Perú llama a consulta a su embajador en Bolivia
La medida es en señal de rechazo por las declaraciones del presidente, Evo Morales, que calificó de "genocidio" el conflicto indígena peruano.
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El Gobierno de Perú llamó hoy a consultas
a su embajador en Bolivia, Fernando Rojas, como gesto de rechazo a
las declaraciones del presidente Evo Morales en las que calificó de
"genocidio" el conflicto violento de la región amazónica de Bagua.
En declaraciones a EFE, el embajador peruano confirmó que partirá
a Lima esta misma tarde, al tiempo que tachó de "apreciación
totalmente falsa" la del mandatario boliviano porque, dijo, "en Perú
no ha habido ningún genocidio".
El sábado, Morales afirmó que el conflicto ocurrido en la
Amazonía peruana, donde murieron 24 policías y nueve indígenas, es
"el genocidio del TLC (Tratado de Libre Comercio)".
"Lo que pasó en Perú, yo estoy convencido, es el genocidio del
TLC, la privatización, la entrega de las selvas amazónicas de
Sudamérica a las trasnacionales", sostuvo.
Rojas reprochó hoy que en Bolivia y por parte de "sectores
absolutamente interesados" se hable "sin pruebas" de "genocidio",
que, recordó, es una figura criminal "muy grave" en el derecho
internacional. Añadió que en el caso del conflicto peruano no hay
argumentos para aplicarla.
A su juicio, la prueba "más sólida y lamentable" de que no ha
habido tal genocidio es el hecho de que han muerto 24 policías
frente a nueve indígenas en ese enfrentamiento.
La llamada a consultas del embajador peruano agrava de nuevo las
ya tensas relaciones entre los Gobiernos de La Paz y Lima que en el
último año y medio se han caracterizado por continuos cruces de
críticas motivados por asuntos como los tratados de libre comercio o
la integración andina.
El embajador peruano en La Paz ya fue llamado a consultas el 30
de junio de 2008 por otras afirmaciones de Morales sobre una
hipotética instalación de bases militares de Estados Unidos en Perú,
que entendió estas declaraciones como una injerencia.
Rojas calificó hoy de "preocupante" el estado de las relaciones
entre ambos países y reclamó del Gobierno de Bolivia una "actuación
coherente" con las normas internacionales y con las relaciones
binacionales.