El Gobierno irlandés presentó hoy presupuestos generales de emergencia marcados por una nueva subida
de impuestos y encaminados a sanear las cuentas públicas, dañadas
por la peor situación fiscal y económica de los últimos 20 años.
Estas nuevas cuentas complementan a los presupuestos presentados
el pasado octubre, obsoletos siete meses después para hacer frente a
la grave crisis que atraviesa el país, cuya economía se contraerá
este año un 8% y, quizá, otro 3% más en 2010.
El ministro de Economía irlandés, Brian Lenihan, estableció seis
pasos para salir de la crisis, que se resumen en estabilizar las
cuentas públicas; reformar el sistema bancario y su credibilidad
internacional y recuperar la competitividad de una economía que, en
los últimos años, ha dependido sobremanera del consumo interno y del
sector de la construcción.
Lenihan también consideró clave la protección del empleo y la
formación de los trabajadores, así como la inyección de estímulos
que generen de nuevo confianza en la economía nacional y la
restauración de la reputación del país en el extranjero, dañada,
según dijo, por las prácticas de sus bancos y por asuntos como el
rechazo en referéndum al Tratado de Lisboa.
Pero, como preveían los expertos, el gran perjudicado por los
nuevos presupuestos, los más duros en años, es el contribuyente, de
cuyo bolsillo saldrá la mayoría del dinero necesario para frenar el
déficit público que acumula día a día este Gobierno.
En octubre pasado, el titular de Economía ya decidió subir los
impuestos a través de la imposición de un gravamen de 1%
sobre los ingresos de hasta 100.000 euros (US$134.000) anuales y de 2% para los que superen esa cifra.
Lenihan no sólo dobló hoy ese nuevo impuesto, sino que añadió un
nuevo nivel, por lo que el gravamen será del 2%, 4% y 6%
cuando los salarios anuales superen los 15.000 (US$20.240), 75.000 (US$101.000) y 175.000 (US$236.000)
euros, respectivamente.
Según el ministro, éstas y otras medidas permitirán a las arcas
del Estado ingresar 1.800 millones de euros (US$2.429 millones) durante este año y otros
3.600 millones (US$4.850 millones) en 2010, cuando -advirtió- se introducirán nuevas
medidas fiscales.
Lenihan dijo ser "muy consciente" de que los citados incrementos
harán caer el nivel de vida de la ciudadanía, pero recordó que
Irlanda es aún uno de los países de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) donde menos impuestos
se pagan.