La crónica de un lunes negro para los mercados
EEUU vivió su peor día desde la crisis financiera, con el Dow Jones cayendo 7,79%. Argentina, Brasil y Colombia fueron los más afectados de la región.
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El último par de años no ha estado exento de sorpresas difíciles de tragar para los inversionistas internacionales y ayer hubo otra dosis de aquello. El desplome de los precios del petróleo provocó una dramática y generalizada caída de las mayores bolsas alredededor del mundo y, de hecho, en Estados Unidos se vivió la peor jornada desde la crisis financiera.
Después de que Arabia Saudita asombrara con sustanciosos descuentos, en represalia al rechazo de Rusia al acuerdo de recorte de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la cotización de crudo se hundió.
El referente americano WTI cayó 24,59% hasta US$ 31,13 por barril, mientras que el Brent europeo retrocedió 28,53% hasta US$ 32,34.
En ambos casos, se trata del valor más bajo desde fines de febrero de 2016 y representan las disminuciones diarias más marcadas desde el 17 de enero de 1991, el día que empezó la operación “Tormenta del Desierto” en el marco de la llamada Guerra del Golfo, con ataques estadounidenses a objetivos militares iraquíes.
Esto, según agentes del mercado, podría agravarse en el corto plazo, dependiendo de cómo afecte a la dinámica de oferta y demanda en el mercado del petróleo.
“Con los precios cayendo por debajo de niveles que justifiquen el desarrollo, esperamos que los productores fuera de la OPEP recorten presupuestos rápidamente”, explicó un informe de Credit Suisse junto con agregar que “la escala de la sobreproducción” podría llevar la cotización del llamado “oro negro” en torno a los US$ 20 por barril.
Descalabro bursátil
El brusco descenso del crudo en el marco de una economía internacional que arriesga debilitarse -debido a la expansión del coronavirus- provocó una oleada de ventas en mercados considerados riesgosos, entre ellos las bolsas.
Los mayores índices de Wall Street vivieron caídas que no registraban desde fines de 2008, en plena crisis financiera, con el Dow Jones cerrando con un descenso de 7,79% y el S&P retrocediendo 7,6%. A la par, el indicador de volatilidad VIX –conocido como el “índice del miedo” en EEUU– subió de los 50 puntos por primera vez desde esa misma época.
El efecto se sintió en todos los continentes, con el EuroStoxx 50 teniendo su peor jornada desde el 24 de junio de 2016, el día después del plebiscito que definió la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y los mayores índices de la región acusando bajas del orden de 8%.
Asia también se contaminó del pesimismo con bajas generalizadas, pero el mayor impacto se vio en América Latina, que no sólo sufrió la salida de flujos de mercados emergentes sino que resintió el hecho de que varias de sus economías son exportadoras de petróleo.
El Merval de Argentina lideró las bajas con un 13,75%, seguido por una aguda baja de 12,17% en el Bovespa brasileño y de 10,53% en el Colcap colombiano, como los mercados de peor desempeño en la región ayer.
Con todo, ciertamente las acciones del sector petrolero fueron las más golpeadas.
Entre las más grandes del mundo, Saudi Aramco cayó un 5,50%, acompañada de bajas de 12,22% y 15,37% en las estadounidenses Exxon Mobile y Chevron, respectivamente. A esto se sumó la caída de 17,48% en la holandesa Shell, de 9,63% en Petrochina, de 16,61% en la francesa Total y de 19,48% en BP.