Tratando de proyectar lo que serán las votaciones decisivas que enfrentará el proyecto de reforma laboral en el Congreso -en medio del férreo rechazo al articulado que ha mantenido la Alianza durante su tramitación-, el subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz, señaló ayer que se dará la contradicción en la oposición "que vota en contra la idea de legislar y que después apoya transversalmente muchas disposiciones la discusión en particular".
Al participar en el encuentro "Reforma Laboral en la recta final", organizado por el Centro de Políticas Laborales de la Escuela de Gobierno de la U. Adolfo Ibáñez (UAI), donde también participaron el diputado Osvaldo Andrade y el senador Andrés Allamand, el personero afianzó el discurso del oficialismo frente al articulado que tiene, incluso, a la Nueva Mayoría en la encrucijada.
Por esto, Díaz se encargó de reafirmar la convicción del gobierno que "hay materias transversales que han sido o pueden ser objeto de perfeccionamiento, pero que hay un ancho camino ahí para avanzar y hacer de este un buen proyecto en todo sentido y transversalmente reconocido", reiterando que están abiertos a incorporar nuevos perfeccionamientos y reglas diferenciadas para las empresas de menor tamaño.
Las reacciones a sus dichos no se hicieron esperar. En medio del debate, Allamand rápidamente salió a justificar su voto, asegurando que la iniciativa representa una visión equivocada que finalmente conducirá a que el gobierno deba corregir lo ya realizado.
Aseguró en forma persistente durante sus intervenciones estar absolutamente convencido de que éste es un "muy mal proyecto y que de alguna u otra manera es la guinda de la torta de una visión profundamente equivocada del funcionamiento en general de la economía".
Y sus críticas fueron más lejos: "Tiene graves problemas de inconstitucionalidad (...) Va a desincentivar la contratación y se va a perder empleo".
Uno de los tópicos más polémicos del encuentro fue la discusión que sigue generando controversia en cuanto abrir la puerta al reemplazo en huelga con trabajadores internos.
Díaz fue claro en insistir que "una huelga con reemplazo es un león sin dientes. La idea es fortalecerla para que no ocurra y el reemplazo evidentemente hace que la huelga no sea efectiva".
Punto que también fue abordado por Andrade, quien apuntó que al parecer el reemplazo externo ya definitivamente ha sido descartado, incluso, conceptualmente. Además, calificó como una "majadería" el reemplazo interno. "Con las facultades de administración, tal cual como está el proyecto en el primer trámite, con la polifuncionalidad, insistir en reemplazo interno, es lo más inútil que puede haber", dijo.
"Si insisten en reemplazo interno, hablemos de nuevo de servicios mínimos, pero las dos cosas son un abuso. Mi impresión es que los servicios mínimos quedaron muy bien planteados, entonces, insistir en lo otro es una tontería", puntualizó.
Además, planteó que se debe resolver el tema del paro ilegal y analizar las prácticas desleales.