El director gerente del FMI, Dominique
Strauss-Kahn, predijo hoy que 2009 será "un año horrible", con una
recesión mundial "profunda", y condicionó la recuperación en 2010 a
que los Gobiernos aumenten sus intervenciones en la economía.
En un discurso en el Club Nacional de la Prensa, el jefe del
Fondo Monetario Internacional (FMI) auguró más dolor económico, pese
a las señales incipientes de luz en Estados Unidos.
"2009 será casi con seguridad un año horrible. Prevemos que el
crecimiento entre en territorio negativo profundo", afirmó
Strauss-Kahn.
En marzo, el FMI pronosticó que la economía mundial se encogerá
entre 0,5% y 1% este año.
"Esta es verdaderamente una crisis mundial y nadie se escapa",
alertó el jefe del Fondo, que actualizará sus cálculos de
crecimiento la próxima semana.
Strauss-Kahn reconoció que "la caída libre" de la economía puede
estar comenzando a remitir, pero afirmó que la recuperación prevista
para la primera mitad de 2010 depende de que los países adopten
ahora "las medidas correctas".
"Lo más urgente es que se arregle el sector financiero. No puede
haber una recuperación sin esto", aseveró el jefe del FMI, quien
pidió a los Gobiernos que liberen a los bancos de los títulos
tóxicos que envenenan sus balances y que les inyecten capital
fresco.
En este sentido, dijo que el plan del Departamento del Tesoro de
EE.UU. para resucitar el mercado para la deuda de mala calidad es
"un paso adelante muy importante".
América Latina
Al mismo tiempo, Strauss-Kahn aseguró que los mercados emergentes
encajan un "golpe duro" por la caída drástica de la demanda de sus
exportaciones y la parada súbita de la entrada de capital, lo que
amenaza con echar a perder los avances económicos de la última
década.
América Latina es una de las regiones que sufre ambos efectos,
aunque "ha demostrado ser más resistente" que otras zonas, en
opinión de Strauss-Kahn. "No está en una situación muy mala", evaluó
el jefe del Fondo.
En los países tercermundistas, la crisis podría hundir a millones
de personas en la pobreza, con consecuencias "absolutamente
devastadoras", advirtió.
En su discurso, Strauss-Kahn dijo que el FMI está dispuesto a
ofrecer paquetes mayores de financiación a los países miembros,
ahora que la comunidad internacional se comprometió a triplicar sus
recursos hasta US$750.000 millones.
Afirmó que la entidad reducirá las condiciones que impone por el
uso de su dinero y animó a los países a pedir los préstamos
"temprano, antes de que las cosas se pongan realmente difíciles".
El FMI celebrará la próxima semana su asamblea semestral conjunta
con el Banco Mundial en Washington, y también habrá una reunión
ministerial del G-7 y del G-20.