Azucena Arbeleche: Los lazos con Chile de la primera mujer ministra de Economía de Uruguay

Tiene 49 años, es católica y es la primera mujer en convertirse en ministra de Economía en Uruguay. Azucena Arbeleche fue la elegida por el presidente electo del país, Luis Lacalle Pou, para encabezar la cartera y ya ha delineado lo que será su gestión en el Palacio Estévez, dejando atrás lo que fue la administración de Danilo Astori, quien ostentó el cargo por 15 años.

Además de representar a la centroderecha de la mano del Partido Nacional, Arbeleche es profesora universitaria y economista, con una conexión especial con Chile: su marido y sus dos hijos nacieron en el país, y realizó un máster en Macroeconomía Aplicada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde sus profesores la catalogan como “brillante”.

Eso sí, previo a su llegada a Chile, estudió en el colegio The British School en Montevideo y Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración en la Universidad de la República, la principal institución pública del país.

Solución de la deuda

La nueva ministra ya tuvo un rol clave en las políticas uruguayas: con 30 años, Arbeleche lideró la administración de la deuda pública local, mediante la Unidad de Gestión de Deuda (UGD), creada en 2005 por el Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay (MEF). El organismo tiene como fin llevar a cabo una administración independiente de las obligaciones financieras y de los flujos de caja del gobierno central, y en detalle, busca asegurar el financiamiento del mismo, pero a un menor costo.

“La gestión de la deuda la hacemos entre todo el equipo. Ser jefa es ser la responsable de la recomendación que se toma. No es ni más ni menos que eso. A veces los límites de las tareas en el sector público pueden estar difusos, pero hay un tema de responsabilidad que en este caso es mía. Por suerte, las personas que trabajan conmigo tienen la misma vocación por lo público que yo”, comentó Arbeleche al medio local El Observador cuando comenzó el proyecto.

En julio de 2014, renunció al cargo. “Tras varios años de intenso trabajo como responsable de la UGD, la economista deja su cargo a partir de la fecha por razones de índole personal (…) Las autoridades del MEF reconocen su desempeño y la labor en estos años frente a la UGD de esta cartera”, agradecía el ministerio en ese entonces, y destacaba las buenas decisiones tomadas bajo su liderazgo.

“El MEF ratifica que se mantendrán, en todos los términos, los lineamientos de la exitosa política de deuda que le ha permitido contar al país con un acceso fluido a los mercados de capitales, recobrar el estatus de grado inversor al tiempo de contar con una sólida posición financiera”, agregó.

Sello personal

En entrevista con el medio local El País, Arbeleche fue clara con los lineamientos de su gestión: ordenar la casa. La ministra explicó que las prioridades se enfocan en organizar las cuentas públicas y así, mejorar el déficit fiscal para empujar al país hacia un mayor crecimiento económico y subir los niveles de generación de empleos.

“El mayor fracaso que vemos hoy a partir de las políticas económicas del Frente Amplio, es la destrucción de puestos de trabajo. Toda nuestra agenda está focalizada en darle mayor dinamismo a la economía, aumentar la inversión y generar puestos de trabajo”, detalló.

Y acá en Chile, confían en el buen desempeño de la ahora titular de cartera. “Siempre fue una alumna brillante. Humilde y estudiosa, con predisposición a aprender”, comentó a DF el economista y profesor de Aberleche durante su magíster en la PUC, Aldo Lema.

Su colega y director del Instituto de Economía UC, Claudio Sapelli, concuerda: “Fue una de esas estudiantes inquietas, que hacen muchas y muy buenas preguntas. Fue una muy buena estudiante, preocupada principalmente por aprender”.

Es una coincidencia que ambos académicos sean uruguayos al igual que la ministra. Por eso, tienen un interés especial en que la exalumna tenga un desempeño postivo. “Hay un compromiso de bajar el alto déficit fiscal y estabilizar la alta deuda pública, moderando el crecimiento del gasto público y sin recurrir a alzas de impuestos. Será un desafío complejo que además requerirá un rediseño de la institucionalidad fiscal, con una regla estructural, y reformas complementarias, como en la seguridad social y las empresas públicas”, dijo Lema.

Agregó que “paralelamente, Uruguay necesita impulsar una mayor inserción externa, con acuerdos comerciales y más autonomía desde el Mercosur. También requerirá una mejor institucionalidad monetaria y cambiaria, que modere la inflación y facilite el ajuste de precios relativos, para mayor competitividad”.

Sapelli, por su parte, expresó que “uno de los sellos que imprimirá Azucena a las políticas económicas uruguayas será el de la seriedad, por buenas razones dice que uno de sus objetivos será bajar el déficit fiscal y no tengo dudas de que lo logrará”.