La bolsa chilena abandonó su último techo para terminar febrero, ya que la guerra comercial impulsada por Washington y las trabas para acordar la paz en Ucrania aumentaron el nerviosismo en el mundo emergente. En tanto, Wall Street se apresuró a marcar un repunte antes del cierre.
Después de que el jueves marcó su récord número 17 del año, hoy el S&P IPSA cerró con una caída de 0,82% a 7.332,12 puntos, presionado de manera especial por SQM-B (-3,95%), que tuvo el peor desempeño del índice, siendo además una de las acciones con mayor ponderación interna.
Aunque este viernes terminó en rojo, el IPSA subió un modesto pero resiliente 0,28% a nivel semanal. Además, terminó febrero con un alza de 1,84% que es la octava consecutiva, e implica su racha de ganancias mensuales más larga desde 2010.
Los montos transados de acciones nacionales sumaron $ 429 mil millones, cifra muy por encima de lo habitual, y que se debió a un rebalanceo del proveedor de índices MSCI. Fue el primero de este año, y como es natural, generó importantes flujos de compraventa por parte de agentes institucionales que ajustan sus carteras a las nuevas estructuras de los índices.
A diferencia de la bolsa chilena, los índices bursátiles de pares regionales como México y Colombia cayeron en la sesión anterior, y hoy volvieron a sufrir pérdidas, después de que China amenazó con represalias contra la sobretasa de 10% anunciada ayer por Donald Trump.
"Si Estados Unidos insiste en salirse con la suya, China contraatacará con todas las medidas necesarias para defender sus derechos e intereses legítimos", dijo este viernes un portavoz del Ministerio de Comercio chino.
En general los ánimos empeoraron luego de conocerse que una reunión de alto nivel entre Trump y su par ucraniano, Volodymyr Zelenksy, no fue fructífera. Ambos mandatarios están en conversaciones para un posible acuerdo de inversión estadounidense en recursos mineros de Ucrania, en parte con el objetivo de dar respaldo a una paz duradera en medio del conflicto con Rusia.
Vidrios rotos
En la Bolsa de Nueva York, la dubitativa sesión de este viernes terminó con un frenesí de compras de último minuto. El Nasdaq remontó 1,63%, el S&P 500 1,59% y el Dow Jones 1,39% de la mano con el resurgimiento de Nvidia (3,87%).
Pero sólo el Dow logró compensar las caídas anteriores de la semana, al subir 0,95%, ya que en cinco días el S&P 500 disminuyó 0,98% y el Nasdaq 3,47%. A nivel mensual, tanto el Dow (-1,58%) como el S&P 500 (-1,42%) y el Nasdaq (-4,3%) sufrieron pérdidas.
Las últimas cifras de inflación alentaron a los inversionistas, ya que el deflactor subyacente de los índices de consumo y gasto personal -que la Reserva Federal mira de cerca- confirmó las expectativas de desaceleración de los precios.
Los rendimientos del Tesoro cayeron a nuevos mínimos del año, y los operadores de futuros ya descuentan tres cuartos de probabilidad de que la Fed lleve a cabo una reducción total de 75 puntos base sobre la tasa de fondos federales este año, empezando a aliviar los costos del crédito tan pronto como en su reunión de junio.
La trama de la Inteligencia Artificial ha sido crucial en los vaivenes de Wall Street. Nvidia viene de desplomarse en una sesión de jueves que fue de mal en peor, profundizándose el pesimismo en horas donde el mercado chileno ya estaba cerrado.
Los más recientes anuncios de aranceles de la Casa Blanca operaron como un negativo telón de fondo para Nvidia, que tuvo resultados "buenos pero no espectaculares" (en palabras de varios analistas), mientras enfrenta una competencia más desafiante desde China.
La fuerte liquidación de ayer repercutió en las bolsas asiáticas, sensibles a la guerra comercial entre Washington y Beijing. El japonés Nikkei cayó 2,88% este viernes y 3,94% a nivel semanal, mientras que el hongkonés Hang Seng perdió 3,28% (2,29% semanal) y el CSI 300 de China continental cayó 1,97% (-2,22% semanal).
Al cierre de los mercados del Viejo Continente, el Euro Stoxx 50 de la zona euro aflojó 0,3%, pero el FTSE 100 de Londres ganó 0,59%. Así completaron retornos semanales dispares, ya que las acciones de la bolsa británica vieron un alza sobresaliente.