Tras un par de meses de creciente incertidumbre sobre la marcha de su economía, las autoridades chinas iniciaron ayer las celebraciones por el aniversario número 66 de la fundación de la república comunista. Y lo hicieron con el pie derecho, evitando la amenaza de que el sector manufacturero arrojara nuevas señales de debilidad que podrían haber aguado los festejos.
El índice de gerentes de compra (PMI, su sigla en inglés) elaborado por las autoridades repuntó a 49,8 unidades en septiembre, una décima más que el mes anterior. Aunque se mantiene cerca de su mínimo de tres años y por debajo de las 50 unidades que indican expectativas de expansión, el dato superó las expectativas de los analistas encuestados por Bloomberg y sugiere que el declive está comenzando a estabilizarse.
En tanto, otro índice PMI elaborado por la agencia privada Markit junto con el medio local Caixin también repuntó en septiembre.
Los últimos datos refuerzan las esperanzas de que cinco recortes a la tasa de interés de referencia desde noviembre y el aumento del gasto del gobierno en infrastructura finalmente están surtiendo efecto para contener la desaceleración de la segunda economía mundial.
"Hay algunas señales positivas en la producción y en la demanda después de todas las medidas pro crecimiento, pero todavía es demasiado temprano para decir que tocó fondo", dijo a Bloomberg el economista de Bank of Communications, Liu Xuezhi, en Shangái. "El PMI sigue en la zona de contracción, y persisten las presiones por excedentes de capacidad en la mayoría de las industrias chinas. El crecimiento económico general es débil".
La otra cara
Mientras en China mejora el panorama, en Estados Unidos, la mayor economía del mundo, el sector se estancó el mes pasado.
El índice fabril que elabora el Instituto para la Gestión del Abastecimiento (ISM, su sigla en inglés) cayó a 50,2 unidades en septiembre, su nivel más débil desde mayo de 2013. Y de las 18 industrias que integran el indicador, sólo siete dieron señales de crecimiento, el menor número desde diciembre de 2012.
La debilidad que vienen exhibiendo las fábricas ligadas al sector energético debido a la caída del petróleo está comenzando a extenderse otras áreas, como los fabricantes de computadores, plástico y maquinarias, a medida que la combinación de un dólar más fuerte y el menor crecimiento en los mercados emergentes golpea las ventas en el extranjero.
Las manufacturas son "claramente el sector más débil de la economía", aseguró Jim O'Sullivan, economista jefe para EEUU de High Frequency Economics en Nueva York. Esta "fuertemente expuesta a la demanda externa y las exportaciones están cayendo".
El ISM estuvo además por debajo del nivel de 50,6 que esperaban los analistas.