El peso chileno se acopla al rebote global y el dólar termina la semana con la mayor caída desde el anuncio de intervención del Central
La divisa terminó sus operaciones en $ 838,45, lo que representa una baja de $ 16,06 respecto al máximo histórico de ayer y se alinea al respiro que viven los mercados internacionales.
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Luego del desplome de los mercados de ayer, que dejó la peor caída de Wall Street desde 1987 y marcó un nuevo máximo histórico para el tipo de cambio chileno, la jornada de hoy fue más alentadora para el peso chileno, terminando con la divisa nacional.
El dólar en el país llegó al fin de sus operaciones en $ 838,45, lo que representa una baja de $ 16,06 con respecto al precio de ayer.
Esto marca la baja más pronunciada desde el anuncio de intervención del Banco Central a fines de noviembre del año pasado, alejando al cruce de divisas del máximo histórico que marcó ayer, a un paso de los $ 855.
En este momento, las principales divisas del mundo emergente operan con resultados mixtos, tendencia que se replica en América Latina. En este momento, el real brasileño y el peso mexicano acompañan al peso chileno al alza, mientras que los pesos de Argentina y Colombia y el sol peruano pierden terreno.
Con esto, el tipo de cambio ignoró la leve caída que sufren los futuros del cobre en este momento y la fuerte apreciación que vive la cotización internacional de la moneda. A esta hora, el Dollar Index se eleva un 1,05% con respecto a ayer, acumulando en cuatro días de avances una escalada de 3,80%, impulsada por la búsqueda de refugio de los inversionistas internacionales.
Este resultado se alinea al respiro que viven las bolsas mundiales, luego de la agresiva corrección que experimentaron los mercados considerados como más riesgosos –como acciones, monedas emergentes y commodities– en la sesión de ayer.
Medidas del Banco Central
Tras el cierre del mercado ayer y el máximo del tipo de cambio alcanzado durante la jornada, el Banco Central de Chile anunció una serie de medidas con el fin de apoyar la liquidez. Entre ellas se incluyen, por ejemplo, una ampliación de los programas de REPO, en donde se incluirán operaciones con derivados con plazos a 7 y 180 días.
Además, los swaps de divisas también se verán beneficiados, ya que se agregarán plazos a 90 y 180 días, superando a los 30 días actualmente vigentes.