El presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, dijo que su equipo económico "confía firmemente" en
que el plan de socorro bancario presentado hoy servirá para
reactivar el crédito, que se encuentra estrangulado desde que se
inició la crisis.
El Tesoro de EE.UU. presentó hoy una programa que permitirá
comprar a la banca sus activos tóxicos relacionados con el mercado
inmobiliario por hasta un trillón de dólares (millón de millones).
En declaraciones formuladas al mediodía en la Casa Blanca, el
presidente Obama dijo que confía en que el plan presentado por
Timothy Geithner reactivará el crédito, que se encuentra constreñido
tanto para los hogares, como para las empresas grandes y pequeñas.
Desde que se restringió el crédito en septiembre pasado, la
economía de Estados Unidos ha perdido millones de puestos de
trabajo, y la contracción de la actividad económica ha sido la más
notable en décadas.
"Hemos trabajado en varios frentes durante las últimas semanas
con el propósito principal de estabilizar el sistema financiero para
que los bancos reanuden los préstamos, para que funcionen otra vez
los mercados secundarios", afirmó Obama.
Esto es necesario para "que las familias consigan los préstamos
básicos para el consumo, los préstamos para la compra de
automóviles, los préstamos estudiantiles", añadió.
"Es necesario para que las empresas pequeñas puedan financiarse y
para que pongamos en movimiento la economía nuevamente", señaló el
presidente de EE.UU.
Según Obama, "ya empiezan a verse rayos de esperanza en el
mercado de la vivienda donde puede haber comenzado la
estabilización".
"Las tasas de interés hipotecario están en nivel muy, muy bajo y
empieza a verse algo de actividad en el mercado inmobiliario",
añadió.
El llamado Programa Público y Privado de Inversión, como se ha
denominado al plan, arrancará con una contribución de US$ 75.000 a
US$ 100.000 millones del Gobierno federal, procedentes del
plan de socorro financiero que aprobó el Congreso en octubre pasado.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dijo que se espera
que esa iniciativa genere, con la participación de inversores
privados, al menos US$ 500.000 millones en poder adquisitivo
para la compra de préstamos hipotecarios y títulos de préstamos
hipotecarios.