El republicano Ted Cruz logró un fuerte impulso en las primarias celebradas durante este fin de semana, imponiéndose al multimillonario Donald Trump en dos de los cuatro estados que celebraron comicios, Kansas y Maine. Con estas victorias, el senador de Texas suma ya 300 de los 1.237 delegados que necesita para la nominación, recortando distancias con el polémico magnate, que se sitúa en 384 delegados, y dejando en un lejano tercer lugar al senador de Florida, Marco Rubio.
La tensión latente en el seno del partido por el rápido ascenso de Trump se cristalizó con el llamado que el ex candidato presidencial Mitt Romney hizo a los votantes para no dejar que un “vulgar matón” fuera nominado. Si bien las bases del partido están desesperadas por evitar que Trump logre la nominación, la alternativa está lejos de ser la ideal.
El senador de Texas es una figura polarizadora con fuerte apoyo en el movimiento conservador “Tea Party” y su equipo de campaña está centrando los esfuerzos en erosionar el apoyo hacia otros candidatos, como Rubio, para que las primarias sean una disputa entre dos candidatos.
Carrera de dos
Para los expertos, la estrategia de Cruz puede llevarle a lograr la victoria en Florida el 15 de marzo, un estado donde los sondeos le dan el tercer lugar y que es clave para la continuidad de Rubio en la carrera.
Aunque algunos sondeos muestran que Cruz podría ser un rival serio para Hillary Clinton, algunos consideran que el senador no cuenta con la capacidad de atraer votantes que se salgan del espectro más conservador, algo fundamental de cara a las presidenciales de noviembre.
Ante este fragmentado escenario, los expertos no descartan que el candidato republicano salga de una negociación entre los delegados, en el mismo día de la convención del partido, y los dardos apuntarían a Romney.
“Por cómo se están desarrollando las cosas, es muy poco probable que Cruz se convierta en el punto focal para los republicanos que quieren detener a Trump”, afirmó a Reuters el encuestador republicano Neil Newhouse.
En el momento actual, es muy difícil predecir cómo seguirá la carrera ya que el votante no está eligiendo en función a su ideología o cualificación del candidato, sino por su particular estado de ánimo, explica a DF Peter Hakim, presidente emérito y miembro del think tank Inter-American Dialogue.
“Los números apuntan claramente a una victoria de Trump, particularmente si gana en Florida, para lo que está abrumadoramente favorecido, y más aún si gana también en Ohio”, opina Hakim. “Cruz ha logrado cierto impulso y se beneficia del movimiento ‘cualquiera menos Trump’ instalado entre los republicanos. Pero los estados sureños se supone eran su territorio y ha tenido pobres resultados en la mayoría”.
Semanas clave
Hoy están en juego otros 150 delegados, repartidos entre Hawaii, Idaho, Michigan y Mississippi. Las encuestas otorgan la victoria a Trump con un promedio de diez puntos sobre Cruz en todos.
Para Hakim, Trump “es el candidato más probable (para la nominación), pero el sentimiento de los votantes podría cambiar rápida y dramáticamente, abriendo una vía para Cruz, que será probablemente su único rival en la contienda después del 15 de marzo”. Para el próximo martes, ya se habrán repartido el 50% de los delegados.
Rubio no se rinde. Este fin de semana dijo estar preparado para una pelea larga, pero depende del resultado en Florida y en Ohio, citas que ponen en juego 165 delegados.
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