Sabe que le tocó encabezar el Senado un año particularmente difícil, pero Patricio Walker (DC) no se deja amedrentar. Por el contrario, este "príncipe" falangista asegura: "me gustan estos desafíos" y pese a "todo lo ingrato, estoy motivado con la posibilidad de hacer cambios importantes".
Y en conversación con DF, manifiesta su certeza de que si se aprueban los proyectos de probidad y transparencia, éste "será un año ganado".
- ¿En qué están los anuncios que hizo en su cuenta?
- Todas las medidas ya fueron recogidas en un proyecto que modifica la Ley Orgánica del Congreso, que presentamos antes de cumplirse un mes del anuncio. Esperamos que la Comisión de Probidad y Transparencia pueda abocarse en un cien por ciento a este conjunto de medidas, cuando termine de despachar el proyecto de financiamiento de las campañas. Vamos a crear una Dirección de Probidad y Transparencia, que va a asesorar a las comisiones de ética del Senado y la Cámara; y tendrá que entregarle insumos a la Comisión de Ética para que ésta funcione de mejor manera.
-¿Qué "insumos"?
- Queremos que las comisiones de ética actúen de manera preventiva y proactiva, que crucen la información de la declaración de intereses y patrimonio de un parlamentario con las materias contenidas en los proyectos de ley y le adviertan que tiene que inhabilitarse en un determinado proyecto de ley.
- ¿Ya no sería voluntario?
- Con la modificación a la Ley Orgánica del Congreso pretendemos que cuando la Comisión de Ética le advierta a un parlamentario que tiene conflicto de intereses deba inhabilitarse.
- ¿Si no, a qué se arriesga?
- A sufrir sanciones de multa, que pueden llegar hasta un 15% de la dieta y si es contumaz a perder el cargo. Esperamos que la Dirección de Ética y Transparencia tenga un gran impacto.
- La Comisión de Ética aún no se pronuncia en el caso del senador Rossi, ¿qué señal cree que se da al actuar con tanta lentitud?
- Mi sensación es que están con demasiadas obligaciones y exigencias y con poco personal para cumplir oportunamente con sus funciones, por eso estamos creando esta unidad, para fortalecer la Comisión de Ética. Cuando asumí como presidente del Senado su criterio era que sólo se pronunciaba después de un pronunciamiento judicial, discrepé públicamente y mi argumento fue compartido por ellos, tanto así que lo revisaron y lo cambiaron. Así, cuando un parlamentario confiese una situación irregular, cuando ya están formalizados, es bueno que la comisión conozca los casos, se respete la posibilidad de hacer sus descargos y se tome una decisión.
- ¿La situación del senador Rossi, que siempre negó haber tenido vínculos con SQM, merece un reproche ético?
- Los parlamentarios debemos actuar con estándares de probidad y ética más exigentes que para un ciudadano común. La gente nos pide más y espero que la Comisión de Ética esté a la altura de sus obligaciones y prerrogativas.
- Se lo pregunto porque usted se querelló a raíz de una agresión que afectó al senador Rossi. Ahora, en cambio, no se ha pronunciado. ¿Cuál es la diferencia?
- Un señor senador, que es jefe de bancada, propuso que el Senado se querellara en todos los casos en que hubiese agresión. Eso se para de raíz o después nos podemos encontrar con sorpresas, como las ocurridas en otros países del continente, en que incluso ha habido parlamentarios asesinados.
Respecto de parlamentarios investigados, hay una Comisión de Ética; respecto de delitos que se les puedan imputar, en Chile hay Estado de Derecho y el Ministerio Público está actuando.
El artículo 76 de la Constitución me obliga a no pronunciarme sobre lo que hacen los Tribunales de Justicia en base al principio de separación de poderes.
- Por eso le pregunto su opinión sobre el conflicto ético y no el judicial.
- La situación ética en el Senado de la República la determina la Comisión de Ética.
El año de la probidad
- Muchos parlamentarios argumentan que es injusto que a los partidos constituidos se les apliquen reglas más exigentes que a los nuevos en lo que respecta a la reinscripción.
- Ahí hay un tema. Reconozco que lo que se aprobó producto de un compromiso al que llegó el gobierno con Amplitud, de bajar de 0,5 a 0,25 el porcentaje de electores para poder inscribir un partido político fue un error, porque uno quiere tener partidos representativos. Ese alegato es válido. Soy partidario que se vuelva al 0,5% de electores para poder formar un partido .
- ¿Cree que sus pares están conscientes de la profundidad de la crisis política?
- Sí, creo que sí. Salvo que sea un marciano. Todos vivimos en Chile, nos contactamos con personas, leemos los diarios y vemos las redes sociales. Nadie puede no estar consciente de la magnitud de la crisis de confianza, en el caso del Congreso Nacional y los partidos políticos se ha mantenido constantemente baja la aprobación los últimos 17 años. Además, el nivel de confianza interpersonal es de los más bajos del mundo, el 13% confía en otras personas en Chile. Pero esperamos, no sé si en cinco, 15 ó 30 años más, cuando se revise la historia, que se diga que en 2015 se hicieron cambios radicales e importantes para que esta mala evaluación ciudadana cambie.
