El real brasileño bajó a su nivel más bajo desde su introducción hace dos décadas y el índice Bovespa extendió a un cuarto día su caída por los temores de que la presidenta Dilma Rousseff no sea capaz de apuntalar el crecimiento del país para evitar nuevas rebajas en la calificación.
La divisa se depreció a 4,0471 por dólar, su nivel más bajo desde que se creó la moneda en 1994. El índice de referencia, Bovespa, en tanto, retrocedió 0,7%.
El real ha liderado las caídas entre los mercados emergentes desde que la agencia Standard & Poor's redujo la calificación del país a basura el 9 de septiembre, y está creciendo la preocupación de que la nación pueda enfrentar nuevas rebajas por el bajo respaldo que han tenido las propuestas de Rousseff de recortar los gastos y aumentar los impuestos en el Congreso.
El argumento de los legisladores es que no aumentarán la carga de los brasileños de clase media que ya están sufriendo con la recesión y una inflación que más que duplica el rango medio de la meta del banco central.
"La economía está en problemas, la economía debe ajustarse, y no hemos visto mucho progreso", aseguró Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs. "El panorama macro empeorará antes de mejorar, así es que podríamos ver mayor daño en el futuro".
El Congreso brasileño debatía ayer una serie de iniciativas que Rousseff había vetado porque significarían un aumento en el gasto. La estrategia inicial del gobierno era suspender la sesión en el parlamento, pero la depreciación récord del real llevó a la presidenta a pedirle personalmente al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, que mantuviera la sesión durante la noche, publicó el periódico local Valor.
"Estamos trabajando mucho para buscar mantener los vetos. No está en juego el gobierno, está en juego el país", afirmó José Guimarães, líder del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en la cámara baja.
El gobierno responsabiliza a las discrepancias entre el Ejecutivo y el Congreso por el plan de austeridad por el aumento de la desconfianza en el mercado.
La economía se contraería 2,7% este año y un 0,8% el próximo, mostró la encuesta del banco central a analistas el lunes. La semana anterior esperaban una caída de 2,55%.
Caída extendida
El real no fue la única moneda que cayó bruscamente ayer. Los mercados emergentes están golpeados por la desaceleración de China, el desplome de los commodities y la incertidumbre por el momento en que la Reserva Federal de EEUU subirá las tasas de interés, factores que han inhibido el apetito por los activos riesgosos.
El índice de Monedas Emergentes de JPMorgan bajó 1%, a 67,189, acercándose al mínimo récord que alcanzó a principios de mes.
Las monedas más afectadas fueron el peso colombiano, que descendió 2,1%, mientras que el peso chileno cayó 1,8%. El rand sudafricano anotó un retroceso de 1,6% y el peso mexicano perdió 1,3%.
Analistas advirtieron ayer que la decisión de la Fed de no subir las tasas en su reunión de septiembre podría provocar un daño mayor en los mercados emergentes, porque la incertidumbre provoca volatilidad.
"El panorama para las monedas de los mercados emergentes se mantiene desafiante y las fuerzas que están trabajando en su contra están aumentando últimamente", escribió Paul Mackel, director de estrategia cambiaria de mercados emergentes de HSBC.
Moody's da señal de que no bajaría la calificación crediticia
Brasil está mejor que otros países que recientemente perdieron su grado de inversión, dijo ayer un analista de Moody's Investors Service, sugiriendo que la recesión económica no es suficiente para una rebaja de la calificación a grado especulativo o "basura", al menos para esta firma.
Mauro Leos dijo en un evento en Nueva York que Moody's prevé que la recesión en la mayor economía latinoamericana se extenderá al próximo año, elevando la proporción de deuda a un 70% del Producto Interno Bruto.
Sin embargo, después de 2017 "existe una posibilidad" de que Brasil se estabilice con un crecimiento de 2% y un superávit primario cercano a 2% del PIB, sostuvo Leos en una conferencia organizada por el Consejo de las Américas, consignó Reuters.
Esto apuntaría a "un Brasil diferente, un Brasil más estable incluso con un crecimiento menor", añadió.
Hace dos semanas la agencia Standard & Poor's bajó la calificación de Brasil a basura, dejando en alerta a los inversionistas sobre una segunda y potencialmente más perjudicial decisión de otra agencia.
Pero las declaraciones de Leos sugirieron que Moody´s podría mantener la calificación de grado de inversión de Brasil si el gobierno estabiliza las finanzas y pone fin a la recesión el próximo año.
"Estamos intentando responder (a la crisis de Brasil) sin exagerar", dijo Leos.
Inflación sigue sobre expectativas
La inflación de Brasil, medida por el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio 15 (IPCA 15) se desaceleró en septiembre, respecto de agosto, de 0,43% a 0,39%, informó ayer el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). El IPCA 15 es una previa del IPCA, el indicador que mide la inflación.
El dato estuvo por encima de las estimaciones de los analistas consultados por el periódico local Valor, que esperaban un 0,38%. En el año, el IPCA 15 acumula un alza de 7,78%, el mayor nivel para los meses de enero a septiembre desde 2003. En los doce meses que terminan en septiembre, el índice subió 9,57%, el nivel más alto en doce meses desde diciembre de 2003.
Los pasajes aéreos (que subieron 23,17%) y el gas licuado (que avanzó 5,34%) fueron responsables de un tercio del índice del mes y contribuyeron con 0,13 punto porcentual al IPCA 15.
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