Sólo 23 minutos bastaron para que el ex presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, desmenuzara el proyecto de reforma laboral y, de paso, terminara por derribarlo con un crudo análisis. De entrada lanzó que la iniciativa pierde el foco al olvidar retos como la capacitación, y aseguró que lo peor es que "se intenta construir una suerte de matonaje de algunos, de intentar imponer cuáles son las agendas y las reformas para enfrentar los desafíos de una sociedad que cambia".
Repasando ocho materias clave del articulado, coincidió que en al menos tres de ellas había un claro sentido de privilegiar lo colectivo por sobre lo individual. Comenzando por la titularidad sindical, planteó que los grupos negociadores no pueden optar a la huelga ni tampoco contarán con fuero, lo que apunta a que no existan y a que sólo se privilegie el sindicato como organización de los trabajadores.
En ese sentido, cuestionó el por qué restringir la libertad de otros que quieran negociar sus condiciones económicas, de bienestar o seguridad, por otras vías que no sea exclusivamente a través del sindicato.
El también líder de la comisión laboral de la CPC aterrizó en uno de los puntos más polémicos del proyecto, cuestionando lo que sucederá en hospitales, hogares de ancianos, bancos o en el Metro cuando no haya reemplazo en huelga. En esa línea, agregó que "no queda claro que se llegue a un acuerdo de qué son los servicios mínimos", dudando de lo que pasará si los servicios mínimos que se acordaran no llegaran a ser cumplidos. Entonces, siguió su intervención, "vemos aquí una legislación anacrónica que va a conseguir, sin ninguna duda, mayor desempleo y conflictividad".
El punto medular para Santa Cruz, eso sí, son las sanciones para quienes ejerzan actos violentos. Materia que estaba contemplada en el proyecto original del gobierno, pero que luego fue eliminada. "Cuando haya trabajadores o dirigentes que ejerzan la violencia, lo lógico es que tengan un costo: el fuero y además inhabilitarlo de ejercer la labor sindical. Sería como lo mínimo", puntualizó.
Lo peor de todo, explicó, "es que no sacamos nada ni con tener reemplazo en huelga ni con tener servicios mínimos si se ejerce violencia en contra de los trabajadores que quieren volver (...) y eso queda impune".
Arregladas las otras materias, si esto no cambia, dijo que será "letra muerta" hasta el reemplazo con trabajadores internos.
Y Santa Cruz fue por más con una dura sentencia. Si hay una "cosa buena", dijo, es que "toda discusión que hoy se está dando en el país sobre qué significa 'realismo sin renuncia' va a tener su clara respuesta con el proyecto de reforma laboral que impulse el gobierno. Eso podrá clarificar qué signfica 'realismo sin renuncia' y los chilenos vamos a saber a qué atenernos".
Consultado por los trascendidos que apuntan a que se mantendría la idea de prohibir el reemplazo en huelga, sostuvo que "es una señal clara en el sentido contrario de cooperar al entendimiento del país y a fomentar la inversión". Y sobre su "sentencia" comentó que "todavía soy optimista de que la luz llega a iluminar a quienes debe iluminar".
Foxley respalda a Valdés y ve con optimismo reforma laboral
Por Lucy Aravena
El economista y actual presidente de Cieplan, Alejandro Foxley, manifestó ayer su optimismo frente al proyecto de reforma laboral que se discute actualmente en el Congreso y que genera rechazo mayoritario de la oposición y el sector empresarial.
Esto, tras una reunión de carácter privado que sostuvo con el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, en CasaPiedra.
"Hoy día (ayer) el ministro habló algunas de las orientaciones para llevarlo adelante y nosotros tenemos confianza en que lo que se está discutiendo es un buen proyecto", dijo el ex canciller y ex ministro de Hacienda.
Tras la cita en la que se abordó además el tema de la reforma tributaria y la situación china, Foxley aprovechó de manifestar todo su respaldo a la gestión que está llevando adelante Valdés.
"Creemos que él tiene el espacio y las ideas adecuadas para empujar esta economía, para llevar adelante con buen resultado la agenda política del gobierno. El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, cuenta, en ese sentido, con nuestro total apoyo", expresó Foxley.
Otro de los asistentes a la cita fue el senador Ignacio Walker, quien también manifestó su respaldo al jefe de las finanzas públicas. "Hay que darle todo el apoyo a nuestras autoridades, a la presidenta Michelle Bachelet y a los ministros y tratar de actuar sobre las expectativas de los actores, de la ciudadanía -porque está la dimensión del consumo-, y de los actores económicos -porque está la dimensión de la inversión-. En la medida que se establezcan reglas del juego claras, estables y equitativas, vamos a poder tener un horizonte en el mediano y largo plazo más predecible", afirmó.