Gemines advierte riesgo de desaceleración aún más profunda en el país
La lectura de la entidad es categórica: “Nada hace pensar que será posible superar los pobres registros de 2014 y 2015”.
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El desaliento es el estado de ánimo que ha marcado el panorama económico durante el último tiempo. En lo inmediato, la prueba más reciente fue la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central correspondiente a febrero, que proyectó un crecimiento de 1,9% para este año. Ése es también el pronóstico de Gemines, que si bien estima una expansión del PIB de 2% en 2016, sintoniza con el mercado y mantiene la estimación con “un leve sesgo a la baja”.
Pero, ¿cuán inferior de los 2 puntos puede ser el crecimiento? Bastante, según el grupo de economistas, que advierte de un “peligro que este año se pueda producir una desaceleración adicional”.
A nivel interno, algunos fenómenos podrían atentar contra la actividad, específicamente algunas dudas en la aplicación de la reforma tributaria, la eventual aprobación de la reforma laboral y la incertidumbre que despertaría el debate constitucional.
También un gasto público más moderado, producto de menores ingresos fiscales, gracias -en gran medida- a la caída en el precio del cobre; y expectativas empresariales que se mantienen bajas.
A esto se suman elementos externos, como la incertidumbre que hay sobre la solidez del crecimiento de Estados Unidos y China. También un inicio de año “que ha sido peor al anticipado”, debido al desplome de las bolsas y una caída más pronunciada de las materias primas.
“El escenario externo no ayudará a fortalecer nuestro anémico dinamismo y la demanda externa va a restar al crecimiento”, aseguró Gemines.
El economista de Gemines, Alejandro Fernández, advirtió que “sólo un cambio profundo en la orientación de la política económica podría alterar las pobres perspectivas de crecimiento existentes”.
Pausa y esperar
La recomendación que la consultora entregó al Banco Central fue mantener la tasa de política monetaria en el actual 3,5% y evaluar cambios en la medida que aparecen nuevos antecedentes. “Pausa y esperar”, fue la sugerencia del economista Tomás Izquierdo, quien afirmó que el “desborde inflacionario” del último año y medio “estaría llegando a su fin”. Las presiones inflacionarias también estarían cediendo, en parte por el mensaje de la Reserva Federal de EEUU -de alzas más moderadas en su tasa de interés- que disminuiría la presión devaluatoria del dólar en las monedas emergentes, como el peso chileno.
Sobre la divisa estadounidense, Izquierdo señaló que “es probable que la volatilidad continúe elevada, pero el tipo de cambio se estabilizará en el año y no continuará su trayectoria alcista de los tres años anteriores, promediando los $ 700 en 2016”.
Mayor desempleo
El mercado laboral se deteriorá este año, tanto en la “tasa de desempleo” como en la variable “calidad”, según Gemines. Una inversión muy lenta, un consumo privado que se debilita y el menor gasto público serán los responsables del detrimento del trabajo, que ha mostrado gran resistencia al ciclo económico.
política fiscal austera
Gemines aseguró que "resulta urgente" una corrección en la política fiscal, adecuándola a parámetros "realistas" del precio del cobre de largo plazo y del PIB tendencial. La idea, según el grupo, es establecer "una trayectoria hacia el equilibrio entre ingresos (hoy mermados por la caída en el precio del commodity) y gastos (también condicionados por el cumplimiento del programa de gobierno) que se cumpla estrictamente, ya que, de otra manera, el deterioro de la posición financiera neta del Estado va a terminar por comprometer la clasificación de riesgo del país". También, "y más graves aún" según Fernández, "la flexibilidad para administrar la política fiscal se reducirá drásticamente en el futuro".
Gemines destacó positivamente el anuncio del Ministerio de Hacienda, de una eventual subejecución del Presupuesto 2016, y lo calificó como "bienvenido". A juicio de la entidad, el gasto real no debería crecer ni en 2017 ni en 2018. "La necesidad de una política fiscal austera debería ser la primera prioridad política en lo que resta del actual gobierno", sostuvo Fernández.