Expertos advierten de la necesidad de abordar la informalidad laboral de cara a la reactivación económica
Bernardita Silva de la CNC señaló que el resultado negativo del IMCE de noviembre responde al Imacec de noviembre y a la segunda ola de contagios, mientras que Jorge Quiroz planteó que el índice debe analizarse "en períodos más largos".
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Horas antes de que el Banco Central confirmara que por fin la economía nacional volvió al terreno positivo en noviembre, el Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE) elaborado por Icare y la Universidad Adolfo Ibáñez reveló un panorama opuesto, con una caída de 6,16 puntos en diciembre en relación al nivel alcanzado el mes previo.
Durante el último mes del año, el indicador que mide confianza empresarial bajó a 48 puntos, lo que implica que las expectativas empresariales globales se situaron nuevamente en terreno negativo.
El reporte detalla que si bien todos los sectores sufrieron mermas frente al mes previo, el Comercio aumentó en 1,19 puntos, algo que fue abordado en el seminario online "Coyuntura Económica y Perspectivas: IMCE diciembre 2020", organizado por Icare en alianza con DF Live.
La gerenta de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Bernardita Silva, fue una de las panelistas del foro, en el cual explicó que la caída del IMCE de diciembre responde a lo que ya se veía en el Imacec de noviembre y, además, a la segunda ola de la pandemia "que agrega más incertidumbre".
En el evento moderado por el presidente del Círculo de Finanzas y Negocios de Icare, Jaime de la Barra, la economista planteó que "la caída es más fuerte en las expectativas futuras que en la situación actual", ejemplificando con lo ocurrido en Minería, por ejemplo.
El socio principal de Quiroz y Asociados, Jorge Quiroz, también participó del encuentro, y explicó que a su juicio el IMCE "es un índice con muchísima variabilidad y yo lo entiendo mejor en períodos más largos".
"La gente te va a marcar arriba de 50 puntos porque ve que va a estar mejor de lo que estuvo, pero no significa que en términos absolutos ese arriba de 50 vaya a ser comparable con el arriba de 50 de 2010, por ejemplo", indicó el doctor en Economía.
La experta de la CNC profundizó en lo ocurrido en diciembre con el sector de Comercio en particular, y planteó que lo que ha afectado positivamente al sector son "variables transitorias", tales como los retiros de los fondos previsionales y los bonos entregados por el Gobierno para enfrentar la pandemia.
Silva señaló que "el problema es que todo empezó a pasar al mismo tiempo", lo cual produjo el shock en el consumo que se plasmó con fuerza en el último trimestre del año. "Es un shock muy potente, pero se acaba", indicó la experta, quien hizo un llamado de atención respecto a cuando el impulso se acabe, ejemplificando con que "en enero y febrero quizás no veamos resultados tan positivos" porque la base de comparación es más alta.
Por lo mismo, la representante de la CNC explicó que "en la medida en que no se recupere el empleo formal y que empiece a crecer la masa salarial de los ocupados formales, no va a ser consistente en el tiempo el aumento en el consumo, sobre todo el consumo minorista".
Con foco en el empleo formal
En línea con lo anterior, Silva hizo referencia a la creación de empleos dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la semana pasada, y dijo que "si siempre, de los empleos que se están creando mes a mes, tenemos un 75% que son informales y no empezamos a revertir que ojalá más del 50% sean formales, es un poco pan para hoy y hambre para mañana".
Abordar el tema de fondo, a su juicio, "es lento, y es un problema que tenemos también en toda América Latina. Estamos en un lugar de mucha informalidad, tenemos niveles de informalidad muy altos si nos comparamos con el resto de los países de la OCDE".
En línea con ella, Quiroz planteó que la única alternativa que ve es que para incentivar el empleo formal es abaratar los costos de la formalidad, ya que en su experiencia "cuando se dicta una ley se dicta un algoritmo, 'usted para contratar tiene que seguir los siguientes pasos, hay conexiones con el Ministerio de Salud, con la AFP, con la Isapre' y cada nodo recorta un punto". Para los informales, en tanto, la cadena es más simple y consta solo de dos "puntos", por lo que en su opinión, "a medida que agregas más puntos y más costos se hace pesada la formalidad".
Asimismo, planteó que "el Estado no cumple con lo mínimo", agregando que "si tú no tienes el poder de imponer orden en la calle, tú tienes que bajar los costos de ser formal".
Ligando su planteamiento a un panorama social más amplio, indicó que "si Chile resuelve los temas de seguridad ciudadana, orden público, informalidad, si tú como Estado te encargas de eso y con estas tasas de interés tú tienes un boom económico, y ahí tienes un crecimiento de 5% o 6% y ahí tienes plata para las demandas sociales".