Tendencias que podrían revolucionar la forma de producir alimentos
Los investigadores de IBM están creando sensores de Inteligencia Artificial potentes y portátiles que pueden detectar patógenos transmitidos por los alimentos en cualquier lugar
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Las innovaciones que transformarán cada etapa de la cadena de suministro de alimentos dentro de los próximos cinco años están tomando el mercado, y varias empresas en el mundo están usando la tecnología y recursos disponibles para adaptarse a estos inevitables cambios.
¿Qué innovaciones impactarán en los métodos de producción, evitarán desperdicios, protegerán los alimentos y nos ayudarán a reciclar?, IBM responde con 5 propuestas pero vale destacar que su competencia también se prepara para ser parte de esta revolución.
1. Blockchain evitará que se desperdicien más alimentos. Dentro de cinco años, cada participante del ecosistema alimenticio sabrá exactamente cuánto plantar, ordenar y enviar. La pérdida de alimentos disminuirá considerablemente, los agricultores aumentarán los rendimientos de los cultivos y los productos que compren los consumidores serán más frescos, con la ayuda de blockchain y IBM Food Trust.
IBM Food Trust es un registro digital altamente seguro que utiliza tecnología blockchain para conectar a cada miembro de la cadena de suministro de alimentos a través de información precisa y compartida. Estos avances ayudarán a disminuir drásticamente la cantidad de alimentos que se descomponen antes de que se consuman, actualmente se trata de un 45% de todos los productos perecederos en el mundo, debido a un sistema de distribución caótico que se enfoca poco en el deterioro.
2. Detectives de platos de comida: los sensores de IA detectarán los patógenos transmitidos por los alimentos en el hogar. Los investigadores de la empresa tecnológica están creando sensores de Inteligencia Artificial potentes y portátiles que pueden detectar patógenos transmitidos por los alimentos en cualquier lugar. Estos sensores de bacterias móviles podrían aumentar dramáticamente la velocidad de una prueba de patógenos de días a segundos, permitiendo a los individuos en toda la cadena alimentaria su detección antes de que se convierta en un brote.
Se podrá acceder a estos dispositivos ópticos a través de una aplicación de smartphone que utiliza el procesador del teléfono para conectarse con los sensores, y detectar bacterias tan pequeñas como una micra (unas 75 veces más pequeñas que un cabello humano). En el hogar, los sensores podrían estar incrustados en las tablas de cortar o mostradores donde se corta carne o verdura. Incluso podrían tomar la forma de un accesorio ultraligero adherido a un tenedor, que pueda analizar un bocado de ensalada apenas unos segundos antes de ser comido.
3. Los dobles digitales ayudarán a alimentar a una población creciente utilizando menos recursos. En los próximos cinco años, el acceso instantáneo a datos críticos sobre las tierras de cultivo del mundo podría proporcionarse a cualquiera que lo necesite. A finales de siglo, la población de la tierra aumentará en un 45%, mientras que las tierras cultivables disminuirán en un 20% y es posible que las tierras cultivables no se utilicen de manera eficiente por las pérdidas post-cosecha. Por eso, la creación de un gemelo digital o un "modelo virtual" de los establecimientos agrícolas del mundo podría ayudar a preparar a la agricultura para este desafío.
Los agricultores y productores podrán tomar mejores decisiones con la nueva IBM Watson Decision Platform for Agriculture que combina datos, satélites, teléfonos móviles y sensores con capacidades de inteligencia artificial. La democratización de los datos permitiría a los integrantes del sector agrícola compartir ideas, investigaciones y materiales, y comunicar datos sobre las tierras y la producción de cultivos en todo el planeta, entre otros, para generar vínculos y mejorar la calidad y seguridad de los alimentos.
4. El mapeo de microbiomas nos protegerá de bacterias dañinas. La habilidad de monitorear los comportamientos de los microbios en cada etapa de la cadena de suministro, constantemente y a un bajo costo, representa un enorme salto en temas de seguridad alimentaria.
Los investigadores de IBM, junto a organizaciones aliadas como Mars, Inc., Bios-Rad y la Universidad de Cornell, han decidido estudiar la dinámica de las comunidades de microbios para su aplicación en seguridad alimentaria. Este nuevo régimen permitirá a los inspectores identificar patógenos nocivos que habitan en los alimentos con una sensibilidad más alta, antes de que las personas puedan enfermarse. Este campo en rápida evolución, combinado con big data y microbiología, está construido sobre la tecnología de secuenciación de segunda generación, que los investigadores están usando para recopilar una base de datos de genomas sin precedentes a través de un acuerdo llamado el Consorcio para la Secuenciación de la cadena de suministro de alimentos.
5. Un nuevo proceso radical de reciclado dará nueva vida al viejo plástico. En cinco años, la eliminación de basura y la creación de nuevos plásticos se transformarán por completo. Esta transición será impulsada por innovaciones como VolCat, un proceso químico catalítico recientemente descubierto por investigadores de IBM que digiere ciertos plásticos (poliésteres) en una sustancia que puede ser devuelta directamente a las máquinas de fabricación de plástico para hacer nuevos productos. Se descompondrá plásticos transparentes o de colores, recipientes sucios y limpios, para generar un producto final de alta calidad que es 100% reciclable.
Los residuos plásticos están plagando nuestro planeta. En total, la humanidad ha producido más de 8 mil millones de toneladas métricas de plástico. La mitad de todo el plástico recién fabricado se convierte en basura en menos de un año y para 2050 se proyecta que en el océano habrá más plástico que peces. El PET es uno de los polímeros plásticos fabricados más comunes (aproximadamente el 10% del total de plásticos producidos por año), un ingrediente clave en los paquetes de alimentos y bebidas y en las fibras de tela; históricamente, la mayor parte de este material no fue reciclado y se estima que cada año ingresan al océano 8 millones de toneladas métricas de plásticos PET.