Rousseff sufre nuevo revés en el Congreso en sus esfuerzos por controlar el gasto fiscal

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está intentando ajustar las piezas y mover todas sus cartas para conseguir apoyo en el Congreso que le permita sacar adelante su plan de ajuste fiscal y evitar una impugnación a su mandato. Sin embargo, sus intentos han sido infructuosos. El Congreso le dio ayer un nuevo golpe al aprobar enmiendas a la ley de jubilación que significarán un alza del gasto público.

La Cámara Baja aprobó una medida que facilita la jubilación de los trabajadores a una edad más baja, recibiendo todos los beneficios, lo que les permitirá complementar sus pensiones con un nuevo empleo.

Pese a que la iniciativa aún necesita aprobación en el Senado, la noticia no fue bien recibida por los inversionistas. El real tuvo ayer una jornada volátil en la que terminó cayendo 1,4%, cerrando en 4,0028 reales por dólar, por la incertidumbre que significa la falta de apoyo de las iniciativas del gobierno en el Congreso.

Si la administración de Rousseff no logra cuadrar las cuentas fiscales, hay riesgos de que otras agencias se sumen a Standard & Poor's y le quiten el grado de inversión a Brasil.

El Congreso se ha opuesto a los recortes de gastos y aumento de impuestos del gobierno porque teme que estas medidas dañen a la clase media.

Un miembro del equipo económico de Rousseff dijo ayer a Bloomberg que el banco central consideraría un aumento marginal de las tasas de interés si el plan fiscal del gobierno fracasa, pese a que el presidente de la institución, Alexandre Tombini, se comprometió la semana pasada a no elevar los tipos. La tasa Selic, que se encuentra actualmente en 14,25%, podría subir incluso a 16,25% para marzo, pronostican los operadores.

El miércoles además el Congreso pospuso una votación clave que determinaría si se levantan o no los vetos que aplicó la presidenta a una serie de proyectos que aumentarían el gasto, postergándola hasta el martes.
"El ánimo de default es tan amargo y la derrota del ajuste fiscal no está ayudando", aseguró Christian Lawrence, estratega cambiario de Rabobank, a Bloomberg.

Rousseff usó los vetos este año para bloquear aumentos a los salarios y los pagos de pensiones, que habrían impulsado el gasto del gobierno en 63 mil millones de reales (US$ 16 mil millones) en los próximos cuatro años. La administración ha estado negociando con los legisladores por semanas para mantener los vetos, argumentando que la legislación pondría presión en las finanzas públicas.

Movimientos de Rousseff

Estos golpes se han producido pese a que Rousseff ha realizado concesiones para asegurar el apoyo que necesita del PMDB en el Congreso. La mandataria cedió a las presiones del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y del PMDB y decidió cambiar a un aliado cercano, el jefe de gabinete Aloizio Mercadante, por el ministro de Defensa, Jaques Wagner, además de ampliar a siete los cupos para el PMDB en el gabinete.

Pero ni siquiera este gesto acercó las posiciones. El presidente de la Cámara de Diputados y miembro del PMDB, Eduardo Cunha, aseguró ayer que el esperado cambio de gabinete que sería anunciado por la presidenta no consolidará el apoyo de su coalición.

Cunha es una figura clave en la crisis política brasileña, porque puede decidir si abre un proceso de impeachment a la presidenta. El parlamentario aseguró que en los próximos diez a quince días considerará las peticiones de impeachment presentadas al Congreso.

Pero Cunha tiene sus propios problemas. La Procuraduría General de la República lo vincula al caso de corrupción de Petrobras, acusándolo de corrupción pasiva y lavado de dinero por recibir pagos por los contratos de la petrolera estatal en el extranjero.

Ayer quince diputados de cinco partidos (PSOL, PSB, Rede, PT y PMDB), presentaron una solicitud a la oficina del director de la Cámara de Diputados para que Cunha responda formalmente si tiene o no cuentas en el extranjero, luego de que el Ministerio Público de Suiza confirmara la existencia de cuentas bancarias registradas a su nombre, el de su esposa y una de sus hijas por un monto de US$ 5 millones y enviara los datos a la Procuraduría.

"El clima político sigue siendo malo, pese a las reformas de Rousseff", escribieron analistas de la corredora Guide Investimentos en una nota a clientes, en referencia a sus intentos por complacer a los partidos a cambio de apoyo en el Congreso.

Lula al ataque

Incluso los más cercanos a la presidenta tienen agenda propia. El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el mentor político de la mandataria, estaría analizando postular a un tercer mandato en las elecciones de 2018.

Estos preparativos estarían avanzando pese a que la presidenta comenzó su segundo período sólo en enero de este año.

Lula, que gobernó el país entre 2003 y 2010 con altas tasas de aprobación, "discutió el tema con interlocutores y dirigentes del Partido de los Trabajadores" con quienes se reúne habitualmente en su fundación de Sao Pablo, publicó ayer el periódico Folha de San Pablo.

El ex mandatario aún no toma una decisión, pero podría hacer un anuncio este año, dijeron fuentes cercanas al líder del PT al diario.

En el Congreso que realizó el PT este año en el estado de Bahia el partido expresó su respaldo a una eventual postulación de Lula para 2018.