.
- ¿Qué falló en la legislación de 2003 para que ocurriera lo que pasó?
- El problema, y esa es la prueba de fuego de la mejor institucionalización de la política, fueron las facultades fiscalizadoras del Servel. En 2003 se hizo un sistema muy interesante, que admite muchas correcciones, pero no fue de la mano con el fortalecimiento de la fiscalización y la sanción. Pero tampoco hay que pasarse de la raya, subirle el costo a la legalidad siempre es un problema.
- ¿Y qué le parece la resistencia de los partidos a la reinscripción total?
- Si un partido quiere optar al financiamiento fiscal, me parece completamente razonable exigirle ciertas cuestiones. Como nosotros propusimos un financiamiento fiscal que parte de él es en función de los militantes hay que tener certeza de los militantes. Pero ojo, esa tarea que cae básicamente en los óganos reguladores entre el Registro Civil y el Servel, es más bien una tarea del Estado.
el desafío de Nicolás Eyzaguirre
- ¿Cómo percibe al ministro Eyzaguirre a la cabeza de esta agenda de probidad y transparencia? Se ha criticado que no se haya asumido por completo el informe de la comisión.
- El informe Engel es un insumo al sistema político y eso es lo democrático, pretender otra cosa... A mi me interesa ver cómo lo toma el sistema político, si hace lo que dice ahí que bien y si no quiero oír razones, pero estoy dispuesto a que no se piense igual. Es un insumo importante, pero la discusión pública es de los órganos democráticos, nosotros no teníamos representación democrática alguna. El informe propone tareas que son distintas.
- ¿Pero cómo ve al ministro Eyzaguirre en este proceso?
- Eyzaguirre lleva poco tiempo, en términos de institucionalidad política. Todavía falta la ley del Servel, que es muy importante, así es que no quiero avanzar un juicio al respecto. Pero no me cabe duda que están trabajando. Sí es importante y creo que se está haciendo es tener una visión sistémica de la política: una visión no sistémica es la transacción que hubo para cambiar el sistema electoral con la baja de los requisitos para constituir partidos, cuando después venía financiamiento fiscal y se olvidó el régimen presidencial. La idea de mirar el todo como un sistema está tomando fuerza en el gobierno. Y un gran desafío del ministro Eyzaguirre será ajustar la ley de financiamiento con la de partidos políticos. Cómo se resuelva esa tarea será un indicador concreto.