Seis diputados de la actual legislatura han sido reelectos permanentemente desde que el Congreso volvió a sesionar en 1990, tras el regreso a la democracia. Esto es algo con lo que algunos sectores políticos, particularmente de la Nueva Mayoría, estuvieron siempre en desacuerdo. Sin embargo, la mirada crítica ha ido variando desde que se promulgó el cambio al sistema electoral que dejó obsoleto al binominalismo. A partir de eso, algunos representantes políticos están replanteándose la idea, pues estiman que con un mecanismo más representativo no es necesario forzarle la mano a la democracia.
En los últimos días del período legislativo anterior -en enero-, el diputado Pepe Auth llamó la atención sobre el hecho de que mientras se avanzaba en la tramitación y posterior aprobación de importantes proyectos de la Agenda de Transparencia, el que limita la reelección de los parlamentarios está estancado en el Senado, pese a que fue aprobado en la Cámara Baja en su primer trámite hace más de dos años.
La iniciativa que aún se tramita en la Cámara Alta circunscribe “la reelección inmediata de los diputados y senadores, a tres y dos períodos respectivamente”.
Según el próximo presidente de la Cámara, diputado Osvaldo Andrade, el estancamiento del proyecto se debe a que “hay mucha gente que piensa que no es una buena idea”. Según explica el legislador, limitar la reelección parlamentaria tenía “mucho fundamento cuando el sistema era binominal y el financiamiento de la política se había privatizado. Entonces, ser
reelecto no tenía que ver con virtudes o con ideas, sino con ser parte de un bloque y tener mecenas que a uno le pusieran las lucas”.
Pero, añade, “cuando hoy el financiamiento está controlado y es público, y cuando hay un sistema proporcional, hay muchos que piensan que no tiene la misma relevancia. Porque limitar la reelección significa también transgredir el principio democrático”.
En este marco, el parlamentario admite que “en principio estoy porque haya un límite, pero lo quiero evaluar en función de la nueva situación”.
Otro que siempre ha estado a favor de poner límite a la reelección es el actual presidente del Senado, Patricio Walker, quien es autor de algunas iniciativas presentadas a trámite. Si bien dice comprender que algunos que estaban en su misma línea vuelvan a estudiar su postura original, dado el cambio al sistema electoral, él mantiene su posición original.
De hecho, aclara el senador DC, “no fui a la reelección por Coquimbo (cuando era diputado por la zona), porque había propuesto limitar la relección de los diputados a dos y yo ya las había cumplido. Traté de ser coherente con aquello”. Sin embargo, reconoce que “el que se haya cambiado el sistema electoral, hoy día reduce la presión para aprobar el proyecto que limita la reelección de los parlamentarios”.
Además, explica que “muchas personas, Eduardo Engel y otros, han manifestado que no son partidarios de acotar la reelección de los parlamentarios; que solamente en dos países del mundo existe, que son México y Costa Rica; y que sin binominal, como en el futuro no va a haber mayor cuestionamiento a la forma en que se eligen los parlamentarios y sobre la base que más de un tercio de estos no se reeligen, según ellos no sería necesario limitar la relección”.
Pese a que admite que todos esos argumentos pueden tener alguna base razonable, reafirma su respaldo a la posición de poner un tope a la reelección.