UE acuerda destinar US$ 6.500 millones para reactivar economía
Según acordaron hoy en la cumbre de líderes de los Veintisiete, se llevará a cabo un paquete de proyectos de inversión para 2009 y 2010.
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La cumbre de líderes de la UE logró hoy
un acuerdo de principio sobre los proyectos a los que se destinarán US$ 6.500 millones de las arcas comunitarias en 2009 y 2010
para reactivar la economía, anunció el primer ministro checo, Mirek
Topolanek.
La decisión llegó después de tres meses de discusiones entre los
Veintisiete países comunitarios sobre la lista de proyectos y la
forma en que se debía obtener la financiación.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso,
consideró "muy importante" haber logrado un consenso para realizar
las inversiones durante este año y el próximo, según dijo en la
conferencia de prensa que cerró la primera jornada de esta cumbre.
"Los proyectos se han aprobado, ahora tienen que ponerse en
práctica rápidamente. Eso depende de los Estados miembros", recalcó
Barroso.
A nivel europeo, la energía es el principal beneficiario, con un
total de US$ 5.199 millones, mientras que los US$ 1.340 millones restantes
se destinarán a proyectos de internet de banda ancha en zonas
rurales y a medidas relacionadas con la aplicación de la Política
Agrícola Común, según la última propuesta de la presidencia checa.
Dentro del sector energético, la UE destinará US$ 3.087 millones a proyectos de infraestructura de gas y electricidad,
especialmente interconexiones entre países comunitarios.
También habrá US$ 739 millones para proyectos de energía eólica
marina y otros US$ 1.373 millones para proyectos de captura y almacenamiento de
CO2.
El dinero se obtendrá de los presupuestos comunitarios de 2009 y
2010, pero en el acuerdo queda claro que, debido a la "necesidad
urgente de incentivos", todos los trámites legales para la ejecución
de los fondos tendrán que completarse antes del final de 2010.
La Comisión Europea presentó su propuesta en diciembre pasado,
pero la discusión se ha alargado durante tres meses tanto por las
diferencias sobre la financiación como por la insistencia de algunos
países para conseguir más inversiones con el argumento de que debía
haber un reparto más equilibrado dentro del conjunto de la UE.