Nuevas medidas de la Fed no logran entusiasmar a Wall Street y bolsa chilena cayó más de 5%

La ansiedad generada entre los inversionistas por el potencial impacto en la economía global de la propagación del coronavirus sigue haciendo a las suyas. Al punto que ni siquiera el último anuncio que hizo la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos está logrando tranquilizar a los mercados.

Mientras que los países del mundo siguen endureciendo sus medidas para contener la pandemia y los pronósticos de crecimiento se van poniendo más pesimistas, el mayor banco central del mundo anunció un nuevo apoyo a los mercados con un agresivo programa de compra de activos. La mejora de sentimiento provocada por la noticia, sin embargo, no duró mucho.

Los mayores índices de Wall Street terminaron el día con fuertes caídas, ignorando el estímulo del mayor central del mundo.

Al finalzar las operaciones, las mayores bajas se vieron en el Dow Jones, que retrocedió 3,09%, mientras que el S&P 500 industrial cayó 2,93% y el Nasdaq compuesto cedió sólo 0,27%.

El caso chileno

Como suele suceder, las mayores ruedas de América Latina siguieron de cerca las caídas de la bolsa estadounidense, con caídas transversales.

El Bovespa brasileño lideró las contracciones hoy, cayendo 5,11%, mientras que el IPC mexicano retrocedió un 3,81% y el S&P BVL peruano retrocedió 2,35%. Argentina y Colombia tienen cerrados sus mercados por feriados, desligándose de la depresión bursátil.

La Bolsa de Santiago, por su parte, no tiene tanta suerte.

En la primera hora de operaciones, la rueda nacional vivió un pequeño repunte, pero el entusiasmo se esfumó rápidamente y los inversionistas nacionales hicieron caso omiso al anuncio de la Fed, aumentando la presión vendedora.

Con todo, el IPSA cayó 5,86% , ubicándose en 2.896,91 puntos.

Las caídas son bastante transversales, con sólo tres de los 30 títulos que componen el indicador se mantuvieron a flote, pero las mayores contracciones se ven en diversos sectores.

La sociedad de inversión Compañía Sudamericana de Vapores, que invierte principalmente en la naviera Hapag-Lloyd, cayó cerca de 15%, mientras que Inversiones Aguas Metropolitanas, Banco de Chile, Falabella, Colbún, Engie Energía Chile, AES Gener y Ripley anotan caídas de dos dígitos.

Por el contrario, los únicos avances del momento se viven en Itaú Corpbanca, la serie B de Embotelladora Andina y Sonda.

Estos resultados se dan en un contexto en que, además de mirar con preocupación los potenciales efectos del Covid-19, los capitales locales ven cómo se expande la enfermedad por el país, con más de 600 contagiados y el primer caso fatal registrado el fin de semana.

Europa redobla bajas

La mañana fue un sube y bajas en las mayores plazas bursátiles de Europa, que pasaron de caer en bloque más de 3% a recortar pérdidas después del anuncio de la Fed, para luego encaminarse nuevamente al cierre con fuertes pérdidas.

La mayor baja individual se da en el Reino Unido, uno de los países que ve el brote más de cerca ahora, donde el FTSE 100 perdió un 3,79% de su valor.

Le siguieron las bajas de 3,32% en el CAC francés, de 3,31% en el Ibex español y de 2,10% en el DAX alemán, mientras que el benchmark regional EuroStoxx 50 perdió 2,47% de su valor en este momento.

Asia en rojo

La diferencia de husos horarios dejó a Asia sin poder captar el anuncio. El cierre de las operaciones dejó al Hang Seng hongkonés con una caída de 4,86% y al CSI 300 de China continental con una contracción de 3,36%.

Japón logró desmarcarse de las bajas, con una subida de 2,02% en el Nikkei, poniéndose al día con los avances de las bolsas el viernes, cuando Tokio estaba cerrado por la celebración del Equinoccio de Primavera.

Como ha sido la tónica las últimas semanas, el ritmo del mercado lo está dictando el sentimiento global en torno al coronavirus, que el último mes ha tenido una agresiva expansión internacional, siendo declarada como una pandemia, con un costo humano especialmente alto en Europa.

Así, los inversionistas se han movido entre el optimismo que han inyectado las medidas de emergencia de los mayores bancos centrales del mundo -incluyendo la Reserva Federal, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón- y el pesimismo que despierta el deterioro de las perspectivas económicas globales.