- ¿Quiere pasar a la historia?
- No, no, no soy megalómano, tengo la autoestima normal. Créame que soy aterrizado, tengo los pies súper bien puestos en la tierra, pero estoy diciendo que cuando se escriba la historia del Congreso Nacional, en materia de probidad y transparencia, créame que 2015 va a ser un año importante, porque si aprobamos las 12 medidas internas que anunciamos en la cuenta pública más la agenda de probidad y transparencia, se van a provocar cambios institucionales importantes.
- Según la Adimark el rechazo al gobierno sigue subiendo. ¿Se puede revertir este proceso? ¿Es por la mala evaluación de las reformas?
- El gobierno partió con un diseño equivocado, inflando las expectativas y dando a entender que en los periodos de la Concertación no se había querido avanzar más, sin decir lo obvio: que un gobierno serio y responsable hace las cosas de manera gradual, en la medida que existan las capacidades técnicas, administrativas y económicas para hacer los cambios. En el primer gobierno de la Presidenta se partió al revés, no se inflaron las expectativas, las mejores reformas se hicieron como el tercer año, se fue de menos a más. Acá se quiso hacer todo de una vez y eso provocó errores garrafales como la reforma tributaria. Otro tema que nos ha afectado es el de las incertidumbres.
- ¿En qué sentido?
- Es cierto que hay un escenario externo muy difícil y complicado. Pero las incertidumbres internas también generan problemas. Septiembre será un buen mes para Chile, porque vamos a tener claro el itinerario del proceso constitucional. Tengo la convicción que será un mecanismo institucional, participativo, en el que el Congreso va a tener mucho que decir; lo que no se contrapone con que haya un plebiscito ratificatorio. Tendremos claridad de las indicaciones a la reforma laboral y ya la tenemos de que habrá una modificación a la reforma tributaria.
- ¿Por qué es tan importante?
- Porque ayuda a reducir las incertidumbres, a crear certezas, porque un buen gobierno hace cuatro reformas importantes y no 20, porque no hay capacidad humana, ni económica para hacer todo. Espero que esto ayude a corregir los errores que se cometieron el año pasado.
- ¿Qué le parecen las expectativas que, en este escenario, cifra la oposición en la DC?
- Siempre hemos tenido ese requerimiento de la oposición, no es nada nuevo y sabemos perfectamente cuál es el rol que tenemos que jugar. Y no sólo la DC, hay gente sensata en todos los partidos. Cuando uno mira a un Ricardo Lagos Weber, a un Felipe Harboe o Carlos Montes y estoy siendo injusto, porque probablemente estoy dejando muchos fuera.
- ¿Y cuál sería ese rol?
- Los senadores DC queremos jugar un rol de sensatez, de articular acuerdos. Uno encuentra buenas ideas en todos los sectores políticos, no hay que ser sectario ni excluyente y espero que sepamos jugar nuestro rol en las adecuaciones legales a la reforma tributaria, en la reforma laboral, en los cambios constitucionales. De modo que avancemos en la lógica de la reforma y no de la revolución, de la gradualidad y no del populismo.
- En este escenario, el debate en la NM es si tiene o no continuidad. ¿Qué cree usted?
- Es prematuro hacer ese análisis, llevamos recién un año y medio de gobierno; somos parte de un acuerdo programático y somos un partido serio.
Vamos a estar apoyando a la presidenta Bachelet hasta el último día del gobierno, como corresponde. Porque acá, los outsider o los francotiradores no ayudan a solucionar los problemas, sino a acrecentarlos.
Más que ser opinólogo o profeta del apocalipsis, prefiero ayudar a mejorar las cosas en base a lo que es nuestra visión de centro moderada. Somos un partido que quiere cambios sociales, nos duele la desigualdad, pero queremos que la pega se haga bien y a eso vamos a seguir contribuyendo. Lo que venga después, en un próximo gobierno, será harina de otro costal.
"Comparto con engel que debe haber reinscripción"
- Eduardo Engel expresó dudas acerca de que los parlamentarios estén interesados en hacer cambios realmente profundos, por ejemplo en el proyecto partidos políticos. ¿A qué atribuye que haya empezado a bajar el entusiasmo por mejorar todo?
- No coincido con ese diagnóstico. Dentro de eso, sí comparto con él, y es un tema que espero que la comisión de Constitución de la Cámara recoja lo que dice Eduardo Engel, que no puede ser que a los partidos políticos se les dé financiamiento sin contraprestaciones importantes a cambio. Eso tiene obligación de transparencia total de los partidos políticos, transparencia activa y pasiva, obligación de declarar intereses de patrimonio de todos los integrantes de la directiva, de aplicar la ley del lobby; y, por supuesto, tener que hacer formación doctrinaria y reinscripción de militantes. Comparto con Eduardo Engel que debe haber reinscripción de partidos políticos, porque la gente no entendería que exista financiamiento de los partidos sin mayores exigencias.
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