Es momento de hablar de Europa, y no sólo por la posibilidad de una negociación para el fin de la guerra en Ucrania. Tampoco porque las acciones europeas están volviendo a ganar preferencia entre los analistas. Es momento de Europa porque Alemania, la principal economía de la región va a las urnas.
Los alemanes acudirán a las urnas el 23 de febrero. Son unas elecciones adelantadas, que ocurren apenas tres años después de que se instalara el Gobierno liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz.
Tras los 16 años de liderazgo de Ángela Merkel, el corto Gobierno de Scholz no puede evitar un tinte a fracaso. Formado en coalición con los Verdes y los demócratas liberales, la administración prometía transformar Alemania y repuntar su crecimiento, que se había desacelerado a tasas de 1% anual en los dos años previos a la pandemia.
En su lugar, Scholz y su coalición dejan a un país en dos años en recesión y con unas expectativas de magro crecimiento (0,4%) para este período. Sus esfuerzos por deslindarse de responsabilidad del deterioro económico pierden fuerza cuando se recuerda que, antes de ser Canciller, Scholz fue Ministro de Finanzas (2018-2021).
Es cierto que esta coalición no es del todo responsable del colapso del modelo alemán de crecimiento, basado en energía barata de Rusia y exportaciones a China; tampoco de la ola de refugiados que aceleró el aumento de la población (dos millones de personas desde 2022) por la guerra en Ucrania. Pero se le critica la adopción de políticas y regulaciones de manera acelerada, que aumentaron los costos para las empresas y hogares.
El Partido Social Demócrata (SPD) de Scholz llega como tercera fuerza política a las elecciones. La encuesta más reciente le da apenas el 16% de la preferencia de los votos al actual Canciller. Es la coalición democratacristiana (CDU/CSU) la que lidera con un 29%, tras adoptar un discurso y una agenda más conservadora, por ejemplo frente a la inmigración. En un shock al sistema político europeo, segundo está Alternativa para Alemania (AfD) -la derecha radical- con un 21% de las preferencias. Los Verdes obtendrían 12%.
Para Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg Economics, el escenario más probable será la formación de un Gobierno de coalición entre CDU/CSU y SPD o los Verdes. Pero sólo si logran sumar una amplia mayoría lograrían llevar a cabo reformas mayores.
Es decir, que todo favorece a una continuación del status quo. Lo que -dada la recesión económica- no son buenas noticias.
Primeras señales
En Wall Street la atención seguirá centrada en la Reserva Federal y sus próximos pasos, con la minuta de la última reunión de política monetaria como evento principal. El documento se publicará el miércoles 19. Pero los comentarios de los miembros del FOMC queda desactualizado ante el último reporte, que confirmó el aceleramiento de la inflación.
Analistas, sin embargo, buscarán cualquier referencia a cómo los miembros del comité de la Fed están evaluando el impacto que la política de alzas tarifarias de Donald Trump tendrá en la economía.
Quizás más interesantes sean los índices PMI de febrero que se publicarán hacia el final de la semana (viernes 21). Se trata de la primera estimación de los índices tanto de la UE como para EEUU.
En el caso de los índices de EEUU es la primera medición o señal que recibiremos sobre el dinamismo de la economía en el primer mes de Gobierno de Donald Trump.
La medición de enero mostró señales de desaceleración, pero bien pudo tratarse de un fenómeno temporal.
Metales y tarifas
Fuera de la macroeconomía, seguiremos recibiendo reportes de resultados de grandes empresas. La próxima semana tendrá un foco en la minería. Con BHP y Antofagasta (martes 18), Rio Tinto y Vale (miércoles 19), y Anglo American (jueves 20) en la agenda.
Proyecciones de demanda y precio de los metales, así como el impacto de alzas de aranceles dominarán las llamadas entre los ejecutivos y los analistas.
Rio Tinto llega a la presentación de resultados como una de las favoritas en el mercado. El jueves pasado concretó la adquisición de Arcadium Lithium, y la minera expresó su confianza de que la administración de Trump aprobará pronto su proyecto de mina de cobre en Arizona. Analistas dan a la acción un alza potencial de 46%.
En una propuesta contraria, esta semana analistas de UBS prefieren Antofagasta por sobre Rio Tinto, argumentando mejores perspectivas de largo plazo por su dominio en la industria del cobre.
Vale seguir de cerca…
Feriado en Wall Street:
La bolsa estadounidense estará cerrada el lunes 17 por el feriado del Día de George Washington.
Resultados:
Airbus, Mercedes Benz, Walmart y Alibaba reportan resultados el jueves 20.
La balanza europea
En medio de la amenaza tarifaria de Trump, el reporte de balanza comercial de la Eurozona tendrá más relevancia. El mercado anticipa un repunte importante del superávit comercial en diciembre. (lunes 17)
Presión por el BOE:
Reino Unido reporta datos de empleo el martes 18. El alza esperada en los salarios pondría bajo presión al Banco de Inglaterra y futuros recortes de tasa. Al día siguiente se publicará el reporte de inflación de enero.
Piso en China:
Analistas buscarán señales de que la crisis del sector inmobiliario chino ha tocado fondo en el índice de precios de la vivienda correspondiente a enero. (miércoles 19)
En la región:
Colombia (lunes 17) y México (viernes 21) publican el PIB del cuarto trimestre y el índice de actividad de diciembre. Banxico presenta las minutas de su última reunión de política monetaria (jueves 20). El tesoro brasileño prueba el apetito y confianza del mercado con una colocación de deuda a 6 meses, dos y 10 años (jueves 20).