Gastón Lewin no lo duda. A la hora de pronunciarse sobre si la presidenta Bachelet debe ir hacia un "realismo con renuncia", es tajante: "Estoy de acuerdo. Hay que dejar cosas de lado", sostiene el segundo vicepresidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).
Y sus razones resultan evidentes. No sólo tiene críticas a la reforma educacional -que acusa olvidó la formación técnica- sino que también se suma a la alta inquietud que genera en el edificio de La Industria el proyecto laboral.
Por lo mismo, el ex timonel de Asimet valora la extensión del plazo para debatir indicaciones. "Va a ser mucho más complicado, porque es lo mismo que si tuviera apendicitis, pero no se quiere operar ahora; le dará peritonitis después y hay gente que se muere de eso", grafica en el entendido que se podría ir hacia un escenario de "reformar la reforma".
- ¿Con qué sabor se queda tras las proyecciones del Banco Central en su último IPoM?
- Me quedé preocupado. Las cifras de inflación sobre el 4% y que se van a mantener en los próximos años, principalmente el año 2016, es algo que llama la atención. Los orígenes de esa inflación son conocidos, pero son preocupantes. Lo segundo, también inquietante, es que con mayor inflación estamos creciendo menos. Y el tema de las reformas es un factor que además incide en el crecimiento.
El fenómeno de China también hay que considerarlo.
Entonces, el conjunto es algo que preocupa porque no se ve la luz al final del túnel. Las señales son preocupantes en general.
- ¿Nos estamos encaminando a una "tragedia griega" o a una gran crisis? El presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, dijo que por lo menos en el escenario base sí tocamos fondo.
- No le pondría un nombre dramático a estas cosas, porque estos nombres no ayudan. Es lo mismo que escuchar declaraciones de ex dirigentes empresariales que hablan de terrorismo y cosas así, la verdad es que no ayudan, no son propositivas, no aportan en nada.
- ¿Hay que esperar el resto del año para saber si tocamos fondo en definitiva?
- Con la experiencia que tengo desde la industria, veo complicado lo que se viene adelante. Hay muchas empresas que están haciendo esfuerzos enormes en este minuto para mantener sus estructuras. Esto tiene un término en algún minuto, porque no se pueden sostener en algún tipo de situaciones. Desde ese punto de vista, esto podría traer cifras que pueden ser más negativas en lo que queda del año o en la mitad del próximo año también.
- ¿Lo peor está por verse aún?
- Todavía vienen momentos más complicados de los que estamos viendo ahora, y me refiero principalmente al tema de la industria.
- ¿De qué dependen estas proyecciones?
- Del escenario externo y de cómo afectan las reformas que están deliberándose hoy; son muchos los factores que están afectando a Chile en este minuto. La forma de cómo enfrentar esto es con la realidad en la que estamos viviendo: con datos duros.
- ¿Qué debería hacer el gobierno?
- De un acuerdo conjunto, diciendo ésta es la situación de Chile y de ésta forma la vamos a enfrentar y vamos a dejar de lado ideologías políticas y vamos a consensuar, ésta es la noción para luego encontrar la solución del problema.
- Pero parece estar consensuado el diagnóstico. ¿Cuál debería ser la medida puntual del gobierno?
- No veo que el diagnóstico esté consensuado, todavía hay muchos que están en desacuerdo sobre que estamos teniendo una caída importante en el desarrollo de la actividad y, hasta hace poco, se hablaba de brotes verdes. Hoy pareciera estar cambiando y he escuchado por ahí algunas cosas.
- ¿Pasaría por congelar algunas reformas?
- Son varias las cosas que se deben consensuar. Primero, realmente tener el espíritu de no solo consensuar sino de actuar consecuentemente con lo que se ha consensuado. Pero ese consenso se tiene que traducir en acciones reales, dejando de lado la ideología. Somos especialistas en hacer diagnósticos y en el que "hay que", que al final eso es lo que quiero que se traduzca en acciones libres de ideología.
- ¿Pero el gobierno debería apuntar en este minuto a congelar algunas reformas? El "proceso constituyente" comienza este mes...
- La reforma constitucional, tal como está planteada, no tiene ningún sentido hoy y lo único que está haciendo es complicar la situación del país. No tengo ningún tabú en decirlo, que está complicando el desarrollo de Chile.
- ¿Y hay que hacer algún cambio a la Constitución?
