Con satisfacción recibieron las autoridades locales el cierre de las negociaciones del TPP. Y una de las razones fue que se resolvió de manera exitosa para Chile el punto referido a la protección de medicamentos biológicos, uno de los tres que estaban frenando los avances.
De este modo, el tratado respetará el período de protección de 5 años para este tipo de medicamentos -EEUU quería 12 años-, en línea con lo que hasta ahora está estipulado en el acuerdo comercial entre Chile y la nación del norte, tal como recalcó el titular de la Dirección General de Relaciones Económicas Internaciones (Direcon), Andrés Rebolledo, quien representó al país en las tratativas.
El personero se declaró satisfecho en lo que calificó como un convenio “bueno” y “balanceado” y que “supondrá importantes beneficios para nuestro país”. “Hemos protegido apropiadamente las sensibilidades que se presentaron en Chile durante el proceso”, agregó.
“Estamos complacidos porque se ha logrado un acuerdo muy valioso para Chile, resguardando nuestros intereses, pues va a permitir consolidar nuestra relación con la región Asia-Pacífico. El TPP definirá los acuerdos comerciales del siglo XXI”, resaltó el canciller Heraldo Muñoz.
Los beneficios
Como explicaron desde la Direcon, el TPP abrirá nuevas oportunidades para que el comercio local siga creciendo y diversificando su oferta exportadora, ya que si bien Chile tiene acuerdos con todos los países miembros, no todos presentan el mismo grado de profundidad.
Uno de los sectores beneficiados será el de agroalimentos, el cual si bien posee arancel cero en casi el 100% de los productos con Estados Unidos y Australia, tiene importantes exclusiones en países como Japón, Malasia y Vietnam, aun contando con tratados bilaterales vigentes.
El acuerdo también establece un conjunto de normas que facilitará el comercio y propiciará mejores regulaciones en el ámbito sanitario y fitosanitario, lo que permitirá que los bienes chilenos entren a esos mercados en condiciones más previsibles y estables.
El tratado también permitirá la posibilidad de acumular origen, facilitando una mayor participación del país en las cadenas globales de valor. Es decir, una vez que entre en vigencia el acuerdo TPP, los productores nacionales podrán también abastecer con sus insumos a los países miembros, lo que de acuerdo a la Direcon incentivará aún más los flujos de comercio entre los socios y la incorporación a sus cadenas productivas.
Para Chile, dijo Rebolledo, “el TPP abrirá oportunidades para mejorar las condiciones de acceso de varios de sus productos emblemáticos a la región Asia-Pacífico. Al mismo tiempo, abrirá la puerta a nuevos encadenamientos productivos y a la incorporación de Chile a las Cadenas Globales de Valor (CGV)”.