Las secuelas de la pandemia, y el exceso de liquidez que esta desencadenó con los retiros de fondos previsionales y las ayudas estatales llevaron al país a una situación de ajuste en la economía que aún dista de terminar o, así al menos, lo revela Google.
Precisamente, el informe elaborado por el Centro de Investigación de Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo (CIES-UDD), titulado Indicadores Económicos de Alta Frecuencia, recopila diversos datos disponibles en internet que muestran la evolución de diversos aspectos de la economía local.
Uno de ellos es la liquidez de los hogares. Luego del boom, esta ha continuando cayendo y se acerca a casi el mismo nivel que en abril de 2020. En julio de 2023, el saldo en cuentas corrientes y vistas era de UF 541 millones, en circunstancias que en el cuarto mes de 2020, alcanzaba los UF 549 millones.
“Hoy la liquidez dentro de las cuentas está al mismo valor del 2020, lo que hace suponer de alguna manera que no hemos sido capaces de crecer en cuanto a generar riqueza, porque al final si uno mira para atrás, las cuentas corrientes y las cuentas vistas iban aumentando”, reflexiona Víctor Martínez, director del CIES-UDD.
Y, a medida que el dinero se acaba, la deuda morosa vuelve a sus niveles prepandemia. Si en julio de 2019 la deuda era de UF 254 millones, en julio reciente llegó a los UF 232,7 millones, alejándose de los mínimos en torno a los UF 150 millones que se registraron durante la crisis sanitaria. Esto, según cifras recabadas de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Otro aspecto que monitorea el CIES-UDD es el interés por consumir en tiendas online. En línea con una menor liquidez, el análisis revela que este se encuentra en su mínimo valor, con una “marcada” tendencia a la baja. Este indicador muestra incluso niveles significativamente más bajos que en los años previos a la pandemia (2018 y 2019).
Víctor Martínez, director del CIES-UDD.
Cesantía a la baja
A los elementos anteriores la revisión de CIES-UDD añade el mercado laboral. Martínez asegura que “el empleo está bastante estancado”.
“Lo que uno observa es que si bien hoy la búsqueda no está creciendo mucho, eso quiere decir que probablemente los datos de empleo que uno vea eventualmente podrían crecer un poquito, pero siempre en el margen”, desarrolla el economista, y sentencia que el problema es que no se está logrando recuperar los puestos de trabajo que se perdieron post pandemia.
El interés por búsqueda de empleo creció 1,5% en el trimestre móvil julio-septiembre, en comparación al trimestre móvil anterior.
El reporte del CIES-UDD señala que este número “no es suficiente” para cambiar el panorama global del año, en que las búsquedas y el número de ocupados ha estado estancado.
Los datos muestran que las búsquedas en internet relacionadas con la cesantía se han detenido. En el trimestre móvil julio-septiembre, presentaron una variación de -0,02% frente al cuarto anterior, por lo que “no deberíamos ver grandes aumentos en la cesantía en lo que sigue”, proyecta el director del centro de investigación.
¿Y las empresas?
Otro factor que sugiere estancamiento es la creación de empresas. En el año 2019 se formalizó un total de 85.203 firmas nuevas hasta septiembre. En 2020, hacia dicho mes eran 95.203 las empresas creadas, y en 2021 ascendían a 132.644.
Martínez explica que se crearon muchas empresas como, por ejemplo, de logística. “Hay una variedad de cosas que se ven ahí a nivel micro de personas que vieron una oportunidad en el peor momento en la pandemia”, añade.
Al noveno mes del año en curso, la cifra alcanza los 84.925, o sea, de menor cuantía que en los años anteriores e, incluso, que en 2019. El director del centro explica que “hubo una oportunidad” durante la crisis sanitaria, pero que “no se logró capitalizar”.
“Todas las cifras te muestran que de alguna manera tú en el 2019 y 2020 te estancaste, en la pandemia pasaron cosas raras, pero ya van tres años en los cuales no se ve un crecimiento ni en la ocupación, ni en la plata que uno tiene en las cuentas, ni tampoco en las empresas”, concluye el economista.
Lo que dicen las proyecciones del Banco Central
Los indicadores elaborados por la Universidad del Desarrollo muestran un bajo interés por el consumo online, pero el Banco Central destacaba en su último Informe de Política Monetaria (IPoM) -publicado en septiembre- que la reducción del consumo privado “se ha ido moderando con el correr del año”.
En concreto, durante el segundo trimestre de 2023, mostró un comportamiento catalogado como “mucho más estable” por la entidad presidida por Rosanna Costa.
Aún así, se espera que debido a los malos resultados del primer cuarto de 2023, el año cierre con una caída de 4,9% en la referida variable. Ya para 2024, aumentaría en un 1,7% y en 2025 en un 1,9%.
En dicho documento, se explica que gracias a “ingresos reales que irán recuperándose gradualmente y condiciones financieras que serán más favorables conforme avance el proceso de reducción de la Tasa de Política Monetaria (TPM)”, el consumo privado irá al alza.
¿Qué dicen las Cuentas Nacionales? El consumo de hogares cayó un 6,1% en el segundo trimestre, con descensos en todos sus componentes, pero donde la mayor influencia estuvo en los bienes no durables. Los servicios también anotaron un retroceso, destacando restaurantes y hoteles.
En cuanto a bienes durables, estos siguen acumulando “la mayor caída” luego de su máximo de 2021 -influido por los retiros de fondos previsionales y ayudas económicas estatales-, se lee en el último IPoM.
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