Chilenos esperan que las empresas contribuyan en salud, educación, capacitación y medio ambiente

El movimiento Empresas Conscientes (EC) y la consultora Visión Humana desarrollaron por tercer año consecutivo el estudio “La empresa que queremos”, que en esta versión mostró un alza en las personas que consideran que el atributo que mejor define a una buena empresa es que sea honesta (46%), cumplidora (40%) e innovadora (39%).

El presidente de EC, Jorge Bianchi, dice que las personas quieren relacionarse de forma más fluida con las empresas con las que interactúan. La base de una buena relación es poder comunicarse y poder confiar el uno en el otro. De allí que es muy positivo que la expectativa para una buena empresa tenga como prioridad que sea honesta y en segundo lugar cumplidora.

“Yo veo acá una apertura y gran oportunidad para las empresas de establecer más y mejores relaciones con las personas, ya sean clientes u otros stakeholders. El terreno es mucho fértil de lo que comúnmente se cree”, sostiene.

Por su parte, el director ejecutivo de EC, Alan García, considera que este resultado es muy interesante, ya que nos habla de lo que valoran los chilenos en la empresa. Esto nos lleva a preguntarnos si será la falta de “honestidad empresarial” lo que más ha contribuido al desprestigio que tienen las firmas hoy en día.

“En el modelo de Capitalismo Consciente, una empresa consciente es aquella que dice lo que piensa y hace lo que dice. Muchas empresas destinan recursos a la Responsabilidad Social Empresarial, enfocado principalmente en realizar acciones externas que generen un impacto positivo. Otras pocas han avanzado hacia modelos de valor compartido, en que aumenta la sostenibilidad de su impacto, al alinearlo con su negocio”, afirma.

La investigación -que tiene como objetivo comprender y detectar tendencias respecto de las expectativas y percepciones que la sociedad chilena expresa hacia las empresas- consideró 2.041 encuestas en línea, aplicadas entre agosto y septiembre de 2018, a personas de 18 a 65 años, de los GSE AB, C1a, C1b, C2, C3 y D, residentes en el Gran Santiago y las 24 principales comunas de todo el país. El margen de error de la muestra es +/- 2,2%.

Salud, el área de mayor contribución

Respecto de las áreas de mayor contribución de las empresas, la que más les gustaría a los encuestados sigue siendo el área salud con un 74%, que registra un aumento de 23 puntos porcentuales respecto a la medición de 2017, donde alcanzó un 51%. Otras son educación y capacitación (58%) y medio ambiente (44%).

Para Bianchi, las empresas son muy probablemente el ente más eficaz en la sociedad en cuanto al logro de objetivos y creación de valor y bienestar.

“De alguna manera, la ciudadanía extiende hacia las empresas su expectativa de que puedan ser creativas, innovadoras, y de que trabajen sin descanso para crear maneras efectivas de entregar un beneficio muy superior en los ámbitos de salud, educación u otros, antes enmarcados mayormente en la función del Estado”, enfatiza.

García considera que este es un llamado a que las empresas se unan para generar un real impacto en los principales problemas del país. “Vemos que acá existe una gran oportunidad de coordinar acciones conjuntas con el gobierno, la sociedad civil y las cerca de 40 empresas grandes que conforman este movimiento empresarial. Esto es parte de nuestro plan para EC el 2019”, visualiza.

El bienestar de los empleados, primordial

De un listado de 10 enunciados, los encuestados eligieron los tres principales objetivos que debe tener una empresa. De aquí un 67% de las personas considera que el principal objetivo que debería tener una empresa es “promover el bienestar de sus empleados”. Esta preferencia registra una tendencia al alza desde 2016, cuando alcanzó un 55%. Luego, crecer y ser rentable económicamente (56%) y cuidar el medio ambiente con un 37% de aprobación. 

“Para mí, estos resultados nos muestran que hay mucho terreno aún por recorrer en cuanto a la comprensión de lo que es necesario para que una empresa tenga una actividad realmente sostenible en el tiempo, donde sus distintos impactos tienden a ser crecientemente positivos en lugar de resignarse a tener lo que muchos llaman externalidades negativas”, plantea Bianchi.

Al respecto, García cree que los negocios del futuro no podrán prosperar si no generan valor a todos sus stakeholders, incluyendo trabajadores, clientes, proveedores, inversionistas, comunidades y el medioambiente.

“En la respuesta a esta pregunta vemos claramente que los chilenos ya esperan que este sea el principal objetivo de las empresas. El pegamento que tienen las empresas conscientes para atraer a todos estos actores y alinearlos con su negocio es su propósito elevado, para responder a preguntas fundamentales como: ¿por qué existimos? ¿para qué existimos? ¿cuál es la contribución que queremos hacer? ¿qué echarían de menos si no existiéramos?”, explica.

Bienestar y desarrollo de la sociedad

El 70% de los encuestados está de acuerdo o muy de acuerdo con que las empresas son indispensables para el bienestar y desarrollo de nuestra sociedad. Esta percepción aumentó en 24 puntos porcentuales respecto a la medición de 2017, cuando se obtuvo un 46%.

Bianchi comenta que esto fortalece el terreno fértil que tiene la empresa para reconocer que su rol clave en la sociedad no se limita a generar bienestar económico para sus accionistas, empleo para sus trabajadores y productos o servicios para sus clientes. “La expectativa de la sociedad es mucho mayor, ésta espera que las empresas sean ciudadanos nobles, de actuar íntegro, en un ecosistema social y ambiental donde la calidad de la convivencia es fundamental. Esta tendencia sólo se acentuará hacia futuro”, declara.

Acerca del nivel de contribución de las empresas al bien común, los encuestados señalaron que el rubro que consideran que contribuye más al bienestar de la sociedad sigue siendo el de las universidades (70%) al igual que en la medición de 2017, aunque este año subió 13 puntos. Los otros son tecnologías y alimentos, dentro de los mejores evaluados.

AFPs, isapres y salmoneras son las de menor valoración.