La tasa de inflación de la zona euro se mantuvo firme en agosto, poniendo en relieve el desafío que enfrenta el Banco Central Europeo mientras buscan revivir el crecimiento de los precios.
El índice de precios al consumidor subió un 0,2% anual, excediendo las estimaciones de los analistas consultados por Bloomberg de 0,1%. La inflación central se mantuvo en 1%, informó la oficina de estadísticas de la Unión Europea.
El BCE ha bajado las tasas de interés y está comprando bonos para combatir la anémica inflación, que ha estado por debajo de la meta del banco central de poco menos de 2% durante dos años.
Con la economía china desacelerándose y los precios del petróleo cayendo, el miembro del BCE, Peter Praet, dijo la semana pasada que el desafío se está haciendo cada vez mayor y que las autoridades están preparadas para hacer más si fuera necesario.
"Los desarrollos en la economía mundial y en los mercados de commodities han aumentado el riesgo a la baja de alcanzar el camino sustentable hacia una inflación de 2%", aseguró.
El dato entrega "una pizca de alivio al BCE", comentó Howard Archer, economista de IHS Global Insight, a Bloomberg. "Aún parece muy probable que la zona euro evite una renovada deflación y que la inflación de los precios al consumidor tiendan gradualmente al alza a partir de los meses finales de 2015", agregó.
Para ayudar a revertir el curso y cumplir su mandato, el BCE está en medio de un programa de alivio cuantitativo que planea mantener en operación hasta septiembre de 2016.
Reunión el jueves
El consejo gobernador de la institución sostendrá su reunión de política monetaria el jueves en Frankfurt, que será seguida por una conferencia de su presidente, Mario Draghi, donde entregará una actualización de sus proyecciones de crecimiento e inflación.
El BCE estima actualmente que la inflación promediará 0,3% este año, mejorando a 1,5% en 2016.
Los precios al consumidor están "impulsados por la energía y eso es una espada de doble filo para el BCE", afirmó Holger Sandte, analista jefe para Europa de Nordea Markets.
"Es bueno para el ingreso real, y vemos que la recuperación en la zona euro está impulsada por el consumo privado", aseguró. "Lo malo es que aleja a la inflación de su objetivo", explicó.