Reconocido por su larga trayectoria en defensa de los derechos humanos, Hugo Gutiérrez integra la pequeña bancada del Partido Comunista en la Cámara Baja y desde ahí defiende la necesidad de hacer reformas profundas, pero también desmitifica la idea de que su colectividad pretenda llevar al extremo la presión para avanzar en algunos tópicos.
El diputado aclara que su colectividad no es la que "rompe el elástico" y que, por ejemplo, en materia laboral "hay temas que pueden ser conversables".
También invita a los empresarios a ser parte del proceso de reformas: "En vez de estar renuentes a este cambio constitucional, ellos debieran sumarse a esta exigencia de hacer de Chile un país más democrático, más solidario, donde ellos también son parte del país; nadie quiere ni ahuyentarlos ni que se vayan a invertir a otro país, sino por el contrario, que el progreso social nos llegue a todos".
Con su voz gruesa y ritmo pausado, el parlamentario deja claro por qué algunos dicen que su partido es el más oficialista de la NM.
- ¿Qué hace que el PC apueste por la continuidad de la Nueva Mayoría, cuando muchos le ponen fecha de vencimiento?
- Creemos que ha sido un instrumento indispensable para llevar adelante transformaciones que, más allá de que no sean percibidas como trascendentales ahora, con el tiempo el ciudadano de a pie va a entender la importancia de los grandes cambios que estamos realizando.
- ¿Comparte con quienes plantean entonces que las reformas han contribuido a la baja popularidad del gobierno?
- Los gobiernos de Concertación se acostumbraron a darle gobernabilidad a lo existente, tratando de que el modelo neoliberal sobreviviera a través de políticas de subsidios y bonos, sin abordar los grandes temas. La particularidad del gobierno de la presidenta Bachelet es que emprendió el camino de las grandes reformas, cuya particularidad es que no pueden ser valoradas en el corto plazo. Hoy día tenemos un Estado que es una especie de Hogar de Cristo, que actúa de manera subsidiaria, desde la caridad y no empoderando y no empoderando en derecho a los ciudadanos.
- ¿Está de acuerdo, entonces, con quienes dicen que este gobierno se va a llevar el costo de las reformas y los que vengan los beneficios?
- Hay que asumir esos costos e imagino que la Presidenta entiende que hacer estas grandes transformaciones puede implicar que no sea del buen gusto de todos, pero que es indispensable hacerlas, no tengo la menor duda. Y si hay que enfrentar los costos de ser parte y haber apoyado a un gobierno que enfrenta las grandes trasformaciones que requiere el país, hay que asumirlos.
- En la NM se dice que el PC es el más oficialista de los partidos, ¿quedó atrás la idea de estar con un pie en el gobierno y el otro en la calle?
- Eso fue más una caricatura que se hizo de nosotros que una realidad. Los intervinientes siempre supieron que íbamos a ser sumamente responsables con ser partícipes de un gobierno. Hemos sido leales y entendido la importancia de hacer avanzar las reformas, aunque incluso pueda haber algunas que no nos gustan en su totalidad, pero entendemos que hay que apoyarlas. Como el caso de la agenda de seguridad ciudadana nos incomodaba, porque entendemos que un gobierno progresista no puede solucionar los problemas sociales con más cárcel, pero es una iniciativa de nuestro gobierno y respaldamos gran parte de ella salvo los artículos en que pensamos que se iban a menoscabar derechos ciudadanos.
- ¿Hasta dónde está dispuesto a ceder el PC en la reforma laboral para que sea aprobada? Se lo pregunto, porque algunos lo responsabilizan de impedir un acuerdo.
- El proyecto de reforma laboral ya está bastante atenuado en función de lo que creemos que debe haber en cuanto a reconocimiento de derechos laborales. No representa lo máximo que hubiéramos deseado que es una transformación del Código del Trabajo. Este proyecto ya tiene demasiadas concesiones de parte nuestra y que ahora se nos pidan más en el Senado, nos parece que es mucho estirar el elástico. Por supuesto, nosotros no somos los que rompemos el elástico y creemos que hay temas que eventualmente pueden ser conversables.
- ¿Qué aspectos son intransables para ustedes en esta reforma?
- Es fundamental garantizar el derecho a huelga y que se pueda negociar colectivamente en igualdad de condiciones con el empleador son fundamentales, porque estamos pensando también en el desarrollo del país.
El país se desarrolla generando condiciones de equidad laboral, no es que estemos por destruir empresas. Estamos a favor de que el emprendimiento siga adelante y se fortalezca; que se creen más empresas, pero sin perjudicar a los trabajadores.
- ¿A qué atribuye entonces que el empresariado y la oposición se opongan, calificándola de reforma sindical?
- El empresariado de las grandes empresas está acostumbrado a altas tasas de utilidad y lo que se requiere es una práctica laboral de solidaridad.
En Chile, el empresario tiene altas dosis de avaricia y eso es percibido por el trabajador y genera gran molestia al interior de la empresa. Esperamos que el Senado comparta esta reforma, porque no apunta a impedir que el empresariado desarrolle sus labores de manera que consiga las utilidades que espera, sino que queremos compartir si es que hay beneficios en la empresa.
- ¿Cuál es el límite del PC a la hora de tener que ratificar los eventuales cambios del Senado?
