Se reactivan los ataques con un centenar de muertes tras fin de la tregua entre Israel y Hamás
Israel y Hamás se culparon mutuamente de romper la tregua, y poco antes de las 7.00 hora local cuando expiraba el plazo que no renovaron, comenzó el intercambio de fuego pese a una oposición internacional cada vez mayor.
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Habitantes de la Franja de Gaza amanecieron este viernes bajo el fuego de intensos bombardeos después de que el grupo islamista Hamás e Israel pusieran fin a su tregua, reavivando un doloroso déjà vu de muerte y destrucción en el enclave palestino.
El jueves fue la séptima y última jornada de una tregua negociada por Catar, Egipto y Estados Unidos, a través de un acuerdo que incluyó la liberación de 105 rehenes secuestrados por Hamás, a cambio de la liberación de 240 presos palestinos en cárceles israelíes y la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
Israel y Hamás se culparon mutuamente de romper la tregua, y poco antes de las 7.00 hora local (5.00 GMT), cuando expiraba la tregua que no renovaron, comenzaron el intercambio de fuego pese a una oposición internacional cada vez mayor.
Un portavoz del gobierno israelí aseguró que "Hamás recibirá la madre de todos los golpes", mientras el grupo islamista prometió responder "con firmeza".
Estados Unidos advirtió a Israel contra reanudar la ofensiva militar en Gaza a menos de que tuviera un plan concreto para evitar muertes y desplazamientos masivos de las familias palestinas, como ocurrió previo a la tregua.
Este viernes, Israel esparció desde el aire miles de octavillas en el sur de la Franja, instando a los habitantes de la ciudad de Jan Yunis, considerada a partir de ahora una "peligrosa zona de combate", a que se desplazaran hacia Rafah, también bombardeada hoy.
Pero según autoridades gazatíes, miles de refugiados se encuentran en el Hospital Naser, en Jan Yunis, mientras que Rafah "es hoy una ciudad azotada por el desastre, pues la ayuda médica que entró durante la tregua sólo alcanza para un día".
Crisis humanitaria
La Franja contabiliza más de 15.000 muertos desde que se inició la guerra, el 7 de octubre, además de unas 7.000 personas enterradas bajo los escombros.
Y solo este viernes, ya se registraron 109 muertes más, así como cientos de heridos, indicó el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
"Los equipos médicos se ocupan de un gran número de heridos tras el fin de la tregua y los nuevos bombardeos contra civiles. Los heridos yacen en el suelo de los servicios de urgencias y frente a los quirófanos, debido a la acumulación de casos", denunció el Ministerio de Sanidad.
"La situación sanitaria en el norte de la Franja es extremadamente catastrófica. Los tres hospitales que quedan son pequeños y no están preparados para recibir a un gran número de heridos", añadió, instando a los gazatíes a donar sangre.
Antes del fin de la tregua, el panorama en la Franja era ya apocalíptico.
La inmensa mayoría de los edificios de la mitad norte del enclave quedaron reducidos a cenizas, mientras que cerca de dos millones de gazatíes -casi la totalidad de la población- se encuentran desplazada en pleno invierno, en medio de una grave crisis humanitaria ante el colapso de los hospitales y la escasez de agua potable, alimento, medicinas, electricidad y combustible.