- No conozco lo que se quiere cambiar todavía. Cuando me digan que quieren cambiar esto, porque el derecho de propiedad no se ampare en algunos articulados de la Constitución o que queremos hacerlo de esta otra manera o queremos cambiar el artículo cuarto de la Constitución, que es un tema fundamental para el desarrollo de un país, ahí podríamos discutir. Pero, ahora, discutir sobre el cómo, donde ni siquiera sabemos qué es lo que queremos cambiar, le agrega un problema enorme al desarrollo de las inversiones en el país.
- ¿Las reformas estructurales son incompatibles cuando hay una economía estancada?
- Me encantaría abrir el espectro industrial de Chile y que tuviera un abanico muy diversos en términos de sus exportaciones. Me encantaría ver una industria manufacturera más potente, pero obviamente estas reformas le agregan un problema al período que está viviendo en Chile. Sofofa ni yo estamos en contra de las reformas, pero hagamos reformas que sean modernas y agilicen al país.
- ¿Y si la economía tuviese buenas expectativas, veríamos también esa férrea oposición de los empresarios a las reformas como están planteadas?
- Los empresarios no están cerrados a las reformas. Las cosas tienen que hacerse en los tiempos que corresponden y siempre hay prioridades que deben ser bien evaluadas para que realmente tengan buenos efectos en la sociedad, porque uno no puede decir a tabla rasa: 'Voy a hacer esto ahora porque quiero'.
- ¿Los empresarios le creen menos a la presidenta que al principio de su gobierno?
- Aquí no se trata de creer o no creer. Hay que mirar la realidad de qué es lo que está pasando.
- Pero les ha manifestado que está preocupada por el crecimiento. ¿Qué tanta sintonía se puede tener cuando uno no ve concretamente un cambio?
- Todavía hay que esperar los resultados de las negociaciones que se están llevando a cabo y lo que está trabajando todo el equipo político.
Reforma Laboral: "lo prioritario hoy es un buen resultado"
- ¿Cuál es la reforma que tendría el impacto más brutal en el país: tributaria o laboral?
- Ojalá que la reforma tributaria se hubiera hecho bien desde el principio, no estaría tomando el tiempo extra que ahora, habiendo algo tan complicado como es la laboral. Lo que es prioritario hoy y que tiene que tener un buen resultado es la reforma laboral, porque si no se provocarán muchos problemas. No problemas de "taimas" sino de conflictividad, rigideces y de productividad.
- ¿La reforma laboral que se despache del Congreso será la gran prueba de fuego tanto para el ministro Valdés como para la Presidenta?
- Creo que sí. Pero no hay que olvidar lo que tienen que poner los políticos aquí.Tienen que pensar en Chile y en las realidades técnicas que se les han comentado. Hay que meterse en profundidad en esos temas.
- Considerando que el gobierno ya se "equivocó" con la tributaria, ¿cometer un nuevo error en la laboral podría ser casi una sentencia para el gobierno?
- Sería gravísimo. Muy difícil, muy complicado, sería muy malo. La verdad que sería como la guinda de la torta. Sería muy grave para el país, muy pernicioso para el país que la reforma laboral se apruebe tal cual como está. Una gravedad enorme. Y no es voluntarismo, ideología, es realidad.
- Habría que encaminarse entonces al realismo con renuncia en algunas cosas...
- Exactamente. Entiendo que al final son decisiones políticas en cuanto a consensuar decisiones políticas buenas para el país y no buenas para un sector determinado.
- La Presidenta entonces tiene que caminar al realismo con renuncia en general...
- Estoy de acuerdo con eso. Hay que dejar cosas de lado.
- El reemplazo interno estaría totalmente desestimado en las indicaciones. En ese sentido, ¿habría que apostar por una reforma a la reforma?
- Las reformas laborales no son fáciles de reformar y pueden ser temas de una enorme conflictividad en el futuro; entonces, arreglémosla antes. Recién nos tropezamos con una piedra grande (en la reforma tributaria) y ahora vamos a ir a otra. Va a ser mucho más complicado, porque es lo mismo que si tú tienes apendicitis pero no me quiero operar ahora, me va a dar peritonitis después, y hay gente que se muere de eso.
- La discusión está sumamente apretada en el Congreso...
- Está sumamente apretada e ideologizada. No se está mirando la realidad.
- En ese caso, ¿daríamos por perdida esta reforma?
- Creo que continuaría siendo un pésimo proyecto el que saldría de ahí.