Igal Magendzo, economista y socio de Pacífico Research: “Las bases están para que no sea un año malo, pero hay mucha turbulencia”
Experto pone el foco en el impacto que el debate constitucional tendrá sobre la inversión, aunque su escenario base es que habrá un debate ordenado de cara a una nueva Carta Magna.
- T+
- T-
Pacífico Research apuesta por un 2021 en grande. El economista y socio de la firma, Igal Magendzo, comenta que este año junto a su socio en la consultora, Enrico Vicentini, buscan retomar el proceso de internacionalización que la pandemia truncó el año pasado.
Un primer objetivo es llegar a Colombia, de la mano de una asociación con el exJP Morgan Christian Knudsen, con asesoría especializada en materia de inversiones y mercados financieros.
En lo más reciente, lanzaron la aplicación “Pacífico API”, elaborada por el ingeniero matemático Jacques Burrus, quien desarrolló una herramienta para valorizar instrumentos para la Bolsa de Santiago.
“Estamos aplicando esto primero para Chile y luego queremos salir también a competir con los proveedores de precios en otros mercados y en esa competencia empujarlos a subir los estándares también”, señala Magendzo, quien trabajó durante 12 años en el Banco Central y también fue asesor de Hacienda durante la crisis subprime.
El economista señala que la idea es también a posterioridad llegar a otros países de la Alianza del Pacífico, como Perú y México. Y si bien su foco está en la internacionalización, no deja de lado el análisis de la situación macro en el país.
- ¿Cuánto se recuperará la economía este año?
- Lo peor ya quedó atrás. Nosotros nos anticipamos a tres etapas que iba a tener esta pandemia y hay una cuarta que ahora se empieza a ver en el horizonte con la vacunación.
La primera etapa fue la caída libre: empezó en marzo e inmediatamente corregimos a la baja nuestras proyecciones de crecimiento y para la tasa de interés. Después, vino una segunda etapa de recuperación rápida, entre junio, julio, octubre y noviembre. La tercera etapa, en diciembre, enero y febrero, es una donde continúa la recuperación, pero más lenta y con bastante turbulencia.
Entonces, en la medida que tengamos una segunda ola de contagio, una tercera cepa, todo eso nos va a tirar para abajo. Después vamos a conocer algún país que se inmunizó y eso nos va a tirar para arriba. Y así vamos a ir moviéndonos.
Por otro lado, está la incertidumbre de la pandemia y la incertidumbre política. El mercado del crédito está bastante complicado, entonces hay varias razones por las cuales uno pensaría que no hay mucha inversión a pesar del precio del cobre que está bien alto. En estas condiciones uno tiene dudas de que las empresas prefieran postergar un poco y ver cuál será el resultado del proceso constitucional y de todas las elecciones este año.
- ¿Es pesimista para el año en su conjunto?
- Uno siempre se declara realista, pero creo que es un año bien incierto. Las bases están dadas para que podamos tener un año que no sea particularmente malo, con cifras moderadamente positivas, pero hay mucha turbulencia.
Y cuando digo incertidumbre, también podemos tener sorpresas positivas, como que la inmunización funcione mucho mejor de lo que estábamos pensando.
Y en el tema político también: puede que formemos una Constituyente con buenos resultados, sacando un nuevo relato para un Chile que se proyecta hacia adelante. Eso podría ser positivo y afectar al alza las expectativas.
- ¿Cuál es su escenario base?
- La Constituyente se va a mover en un pasillo bastante estrecho, entre mantener legitimidad con los políticos en el Congreso o con la ciudadanía, y manejar expectativas. Y tenemos muy presente el caso de Islandia, donde el proceso fracasó.
No es fácil y eso abre muchas posibilidades, pero veo difícil una situación en que Chile colapse institucionalmente. Tampoco hay mucha evidencia de que vamos a transformarnos en Noruega.
- ¿Qué ven en términos de proyecciones?
- Este año esperamos un crecimiento en torno al 6,5%. La inflación debiese terminar el año algo bajo el 3%. Eso es particularmente incierto porque va a depender mucho de factores de demanda, de oferta y temas metodológicos, pero no vemos fuertes fuentes de inflación. Además, el consumo sigue débil, al igual que el mercado laboral.
- 6,5% es un número bastante alto para tal nivel de incertidumbre.
- Hay un tema de base comparación. El año pasado tuvimos una caída cercana al 6%, y ese 6% tiene una ganancia por la crisis social, período en el que perdimos un punto de PIB. Sin crisis social, el -6% sería un -7%.
O sea, 6,5% sigue siendo una recuperación parcial. Significa que al final del 2021 estaríamos recién recuperando el nivel de actividad que tuvimos antes de la pandemia. Ni qué hablar de recuperar la tendencia que traíamos. Si eso ocurre, se va a demorar. Entonces, no lo veo como algo particularmente optimista.
Comunicación y pensiones: los desafíos de Cerda en Hacienda
- ¿Cuánto ayuda el proceso de vacunación y la ampliación de la FCIC que anunció el Banco Central el miércoles?
- A lo menos durante este año, el Banco Central mantendrá la TPM en 0,5%, prolongará el financiamiento subsidiado a los bancos (FCIC) y de ser necesario continuará con la compra de instrumentos bancarios. En la medida que la crisis por la pandemia vaya siendo superada, el Banco Central podría comenzar a retirar las medidas extraordinarias y podríamos comenzar a ver un incremento gradual de las tasas de mercado.
De cara al 2022 todo dependerá mucho de las políticas que implemente el próximo gobierno. Bien se podría continuar por la vía de la represión financiera y el incremento del déficit fiscal u optar por vías más conservadoras de retiro gradual del estímulo monetario y fiscal.
- ¿Qué expectativas tiene de la llegada del nuevo ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda?
- Durante su etapa como director de Presupuestos, Cerda se ganó la reputación de ser un buen negociador parlamentario y construyó relaciones estrechas con el Congreso. Queda por ver si esas relaciones durarán ahora que tiene un puesto que es un objetivo natural para las críticas.
Tiene todas las cualificaciones requeridas como economista, pero puede no venir dotado de las habilidades comunicativas que ayudaron en su momento a Briones a rebajar las tensiones con la oposición y a ganarse la confianza de una opinión pública escéptica. Su primer reto será sacar adelante las propuestas de reforma de las pensiones, que tiene un camino muy cuesta arriba.