Los países latinoamericanos que son parte del G20 vieron
respaldadas sus tesis en favor de
un mayor control del sistema financiero para solucionar una crisis
generada en el mundo.
Argentina, Brasil y México acogieron con satisfacción el
contenido del acuerdo suscrito por los jefes de Estado y de
Gobierno, que reconoce explícitamente la necesidad de combatir el
proteccionismo como uno de los elementos clave de la recuperación.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que el
acuerdo de hoy "es muy importante para la Historia del mundo".
En una conferencia de prensa tras la cumbre en la capital
británica, subrayó que esa importancia histórica reside en que por
primera vez los países desarrollados y los países emergentes se han
sentado en torno a una misma mesa con un objetivo común.
Igualdad de condiciones
Lula aseguró que en todos sus años de mandato es la primera vez
que asiste a una reunión en la que los países ricos y en desarrollo
"están en igualdad de condiciones", circunstancia que atribuyó a una
crisis global que necesita de una respuesta coordinada.
"Es la primera reunión en la que no se nos ha tratado como si no
supiéramos nada", dijo el mandatario brasileño, quien argumentó que
esto se debe a que en la actual situación de crisis "nadie tiene
certeza de lo que se ha de hacer".
"Ahora ni el FMI lo sabe", añadió.
El presidente destacó que los líderes políticos estuvieron de
acuerdo en la necesidad de una regulación del sistema financiero
para impulsar el sector productivo y no tanto el especulativo y
celebró la decisión de publicar una lista de los países que no
cumplen con las normas de la OCDE sobre paraísos fiscales.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, también se felicitó
por los resultados y destacó la importancia de que se publique una
lista con los países que no cumplen las reglas de transparencia de
la OCDE sobre lavado de dinero y evasión fiscal, algo que, recordó,
los países emergentes "pedíamos desde hacía mucho tiempo".
Fernández consideró que el fondo de US$1,1 billones aprobado en la cumbre, y que tiene como principal destinatarios los
organismos financieros multilaterales como el Fondo Monetario
Internacional (FMI), "significa la expansión monetaria del gasto
fiscal para hacer frente a la situación que se está viviendo".
Argentina y Brasil lograron que se excluyera del acuerdo final
del G-20 una alusión "al mercado laboral flexible", lo que
consideraron una victoria por la mala experiencia que esa práctica
ha tenido en sus países, según señaló la presidenta argentina.
Crédito
Igualmente, el presidente mexicano, Felipe Calderón, expresó su
satisfacción por los resultados de la cumbre, especialmente en lo
que se refiere a la transformación de las reglas del FMI, que
permitirán a México acudir con más facilidad a las líneas de
crédito, como la recientemente solicitada de US$47.000 millones.
En rueda de prensa en el aeropuerto londinense de Heathrow antes
de emprender viaje de regreso a México y citado por los medios de
prensa de su país, el mandatario dijo que la peculiaridad de esa
línea de crédito que México puede ejercer "si la necesitara" es que
se otorga sin condicionalidad.
Calderón, que puso el colofón a su vista de Estado al Reino Unido
participando en la cumbre del G-20, precisó que de acuerdo con las
nuevas reglas del FMI y de lo expresado por los líderes del G-20
"esa es una medida preventiva que sustituye de alguna manera la
acción tradicional correctiva" del organismo mundial.