Varias ciudades chinas ofrecen hasta US$ 1.400 para pacientes infectados que se presenten a las autoridades

Una ciudad de la provincia china de Hubei, epicentro de la epidemia mundial de coronavirus, pagará a los residentes hasta 10.000 yuanes (US$ 1.425,96) si proactivamente informan al personal sanitario que presentan los síntomas de la enfermedad y se confirma después de las pruebas.

Qianjiang, una ciudad de alrededor de 1 millón de habitantes situada a unos 150 km de la capital de la provincia afectada Wuhan, ha notificado un total de 197 casos hasta la fecha y está intensificando sus esfuerzos para garantizar que los habitantes infectados sean aislados y tratados.

La región se suma así a otras áreas que ofrecen recompensas en efectivo para alentar a los ciudadanos a que se ofrezcan voluntariamente a someterse a exámenes médicos.

Hubei ha registrado más de 65.000 casos y más de 2.600 muertes por la epidemia. En todo el mundo, el número de muertos es de unos 2.800 mientras alrededor de 80.000 personas han sido infectadas.

El grupo de trabajo de Qianjiang que maneja la epidemia dijo en un aviso que los residentes tendrían derecho al pago completo de 10.000 yuanes si se confirma su diagnóstico de coronavirus. Aquellos que han sido diagnosticados previamente no serán elegibles.

Los pacientes que no sean inmediatamente descartados como enfermos recibirán 1.000 yuanes, mientras que los declarados como "sospechosos" ganarán 2.000 yuanes, dijo.

Otras partes de Hubei, incluyendo el distrito Wuhan de Hanyang y la vecina ciudad de Huangguang, también han ofrecido recompensas en efectivo para las personas que se ofrezcan como voluntarias para los chequeos médicos, pero a una tasa mucho más baja de alrededor de 500 yuanes.

Medios de comunicación de las provincias de Jiangxi y Hebei también han informado de ciudades locales que ofrecen donaciones de unos 300 a 500 yuanes.

China ha dejado claro anteriormente que las personas que muestren síntomas de infección podrán someterse a chequeos médicos gratuitos, y también ha puesto fondos a disposición de los gobiernos locales para garantizar que no se desincentive económicamente la comunicación de los casos a los empleados sanitarios.