- Tenemos la convicción que esta reforma laboral es moderada y como partido hemos estado alejados de cualquier extremo maximalista. Lo que esperamos, en términos generales, es que esta reforma sea aprobada tal cual la aprobó la Cámara de Diputados. Y entendemos que en la pequeña y mediana empresa podrían, eventualmente, hacerse rectificaciones porque una huelga podría perjudicar más que a una gran empresa.
- ¿Las diferencias con la DC no los hace dudar acerca de prolongar la vida útil de la NM o su permanencia?
- Los comunistas estamos acostumbrados al debate de ideas y como sabemos lo que es la intolerancia, no somos intolerantes con las ideas de los demás. Nosotros no nos hemos sentido incómodos en la Nueva Mayoría, al margen de que haya algún análisis por ahí que pretenda hacer verlo así. Yo puedo evaluar mi relación política con la DC en mi región y, créame, que no tengo mayor inconveniente con ellos. Y en el Congreso tenemos las diferencias naturales de, a veces, percibir fenómenos políticos de manera distinta, pero eso en ningún momento implica un quiebre entre ambos partidos.
- ¿Ni en lo que respecta a la relación del PC con Cuba o China, que es el tema más sensible entre ambos partidos?
- Respetamos su posición, como imagino que ellos respetan nuestra posición en relación con Estados Unidos. Lo que me interesa es que en Chile, mi país, exista una comunidad ética, es decir, que compartamos ciertos principios, valores y práctica democrática. Y en ese sentido no tenemos grandes distancia con la DC.
- ¿Ve viable la continuidad de la NM a partir del actual escenario político?
- Pareciera que enfrentamos la crisis del partido único, porque veo una derecha totalmente devastada. Entonces, tenemos un conglomerado político que abarca todas las tendencias políticas, porque vamos desde una izquierda, como el Partido Comunista, hasta una centroizquierda o centro, como es la DC, que al ver que hay una centroderecha que está sin representación también aspiran a representar. Entonces cada día este conglomerado se vuelve más grande y yo no veo otra alternativa de gobernabilidad para Chile que no sea la Nueva Mayoría.
- Se dice que la falta de un itinerario claro en la reforma Constitucional genera incertidumbre, ¿es política y económica?
- La incertidumbre es fundamentalmente política. Porque mientras la economía esté sana, como lo está, podemos atrevernos a hacer los cambios que la ciudadanía requiere. Y creo que ahí los empresarios cometen un gran error, que es generar una inestabilidad económica, una crisis económica, que eventualmente puede llevar a un mayor desempleo, con tal de evitar las transformaciones políticas que el país necesita. Y siento que la derecha económica no tendría por qué tener miedo a los cambios que se están planteando, porque nadie está instando a ningún proceso revolucionario.
"No veo posibilidad de que no haya primarias"
- ¿Cree que el ex presidente Piñera vaya a ser el candidato de la oposición, dado su buen posicionamiento y sus últimas apariciones públicas?
- Si a Piñera le sacáramos en cara todo lo que hizo durante su gobierno, todo lo que eventualmente se enriqueció con su gobierno, tendríamos tantas cosas que enrostrarle que sería la carta que más fácilmente se podría denostar. Aunque siempre he considerado que todas las candidaturas son legítimas, incluida la del ex presidente Piñera, no soy yo el que la va a descartar, es el ciudadano que tendrá que opinar.
- ¿Y en la Nueva Mayoría ve eventuales candidatos? Ya se menciona a varios como el ex presidente Lagos.
- Todas las candidaturas de las que se está hablando tienen la legitimidad de ser integrantes de esta coalición que, con todos sus bemoles, es la única que puede darle gobernabilidad al país. La mejor muestra de que tenemos futuro es que los candidatos presidenciales son variados. Y el ex presidente Lagos demostró sus dotes de liderazgo y es, sin duda, un candidato que podría eventualmente representar a la NM. Lo que sí sugeriría es que si hay varios candidatos, lo mínimo es que se resuelva en primarias.
- ¿Incluso el ex presidente Lagos?
- No veo posibilidad de que no haya primarias. Para resolver los conflictos internos de la coalición lo mejor es la democracia y no hay nada mejor que una primaria para resolver quién será el candidato y así uno se sentirá compelido a apoyar al elegido, porque si se impone un candidato está la posibilidad de la dispersión.
- ¿Cómo ve el escenario electoral de la Nueva Mayoría en medio de los casos de corrupción?
- Va a haber una afectación relevante en el electorado. Pero tengo la impresión que eso va a afectar más las elecciones parlamentarias que las de alcalde, porque en estas últimas la gente tiene más motivación para ir a votar.
- En este contexto, ¿qué importancia tiene la agenda de probidad y transparencia que está en tramitación?
- Lo que hoy día necesita el ciudadano es certidumbre para adquirir confianza. Y mientras no acotemos la agenda de probidad en todas sus dimensiones, la gente va a seguir sospechando que los políticos se siguen arreglando entre ellos para no solucionar los problemas de fondo.
- ¿Cómo ve lo que está pasando con el senador Fulvio Rossi, de quien usted ha sido un fuerte crítico?
- Es un senador que justifica plenamente que en este país exista la posibilidad de revocabilidad del mandato parlamentario.
Una nueva Constitución debería contemplar la posibilidad de exigir la revocabilidad de un mandato entregado a un parlamentario cuando se aparte de ciertas normas de probidad.
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