El presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, y el primer ministro británico, Gordon Brown, hicieron hoy un
llamado para encontrar una solución global a los problemas económicos
actuales.
Obama recibió este martes a Brown, el primer líder europeo que
visita la Casa Blanca tras el cambio de Gobierno en EE.UU., en un
encuentro en el Despacho Oval que continuó después en un almuerzo de
trabajo.
En declaraciones tras la reunión, ambos líderes expresaron su
determinación a colaborar y a buscar la ayuda de otros líderes, para
hacer frente a la crisis económica global.
El presidente estadounidense se declaró "completamente confiado"
en los planes de su Gobierno para hacer frente a los "activos de
mala calidad" que plagan a los bancos y que a su vez arrastran al
resto de la economía.
Sin embargo, indicó que la recuperación llevará aún un tiempo.
"El sistema bancario ha sufrido un duro golpe", declaró Obama, quien
citó, entre otros problemas, "una regulación blanca, un
endeudamiento masivo, unos riesgos enormes adoptados por
instituciones reguladas y no reguladas".
Hasta ahora, las medidas propuestas por Obama, que incluyen un
plan de estímulo económico y una iniciativa para ayudar a los
propietarios de viviendas, han sido acogidas con descensos en los
mercados, que esta semana alcanzaron sus niveles más bajos desde
1997.
Al respecto, el presidente estadounidense restó importancia a las
fluctuaciones en la bolsa. "Lo que miro no son las fluctuaciones diarias de los mercados
bursátiles, sino la capacidad a largo plazo de EE.UU. y de toda la
economía mundial de recuperar el paso", afirmó Obama.
Según el mandatario, "las oscilaciones de la bolsa son como las
encuestas en política. Si uno presta demasiada atención a sus
variaciones día a día, pierde la perspectiva y fracasa en su
estrategia a largo plazo".
Por su parte, Brown afirmó que es necesario un acuerdo global
para hacer frente a la crisis y que permita, entre otras cosas,
resolver el problema de los activos de mala calidad.
El acuerdo, agregó, también permitiría que el crédito volviera a
fluir en el sistema financiero y que toda la economía recuperara la
normalidad.
Los trazos de este pacto, un "New Deal" mundial similar al
establecido en EE.UU. tras la Gran Depresión bajo el Gobierno de
Franklin D. Roosevelt, se dibujarán, indicó el primer ministro
británico, en la cumbre del G-20 prevista para el 2 de abril en
Londres.
Además, Brown hizo hincapié en la necesidad de una reforma
profunda del sistema regulador: "Va a haber un gran cambio",
aseguró.