La mañana del lunes, antes del comité político, la directiva de la Democracia Cristiana realizó su tradicional reunión de mesa, el principal tema que se abordó fue la errática postura de la presidenta Michelle Bachelet desde el cónclave hasta ahora, pasando por la entrevista publicada el fin de semana. Análisis que habría sido compartido por los representantes de todas las facciones que integran la directiva y que va en la línea de lo que vienen planteando desde el mismo día de la cita cumbre todos los sectores del falangismo.
En la tienda insisten en que en el polémico cónclave no se concretaron las medidas para el cambio de rumbo que supuestamente estaría a cargo de los ministros Jorge Burgos y Rodrigo Valdés. De ahí que el presidente de la DC, senador Jorge Pizarro, saliera de la reunión de mesa con destino a La Moneda dispuesto a plantear en el comité político la necesidad cierta de que "el gobierno presente un programa para lo que viene y que lo que se haga se haga bien, porque el tiempo se acaba".
Con lo que apuntan derechamente a que se aclare qué es lo que se podrá hacer, cómo y en cuánto tiempo se hará. Porque, así como existía preocupación sobre la aplicación de la reforma tributaria -lo que se resolvió para el falangismo con el anuncio de la presentación de un proyecto para modificar la reforma, lo que se haría incluso antes de la tramitación del Presupuesto-; también la hay en materia laboral y, particularmente, en educacional, área en la que estiman que la autoridad debe aclarar pronto si es posible tramitar simultáneamente todos los proyectos anunciados, pues en la tienda existen dudas de que pueda ser así.
Según plantea un dirigente del falangismo, desde el cónclave la Presidenta ha mostrado una actitud "errática" que ha terminado confundiendo no sólo al mundo político, sino también a la ciudadanía. Y descarta que todos los presidentes de partido hayan tenido una actitud complaciente con la mandataria en la cita cumbre, pues asegura que pese a su lealtad y cercanía con la jefa de Estado, Pizarro "fue el que habló más duro".
Y si bien, tras la cita, el discurso del timonel fue más moderado que el de sus camaradas de partido, con el paso de los días y las siguientes intervenciones de la mandataria, que no terminaban de aclarar el escenario, el discurso de la colectividad se fue homologando al punto que la Democracia Cristiana se cuadró tras la defensa de la línea de Jorge Burgos y, por añadidura de Valdés. Hace mucho que la DC no estaba tan alineada. Y en la tienda comentan que hace rato Ignacio Walker no está sólo en sus críticas, sino que a ellas se suman las de distintas facciones del falangismo. En esto, comenta un representante, "toda la DC tiene la misma mirada".
Fue el propio Pizarro quien reforzó este comentario, cuando a la salida del comité político de ayer lunes señaló que la Presidenta "es la que nombró a Burgos, a Valdés y a Díaz para cambiar el rumbo de un gobierno que anda mal" y que si no es así, entonces la mandataria provocó "confusión".
Confusión que, a estas alturas, tiene peleando a toda la coalición oficialista que le ha dado diversas interpretaciones a sus intervenciones.
De hecho, en el comité político fueron aceptados los puntos planteados por Pizarro. Pero aún así el máximo dirigente habría pedido que se realizara otro comité político hoy para resolver el problema que han generado las distintas declaraciones de Bachelet al interior de la Nueva Mayoría, pues en la tienda sienten que ha sido la propia mandataria quien ha generado los dimes y diretes que se han producido entre los integrantes de la coalición que sustenta su gobierno.
Por otro lado, en el falangismo sostienen que la mandataria se está jugando "la capacidad de aterrizar el programa" y dispersar las "fuentes de tensión" que generan temas como la reforma laboral, ahora que ya se despejaron las dudas de cómo se haría para aplicar la tributaria; los temas de seguridad ciudadana y la nueva Constitución.
Al cierre de esta edición, la DC analizaba el tema político en su Consejo Nacional.