Estados Unidos y otras once naciones de la cuenca del Pacífico, incluyendo a Chile, lograron concluir ayer cinco años de negociaciones y sellar un histórico Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, su sigla en inglés), que cubrirá a un 40% de la economía global. El pacto es una victoria para el presidente estadounidense Barack Obama y su estrategia de contrarrestar la influencia de China en Asia, pero lo más difícil vendrá ahora cuando los líderes buscarán ratificar el acuerdo en sus Congresos nacionales.
El TPP reducirá los aranceles al comercio de bienes como la carne, lácteos, textiles y datos. Pero sin duda uno de los aspectos más relevantes del pacto es que establecerá nuevos estándares laborales, medioambientales y de inversión. Las nuevas reglas laborales, por ejemplo, obligarán a Vietnam a permitir la creación de sindicatos independientes por primera vez en su historia, además de exigir que todos los países miembros tengan un sueldo mínimo.
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De concretarse, el TPP será el mayor acuerdo comercial desde que se completó la ronda de Uruguay en 1994, lo que creó la Organización Mundial del Comercio.
“Este acuerdo nivela la cancha para nuestros agricultores, ganaderos y manufactureros al eliminar más de 18 mil impuestos que varios países colocan a nuestros productos”, aseguró Obama en un comunicado.
El acuerdo es central en la política exterior de “giro hacia Asia” de Obama, quien busca contrarrestar la influencia comercial y geopolítica de Beijing en la región.
“Cuando más del 95% de nuestros clientes potenciales viven fuera de nuestras fronteras, no podemos dejar que países como China escriban las reglas de la economía global”, expresó el mandatario.
El acuerdo se logró tras cinco días de maratónicas negociaciones entre los ministros de Comercio de los doce países miembros en Atlanta, EEUU, que se vieron trabadas principalmente por la falta de consenso respecto de las reglas para los medicamentos y los productos lácteos. Estos puntos se zanjaron a las 5 am hora local del lunes.
“Esperamos que este acuerdo histórico promueva el crecimiento económico, apoye empleos con salarios más altos, aumente la innovación, productividad y competitividad, eleve los estándares de vida, reduzca la pobreza en nuestros países y promueva la transparencia, buena gobernabilidad y fuerte protección laboral y medioambiental”, dijeron los ministros en un comunicado conjunto.
Lo que viene
El TPP debe ser ahora firmado formalmente por los líderes de cada país y ratificado por sus parlamentos, donde el apoyo no está garantizado. En EEUU, Obama enfrentará una férrea resistencia por parte del Capitolio, ya que el acuerdo no incluye una prohibición de manipulación cambiaria, como querían varios parlamentarios y demandaban empresas como Ford Motor.
Asimismo, el Congreso recibirá una fuerte presión de organizaciones laborales locales, como AFL-CIO, que aseguran que el pacto provocará un mayor outsourcing de empleos.
El acuerdo también podría enfrentar oposición en Canadá, donde el TPP ha estado en el centro del debate de las elecciones del 19 de octubre.
En Australia también hay un sector importante que se opone al pacto, debido a una provisión que permitirá que las empresas extranjeras desafíen las decisiones de los gobiernos locales ante paneles de arbitraje internacionales, un tema sensible, ya que el productor de tabaco Philip Morris se encuentra en medio de una disputa con Canberra por el empaquetado de los cigarrillos. Por eso, a petición de Australia, la industria del tabaco quedó excluida de este mecanismo de resolución de controversias.
Acuerdos pendientes
La conclusión del TPP también aumenta la presión sobre la Unión Europea para que termine sus propias negociaciones para lograr un Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión con EEUU antes de que Obama termine su período.
Pero también pondrá presión en países como China e India para que finalicen sus propios acuerdos regionales.
Las Claves del tpp
Miembros: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, EEUU y Vietnam.
Reduce los aranceles: de una serie de productos, como carnes, lácteos, textiles, arroz y autos.
Establece nuevos estándares: laborales, medioambientales y de inversión. De no cumplirse, se aplicarán sanciones comerciales.
Empresas estatales: tendrán nuevas reglas de conducta.
Datos: prohíbe entorpecer el libre flujo de datos.
Resolución de disputas: establece un mecanismo de resolución de disputas que permite que los inversionistas lleven a los gobiernos a un proceso arbitral.