El diputado Osvaldo Andrade ha criticado duramente la tramitación de la reforma laboral y, en especial, al gobierno y a un grupo de senadores de la DC por moderar el proyecto. La molestia con el Ejecutivo la manifestó de nuevo el martes, cuando la bancada PS recibió al vocero de La Moneda, Marcelo Díaz, -militante socialista- en el Congreso.
"Ustedes han mostrado como un triunfo algo que no lo es", aseguró Andrade. Díaz no contestó. La acusación se refería a las "adecuaciones necesarias" que el gobierno incorporó en la huelga, con el objetivo de alcanzar un acuerdo con senadores DC.
Este "principio de entendimiento", sin embargo, no será asumido plenamente por los diputados, advierte el parlamentario. No al menos si el Ejecutivo no corrige algunos cambios introducidos en el Senado, lo que lo obliga a explorar un acuerdo transversal al interior del bloque oficialista. "Es un camino", asegura Andrade. El otro es que La Moneda apruebe la reforma laboral "con una Nueva Mayoría dividida", como está hoy.
Sin embargo, el ex presidente del PS dice ser "optimista" y confía en que el gobierno y la Nueva Mayoría aprueben "un buen proyecto para los trabajadores". Para eso, asume, "todos tendrán que ceder".
- Usted pidió no apurar la tramitación legislativa. El gobierno accedió parcialmente al retirar la discusión inmediata -que repondría hoy-. ¿Es eso suficiente o se requiere una señal más fuerte?
- Para mejorar el proyecto se deben cumplir tres condiciones. Una, es que tengamos tiempo. La segunda, es que se instale una conversación, para que, cuando votemos el tercer trámite, tengamos claro qué vamos a votar en la comisión mixta y ojalá acordado. Y lo tercero, es que necesitamos una explicación del Ejecutivo. Lo que se ha instalado es que, en el Senado, las adecuaciones necesarias fueron muy necesarias para que se construyera un acuerdo en la Nueva Mayoría. Si esa es la razón, habría que decirlo, pero no es una razón técnica sino que es política. Yo estoy dispuesto a resignar algunas aspiraciones, pero sobre la base de un acuerdo. Si tal acuerdo no existe o tenemos apreciaciones diferentes, prefiero que discutamos todas las cosas que tenemos que debatir. Y ahí entra ultraactividad, los descuelgues, la negociación colectiva de trabajadores por obra o faena y los quórum.
- El martes, en la comisión de Trabajo, usted dijo "no sé para qué son necesarias las adecuaciones". Tres ministros intentaron explicarlo, pero parece que sin éxito...
- Si lo que yo quiero es asegurar que el trabajador que no está en la huelga cumpla con lo convenido en su contrato, no sé para qué el empleador necesita facultades especiales. Es insólito. Ahora, si el objetivo de las adecuaciones necesarias va más allá de aquello, que el gobierno lo diga. Entonces, yo pregunto si de lo que se trata es que incorporemos el concepto del "Ius variandi" (facultades del empleador para modificar unilateralmente los contratos) acotado, bueno, digamos eso, porque eso ya está en la ley. Pero este concepto de adecuaciones necesarias es nuevo y será objeto de todo tipo de interpretaciones. Están siendo más un problema que una solución.
- Cuando usted lanzó esa interrogante, el diputado Patricio Melero (UDI) contestó -medio en broma, medio en serio- "para dejar contenta a la DC". ¿Es plausible esa respuesta?
- Yo estoy dispuesto a comprar esa argumentación, pero que el gobierno lo diga. Y, en consecuencia, que nos diga "mire, para un sector de la DC es necesario que exista reemplazo interno y esto lo logramos con las adecuaciones necesarias". Si es así de explícito, yo estoy dispuesto a realizar esa discusión.
- El gobierno se desplegó para buscar respaldo al acuerdo del Senado. El PS notificó que no está disponible para eso, el PPD llegará con votación dividida y la DC con un grupo minoritario que también rechaza ese planteamiento. ¿Tiene los votos el gobierno en la Cámara?
- Acá hay que tomar una decisión política. Una decisión del gobierno es articular una mayoría para respaldar lo que le parezca y, bueno, ahí se dividirá la Nueva Mayoría y el Ejecutivo dirá que está feliz porque aprobó el proyecto con el bloque dividido. La otra es tratar de construir un acuerdo. Yo me inclino por lo segundo. Para que eso ocurra, el acuerdo del Senado no se puede asumir plenamente. Si lo único que le interesa al gobierno que llegue a la mixta es negociación interempresa, nosotros no estamos de acuerdo con eso.
- Pero, ¿cómo se configura un acuerdo entre diputados y senadores, entre el sector más progresista y el más conservador de la Nueva Mayoría? Cediendo parece ser el camino menos traumático...
- La vida me ha enseñado que para llegar a acuerdos, todos cedemos y todos logramos. Esos son los acuerdos que tienen sentido.
- ¿Negociación interempresa obligatoria por la huelga pacífica o las adecuaciones necesarias?
- No quiero entrar en el detalle, porque es una conversación que está recién en curso. Hasta ahora, la conversación entre diputados y senadores no se ha hecho, y el gobierno no ha tomado iniciativa al respecto. Y me preocupa, porque a la vez apura con los tiempos.
- En la comisión de Trabajo del Senado la ministra Rincón intentó aclarar que las funciones convenidas deben, además, ser realizadas habitualmente. Por el contrario, el ministro Valdés optó por dejar todo en manos de "los tribunales y la jurisprudencia". ¿Se ha equivocado el gobierno al tener distintas visiones en este debate?
- En eso se ha cometido un error garrafal, porque cuando el gobierno no tiene una opinión unívoca, lo único que provoca es dispersión y confusión en sus adherentes. Efectivamente existían matices entre uno y otro. Y eso no ayuda. No me parece razonable decir: "Bueno, que resuelvan los tribunales". Porque si el ministro Valdés quiere que resuelvan los tribunales, le va a empezar a ir peor, porque hoy los tribunales están mucho más avanzados; incorporando la legislación internacional y con el principio "pro operario" (ante la duda, a favor del trabajador).
- Un grupo de senadores DC botó la negociación interempresa obligatoria y repuso el concepto de huelga "pacífica", desobedeciendo, según parte importante del oficialismo, el acuerdo al que llegó con el gobierno. ¿Eso juega en contra de un acuerdo?
- Cuando uno insinúa un proceso de diálogo, lo peor es comenzar pegando una bofetada. En eso, ya habrá tiempo.