Difícil está resultando para la Nueva Mayoría alcanzar la tan necesaria unidad en el complejo momento que atraviesa el gobierno, porque la Democracia Cristiana no renuncia a hacer ver su postura sobre la hoja de ruta a la que se llegó en el polémico cónclave del 3 de agosto, es decir con gradualidad y diálogo, que es lo que interpretaron sus máximos dirigentes y representantes. Mientras tanto, entre sus socios ya se sospecha que el falangismo se desafectó de la actual administración y pretende comenzar a diseñar un camino propio.
Aunque algunos dirigentes de la coalición oficialista se esmeran en dar por superado el episodio post cónclave que se extendió hasta el comité político del lunes, las diferencias al interior del pacto no se superan. Entre los primeros, se encuentra el presidente del PPD, senador Jaime Quintana, quien se refirió en el Congreso al comité político extraordinario de la mañana del martes, asegurando que tras esta cita "el compromiso de todos los partidos de la Nueva Mayoría y del gobierno, naturalmente, es remitirnos a lo que fue el cónclave, con todas las directrices que allí se plantearon", dando por superados los últimos
desencuentros e insistiendo en la necesidad de "dar vuelta la página".
Sin embargo, tras la reunión de ayer algunos de los dirigentes continuaron en su guerrilla verbal en contra de la Democracia Cristiana, aludiendo a la idea del camino propio que ya es tema en la NM, pero desde la tienda encabezada por Jorge Pizarro no se quedan atrás respondiendo a los ataques y confirmando su permanencia en el bloque.
De hecho, la presidenta del Partido Socialista, senadora Isabel Allende, no dudó en advertir que "el que se baja del barco tiene todo el derecho a hacerlo, pero creo que el que se baja del barco va a quedar muy solo y aislado. Creo que no hay nadie en disposición de bajarse del barco, pero cualquier persona, cualquier partido, si hipotéticamente quisiera bajar, tiene pocas probabilidades de sobrevivir", en directa alusión a sus socios falangistas.
La metafórica expresión de la dirigente, encontró inmediata respuesta desde la DC, donde el senador Andrés Zaldívar afirmó que en su partido hay unanimidad respecto de que: "Primero, estamos claramente dentro de la Nueva Mayoría; segundo, nadie nos va a hacer bajar del bote; tercero, tenemos claro que nuestra colaboración con el gobierno es constructiva; cuatro, tenemos derecho a opinar en la Nueva Mayoría, ser escuchados, así como la obligación de escuchar a los demás; y, quinto, existe un respaldo a la Presidenta de la República, al comité político y a Burgos, Valdés, Eyzaguirre y Díaz".
Pero mientras algunos especulan que la DC podría estar preparando el terreno para dejar el pacto, dado que la baja popularidad de la presidenta Michelle Bachelet no le reditúa electoralmente y ponen en duda la tesis de la confusión esgrimida por el senador Pizarro, el jefe de la bancada del PPD, diputado Jorge Tarud, admitió a DF que "ha habido señales contradictorias que vienen de La Moneda y eso contribuye al desorden en las opiniones de los representantes de la Nueva Mayoría", dándole piso a los dichos del timonel DC que acusó confusión.
Y aunque en el falangismo hay quienes han pensado en el camino propio, entre los dirigentes prefieren no teorizar al respecto, pero también aseguran que no renunciarán a seguir poniendo sobre la mesa sus planteamientos sobre cómo deben hacerse las cosas.