La confianza de la eurozona es la más débil en 17 meses por el temor a la recesión
El indicador elaborado por la Comisión Europea cayó a 99 en julio, frente a los 103,5 del mes anterior y muy por debajo del nivel de 102 que esperaban los economistas.
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La confianza en la economía de la eurozona cayó al nivel más bajo en casi un año y medio, ya que el temor a la escasez de energía persigue a los consumidores y las empresas, y la primera subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo en más de una década alimenta la preocupación por la proximidad de una recesión.
El indicador elaborado por la Comisión Europea cayó a 99 en julio, frente a los 103,5 del mes anterior. Esta cifra está muy por debajo del nivel de 102 que esperaban los economistas.
La confianza de los consumidores lideró el descenso, cayendo a su nivel más bajo registrado, ya que los hogares están cada vez más preocupados por las perspectivas. La preocupación por la posibilidad de una contracción económica aumentó en 11 de los 19 países de la zona euro, alcanzando el nivel más alto desde el estallido de la crisis de Covid-19.
El optimismo también se redujo en todos los sectores encuestados, con descensos sustanciales en la industria y los servicios junto con caídas más leves en el comercio minorista y la construcción.
Europa está en vilo mientras el Kremlin limita las entregas de gas natural en respuesta a las sanciones occidentales por su invasión de Ucrania. Un corte total supone el riesgo de un racionamiento energético que podría frenar la producción de las empresas industriales. Antes de que llegue el invierno, la expansión económica se desaceleró bruscamente en el segundo trimestre, según los datos previstos para el viernes.
La zona del euro ya está entrando en una recesión que durará hasta finales de año, según Goldman Sachs, cuyos economistas citan el fin del repunte de los servicios tras el cierre y la agitación política en lugares como Italia.
La inflación, por su parte, fue menos preocupante para los consumidores, según la publicación del jueves. Sus expectativas sobre la trayectoria de los precios cayeron al nivel más bajo desde el inicio de la guerra en Ucrania, a pesar de que la inflación probablemente alcance un nuevo máximo histórico este mes.
En respuesta a esto, el BCE puso fin a ocho años de tipos negativos la semana pasada en una subida de tipos sorprendentemente grande, a la que seguirán más, reforzando los vientos en contra del crecimiento.