FMI advierte riesgo de “descarrilamiento económico” mundial y pide respuesta coordinada
La OCDE anticipó ayer una desaceleración del crecimiento en Reino Unido, EEUU, Canadá, Alemania y Japón.
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En medio de nuevas señales de turbulencia de China, el Fondo Monetario Internacional advirtió ayer que el mundo enfrenta un creciente “riesgo de descarrilamiento económico” y necesita una acción inmediata para impulsar la demanda.
David Lipton, la segunda persona más influyente del FMI, aseguró en Washington que la economía global está “claramente en un momento delicado”. Su advertencia resonó con fuerza el mismo día en las autoridades chinas informaron el mayor derrumbe de las exportaciones desde 2009.
El personero llamó a las autoridades mundiales a tomar acciones urgentes para responder a la desaceleración y a las nuevas amenazas que representa la turbulencia en los mercados financieros y de commodities, agregó.
“Ahora es el momento para apoyar decisivamente a la actividad económica y colocar a la economía global en paso firme”, dijo Lipton a la National Association for Business Economics (NABE).
La economía global está en un punto donde una nueva crisis podría ser una realidad autocumplida si el mundo no actúa para impulsar la demanda, aseveró el primer subdirector gerente del FMI.
Lipton expresó además su preocupación por la percepción en los mercados financieros de que “las autoridades en muchas economías se han quedado sin municiones o perdieron la determinación para usarlas”. Entre las señales “más desconcertantes” de problemas en la economía global está “la brusca caída en los flujos de capital y comercio global”, en el último año, afirmó.
Derrumbe de envíos
Esas preocupaciones fueron subrayadas con los datos comerciales de China en febrero, que mostraron una profundización del derrumbe de las exportaciones y las importaciones.
Los envíos bajaron 25,4% en términos de dólar el mes pasado, frente al mismo período del año anterior, su mayor caída desde mayo de 2009. Las importaciones, por su parte, extendieron su racha de descensos a 16 meses, bajando 13,8%, y dejando un superávit comercial de US$ 32.600 millones.
“Las exportaciones volvieron a recibir una paliza en febrero, subrayando la caída en la demanda global”, dijo Frederic Neumann, codirector de investigación económica para Asia de HSBC Holdings, a Bloomberg. “Las esperanzas de un rebote global deben ser templadas con cifras como estas. Es fácil culpar por las distorsiones al Año Nuevo chino (un feriado que se extiende por una semana y que este año cayó en febrero), pero hay un malestar mucho más profundo que se está volviendo evidente en estas cifras”.
La economía china ha mostrado señales de una mayor desaceleración este año, luego de crecer en 2015 a su tasa más baja en un cuarto de siglo.
Pese a ello, en la inauguración de la reunión anual del parlamento el sábado, el primer ministro Li Keqiang reafirmó el compromiso del gobierno a una meta de crecimiento promedio de 6,5% en los próximos cinco años, que muchos economistas califican como poco realista.
OCDE ve desaceleración
El FMI ya ha advertido que bajará su pronóstico de crecimiento global para este año, que se ubica actualmente en 3,4%, cuando actualice sus previsiones en abril.
Pero la OCDE se sumó ayer al pesimismo adelantando que sus indicadores anticipados apuntaban a una desaceleración del crecimiento en Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Alemania y Japón.
Debilidad de Francia e Italia puede arrastrar a vecinos
La Comisión Europea advirtió a Francia e Italia que la debilidad de sus economías podría desencadenar una nueva ola de contagio a otros países, al tiempo que dejó a los dos países en su categoría más severa de desequilibrios económicos.
La segunda y tercera economías más grandes del bloque, además de Portugal y dos países que no pertenecen a la zona euro (Bulgaria y Hungría), tienen "desequilibrios excesivos", afirmó ayer el brazo ejecutivo de la Unión Europea.
La Unión Europea dijo además que aumentará la fiscalización de las políticas de gasto de estos países, y advirtió de crecientes niveles de deuda pública.
"Las principales razones de preocupación son la persistencia de altos niveles de endeudamiento, sea público, privado o externo, las vulnerabilidades en el sector financiero y/o el deterioro de la competitividad", aseguró el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
"La recuperación de la UE se mantiene lenta y frágil, subrayando la necesidad de aumentar las reformas estructurales, alentar la inversión y construir una economía más competitiva", dijo la comisión en un informe que acompañó la decisión. "La recuperación es débil, tanto en perspectiva histórica como en comparación con otras economías avanzadas".
En el informe la comisión criticó al gobierno francés por aumentar la deuda pública, junto con un deterioro del crecimiento de la productividad y competitividad.
Italia, por su parte, tiene un nivel de deuda como porcentaje del PIB que es el segundo más alto de la zona euro después de Grecia, además de una productividad débil.