En La Moneda están conscientes que el caso Caval está lejos de terminar y que los costos derivados de que la familia directa de la presidenta Michelle Bachelet esté siendo investigada sólo dará un respiro cuando exista una sentencia, cuestión para lo cual pueden pasar años.
Esto es parte del diagnóstico que hicieron en el gobierno, luego de que una vez más el hijo de la mandataria provocara un impasse en Palacio, desde donde hubo que reaccionar de forma apresurada ante la información proporcionada por el OS9 de Carabineros que determinó que los datos del disco duro del computador de Sebastián Dávalos -que ocupó cuando era director socio cultural de la Presidencia- fueron borrados.
La respuesta apresurada provino del portavoz, Marcelo Díaz, quien el pasado 24 de agosto dijo que dicha información había sido eliminada siguiendo un protocolo establecido para los funcionarios públicos que abandonaran sus cargos.
El error del vocero quedó al descubierto el miércoles, cuando el jefe de informática de La Moneda, Luis Escalona, declarara ante la comisión investigadora del caso Caval que la acción del borrado fue a expresa solicitud de Dávalos, sin la mención a ningún tipo de protocolo.
Un nervioso Díaz salió ayer al Patio de los Naranjos para reconocer que se había equivocado. Visiblemente incómodo hizo su mea culpa: "Con mucha franqueza, recibí información incompleta que fue la que posteriormente proporcioné a la prensa. Lamento que eso haya ocurrido porque ha generado una situación inconfortable para mí y para el gobierno. Y por cierto, a partir de este episodio vamos a tomar todas las medidas para que aquello no vuelva a ocurrir".
El portavoz no quiso entrar en detalles respecto a cómo seguirá la investigación sobre los datos borrados, como tampoco pudo confirmar si se le pedirá la salida al director administrativo de la Presidencia, Cristián Riquelme, quien fue el que le entregó la información la semana pasada.
Los protocolos y normativas respecto al uso de los computadores de La Moneda señalan, entre otras cosas, que "el usuario debe hacerse responsable de generar los respaldos de información institucional relevantes de su computador (como correos electrónicos) en una unidad de red asignada por el departamento de informática", y que "al momento de devolver un equipo el usuario se compromete a seguir los lineamientos del procedimiento de devolución del procedimiento de activos de información". Ninguno de ellos, hasta ahora, se habría cumplido.
Fuentes del gobierno advierten, eso sí, que el OS9 se adelantó en decir que los datos estaban borrados, pues debido a las técnicas actuales son de fácil recuperación, pues siempre existe un respaldo de discos duros que pueden hacer recuperar la información de manera rápida y eficaz.